Granada, Jaén /
18 de diciembre de 2020

Cooperación para afianzar el vínculo del olivar con la población rural

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Ángeles Losada /

Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) Camino de Purchil, la Universidad de Jaén y la cooperativa San Roque de Arjonilla concluyen que las cooperativas agrarias que suponen la asociación entre propietarios de pequeñas fincas de olivar aumenta la eficiencia económica y además genera empleo remunerado, lo que ayuda a preservar las poblaciones que dependen de este cultivo afectadas por el abandono rural.

Con la llegada del frío, Francisco, olivarero que durante todo el año trabaja la tierra de su pequeña finca, convoca a los miembros de su familia, amigos y todo aquel que quiera colaborar en la recogida de la aceituna. Esta labor les ocupa hasta las últimas luces del día cuando regresan del campo para pesar el fruto recolectado, una tarea que llevan a cabo en la cooperativa.

Francisco pertenece a una de estas organizaciones, cooperativas olivareras que agrupan a todos los propietarios de las pequeñas fincas con el objetivo de poner recursos en común, como el transporte de aceituna a almazaras, el abastecimiento de maquinaria y suministros necesarios para la producción o la comercialización de aceite bajo una misma marca. También contribuyen al desarrollo rural mediante acciones de formación, modernización y desarrollo sostenible de la cooperación entre agricultores.

Grupo de jornaleros colaborando en la recogida de la aceituna.

El vínculo de estas cooperativas y la economía del territorio donde se asientan supone uno de los aspectos que aborda un equipo de investigación del centro IFAPA Camino de Purchil (Granada) junto a la Universidad de Jaén y la cooperativa agraria San Roque de Arjonilla (Jaén). En este estudio, perfilan una radiografía completa del olivar y reivindican su importancia en la economía rural para la fijación de población en los pequeños núcleos rurales de la provincia de Jaén.

Los expertos concluyeron que la gestión cooperativa es eficaz para reducir los costes de producción y aumentar el beneficio económico de las pequeñas explotaciones de olivar. Además destacan que contribuye a preservar las pequeñas fincas de olivar y el futuro de las poblaciones que dependen de su cultivo, afectadas por el abandono rural. En ese sentido, el estudio indica que el 39% de los propietarios superan los 65 años y apenas existe relevo generacional. “En un escenario de bajos precios y poca rentabilidad, los agricultores venden su propiedad a latifundistas que concentran la tierra. Esto tiene consecuencias sociales porque suprime la renta de muchas personas que dependen del olivar, provocando el abandono rural”, indica a la Fundación Descubre el investigador del IFAPA Centro ‘Camino de Purchil’ en Granada, Sergio Colombo.

Por otro lado, el estudio señala que la cooperación entre agricultores aumenta la eficiencia económica pero reduce las horas de trabajo y los puestos de trabajo necesarios para gestionar las propiedades de olivar tradicional. En cambio, destacan que se generan puestos de trabajos remunerados y la consecuente profesionalización del sector.

Los expertos añaden que la sustitución del trabajo familiar por el asalariado supone la mejora de la competitividad del sector del aceite en los mercados internacionales. Por otro lado, subrayan la creación de empleos indirectos en el sector de los servicios agrícolas que implican la venta y mantenimiento de maquinaria y equipo necesarios para la gestión del olivar.

En el estudio, por primera vez, se analizan los efectos de la cooperación entre agricultores sobre el empleo rural. Para desarrollar su análisis, los investigadores utilizaron un conjunto de filtros como los datos del Censo Agrario Español, que recoge información sobre las características estructurales de las explotaciones agrarias y la realizan todos los estados miembros de la Unión Europea cada 10 años. En el proceso de investigación relacionaron los jornales declarados por los agricultores en función del tamaño de la explotación. De esta manera, para cada finca obtuvieron los puestos de trabajo necesarios para su manejo. Por último, establecieron escenarios hipotéticos de cooperación óptima, media y baja para estudiar la variación de empleo por cada caso.

Los expertos, que iniciaron este proyecto en 2014 para analizar el problema de rentabilidad en el olivar tradicional en Andalucía, explican que en el futuro continuarán con la implementación de los resultados obtenidos del estudio y el desarrollo de una plataforma de cálculo que permita la divulgación de las conclusiones del proyecto.

Dos de los investigadores del estudio, Manuel Perujo-Villanueva (izquierda) y Sergio Colombo (derecha), en una entrega de premios por el proyecto iniciado en 2014 que analizó el problema de rentabilidad del olivar tradicional en Andalucía.

Un olivar que sostiene la economía de muchas zonas rurales, donde Francisco sigue inmerso en plena campaña de recogida de la aceituna. Al final del día volverá al calor de la cooperativa, donde las tareas de pesaje se suceden al mismo tiempo que las conversaciones con otros pequeños propietarios, que generación tras generación siguen vinculados al cultivo del olivar y su fruto, que dará lugar al oro líquido.

Más información en #CienciaDirecta: La gestión cooperativa del olivar reduce los costes de producción y ayuda a fijar la población rural


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