Huelva /
19 de octubre de 2022

Un viaje químico a la leche de madres con COVID-19

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca / Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva, en colaboración con la iniciativa MILKCORONA, ha confirmado que la infección por el virus SARS-CoV-2 modifica la aportación de nutrientes a los lactantes. Aunque ya se conocen las alteraciones que se producen en suero y sangre con la enfermedad, éste es el primer trabajo que analiza los elementos que se modifican en el alimento de los neonatos y abre las puertas a nuevos estudios sobre los posibles beneficios de la suplementación en la dieta de las madres.

Desde que comenzó la pandemia, la comunidad científica se lanzó a un frenético viaje para conocer todo cuanto gira alrededor del virus SARS-CoV-2: cómo se contagia, cómo frenarlo, a qué órganos afecta, qué secuelas deja o qué reacciones químicas produce en los organismos que infecta. Acabar con este minúsculo enemigo es la prioridad, pero investigar sobre las consecuencias que su padecimiento produce no queda en segundo lugar.

Además, proteger a los sectores de la población más vulnerables es también uno de los objetivos que se marcan los investigadores. Ancianos, jóvenes, embarazadas o lactantes junto a sus madres son la diana de estudios que permitan desgranar al máximo cómo actúa el virus en el organismo.

Los expertos han confirmado que los niveles de ciertos metabolitos se modifican en madres enfermas Fuente: Pixabay

Los expertos han confirmado que los niveles de ciertos metabolitos se modifican en madres enfermas. Fuente: Pixabay.

En este último grupo, los lactantes y sus madres, se han producido multitud de cuestiones que, poco a poco, van quedando resueltas por los científicos. Así, al hecho ya conocido de que la leche materna es fuente de anticuerpos para el bebé, se suma la confirmación de que también se encuentran los que hacen frente al SARS-CoV-2. Además, las madres no contagian de Covid a sus pequeños, por lo que no hay motivos para dejar de amamantar.

Sin embargo, se desconocía si se producía algún cambio nutricional causado por el virus en la leche hasta que un equipo de investigación de la Universidad de Huelva, en colaboración con la iniciativa MILKCORONA, ha abordado el tema.

Cambios químicos en la leche

El estudio compara el contenido de compuestos de este alimento natural en madres enfermas, tanto con síntomas como sin ellos, con datos anteriores a la pandemia, concretamente de elementos traza y metabolitos. Los resultados publicados en la revista Molecular Nutrition & Food Research confirman que algunos de estos cambios están relacionados con los anticuerpos contra el COVID-19 que se transmiten al bebé mediante la lactancia.

La base de la investigación se centra en los estudios metabólicos de la leche materna, que consisten en el análisis de las reacciones químicas que se desarrollan en el organismo. Es decir, interpreta cómo se comportan los distintos compuestos a lo largo de los procesos funcionales y estructurales en órganos, tejidos y células. También establecen relaciones entre posibles alteraciones que se puedan producir ante la aparición de otros agentes o sustancias que se incorporen en las distintas fases.

Además, se ha estudiado cómo afecta la infección por COVID-19 a la composición de elementos químicos con funciones biológicas significativas como el selenio, zinc o cobre, entre otros. Asimismo, han confirmado que estos cambios están relacionados con los anticuerpos contra el virus que se transmiten al bebé mediante la lactancia.

Un virus reactivo

Así, cuando un virus actúa, las reacciones químicas en el organismo se alteran para dar respuesta a la amenaza. En relación al SARS-CoV-2, existen investigaciones metabolómicas que determinan las modificaciones que se producen en suero y sangre, pero éste es el primer trabajo que describe el perfil metabolómico y los niveles de elementos en muestras de leche materna en enfermas de COVID-19. La comparación con controles prepandémicos demuestra que SARS-CoV-2 afecta a la cantidad de nutrientes que llegan al bebé y produce más defensas contra la enfermedad. Además, analizan el impacto de la sintomatología del virus en diferentes etapas de lactancia.

Investigadores de la Universidad de Huelva, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC, responsables de la investigación.

Investigadores de la Universidad de Huelva, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC, responsables de la investigación.

Algunas de las conclusiones de este estudio confirman los datos obtenidos en los trabajos anteriores, como los referidos a la bajada en los niveles de selenio o cobalto ante la enfermedad. Sin embargo, en otros elementos, como el zinc o el cobre, las concentraciones halladas son contrarias a los resultados obtenidos en sangre o suero. “En el caso del zinc, las cantidades en personas con COVID-19 son más bajas en sangre, pero más altas en la leche humana en comparación con las mujeres sanas. Es posible que esto suceda porque requieren más consumo de este elemento en el torrente sanguíneo para hacer frente al virus, pero no lo reducen en la secreción mamaria”, indica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Huelva Tamara García Barrera, autora del artículo.

La deficiencia de zinc se ha relacionado con complicaciones durante la enfermedad. En algunos casos, la suplementación en la dieta ha sido eficiente en el tratamiento de casos agudos de COVID-19. Por tanto, el hecho de encontrar niveles más altos de este elemento en la leche materna podría ser beneficioso para el recién nacido.

La respuesta del metabolismo al virus

Las muestras evaluadas en el trabajo provienen de un total de 54 personas. De ellas, 20 son de mujeres sanas anteriores a la pandemia, 18 de enfermas sintomáticas y 16 asintomáticas. Los resultados no advierten diferencias significativas en estos dos últimos grupos en cuanto a la composición de elementos, pero sí en los metabolitos. Además, se han observado diferencias con respecto a las muestras de control en ambos casos.

El estudio demuestra que SARS-CoV-2 afecta a la composición de nutrientes que llegan al bebé y se relaciona con las defensas contra la enfermedad. Fuente: Pixabay

El estudio demuestra que SARS-CoV-2 afecta a la composición de nutrientes que llegan al bebé y se relaciona con las defensas contra la enfermedad.
Fuente: Pixabay.

Uno de los elementos que se han detectado en concentración más baja en leche materna y sangre ha sido el selenio, relacionado con una mayor mortalidad en covid-19. “Conociendo la importancia de este elemento en el desarrollo neuronal del bebé, saber que la enfermedad reduce su concentración en la leche sugiere la necesidad de estudiar la posible suplementación de la dieta de madres enfermas para aumentar las cantidades que transfiere al recién nacido”, añade la investigadora.

Por otro lado, el trabajo incluye la relación de determinados elementos con la respuesta de anticuerpos contra COVID-19. Aunque se ha estudiado la posibilidad de contagio con la lactancia y la transmisión de anticuerpos al lactante, ahora los expertos abundan en las relaciones de ciertos compuestos con la presencia de las defensas.

Además, proponen continuar sus estudios teniendo en cuenta la dieta de las madres y la posible acción que las vacunas puedan tener. El viaje químico al centro de la leche continúa para estos onubenses que ofrecen, trabajo tras trabajo, nuevos motivos para que las madres sigan dando todo lo necesario a sus bebés.

Más información en #CienciaDirecta: Descubren cambios en la composición de la leche materna en mujeres con COVID-19


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