Silenciosa. Invisible. Implacable. Feroz. Como decía el poeta Miguel Hernández: “El hambre es el primero de los conocimientos”. Él mismo rima en ‘El hombre acecha’ (1938-1939) ese sufrimiento particular y lo relaciona con otro tristemente conocido: la pobreza.

Según las últimas estimaciones de la ONU, el 10% de la población mundial, aproximadamente 700 millones de personas, se encuentra en situación de pobreza extrema. Esto significa que tienen dificultades para recibir asistencia sanitaria, educación e incluso acceso a recursos tan básicos como el agua potable o alimentos.

Mujer en situación de pobreza.

En el caso de países en vías de desarrollo como Ecuador, esta situación se manifiesta en datos como el que aportaba UNICEF en 2018: el 27% de niños ecuatorianos menores de 2 años sufre desnutrición crónica. La situación es más grave para la niñez indígena, dado que el 39% la padece.

La ciencia lucha para paliar esta circunstancia mediante el aprovechamiento de los recursos disponibles en cada país. Ejemplo de ello es el trabajo de un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín y la Universidad de Guayaquil (Ecuador), que ha elaborado una bebida a base de suero de leche que mejora sus cualidades nutricionales tras su digestión.

Digestión in vitro

El lactosuero o suero lácteo es un producto residual de la industria quesera. Por cada diez litros de leche, tan solo uno se aprovecha para elaborar queso y se generan nueve de lactosuero, que contiene la mitad de los nutrientes de la leche y que normalmente se destina a la alimentación animal o a productos como proteínas para deportistas. “No obstante, más del 50% suele desecharse, especialmente en países en vías de desarrollo. Este vertido es altamente contaminante para el medioambiente y, por tanto, es dañino tanto para el agua como para los cultivos”, explican las investigadoras de la Estación Experimental del Zaidín Isabel Seiquer y Raquel Olías, responsables del estudio.

Las investigadoras de la Estación Experimental del Zaidín Isabel Seiquer (derecha) y Raquel Olías (en medio) y la investigadora de la Universidad de Guayaquil Victoria García-Casas (derecha), autoras del estudio.

Una de las novedades que efectúan las investigadoras es el análisis de las propiedades nutricionales de este producto antes y después de una digestión simulada in vitro. De este modo, comprobaron que la bebida, elaborada con suero lácteo, cebada y maracuyá, contenía compuestos que aportaban beneficios al organismo como:

1. Al ser rica en antioxidantes, colabora en la prevención de muchas enfermedades degenerativas como la hipertensión arterial, artritis o distrofia muscular. También frena el envejecimiento celular.

2. Favorece la producción de péptidos bioactivos, es decir, moléculas con multitud de funciones saludables en procesos como la hipertensión o la hiperglucemia y que, además, ejercen de protección ante los ataques de agentes patógenos y defienden al organismo de los mismos.

3. Contiene proteínas, necesarias para adecuado desarrollo y crecimiento de todos los tejidos del organismo.

4. También aporta al organismo minerales como el fósforo, magnesio y calcio, que fortalecen los huesos y están implicados en procesos biológicos como la regulación del ritmo cardíaco o la producción de hormonas.

5. Todos estos compuestos ayudan a prevenir enfermedades degenerativas como la ateroesclerosis, diabetes, artritis o distrofia muscular.

Leche de vaca de Ecuador

En su artículo publicado en Antioxidants, las expertas explican que los resultados evidenciaron que, tras la digestión, se formaban multitud de péptidos, entre los cuales 18 procedentes del lactosuero y 16 de la cebada tenían propiedades antioxidantes. Estos compuestos luchan frente a los radicales libres que pueden dañar las células y tejidos y, además, incrementan las defensas producidas por el sistema inmune humano. “Se trata de una propuesta que recoge muchos nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo y que podría paliar la situación de desnutrición infantil en países en vías de desarrollo, como Ecuador”, comenta la investigadora de la Universidad de Guayaquil Victoria García-Casas.

Los resultados evidenciaron que tras el proceso de digestión aumentaban las propiedades antioxidantes de la bebida.

De este modo, la ciencia sigue la estela de la poesía social de Miguel Hernández no solo para concienciar; también para ofrecer una solución a dos problemas existentes en Ecuador y otras partes del mundo: la contaminación producida por los vertidos de lactosuero y la desnutrición infantil. Con su propuesta, los expertos aportan su granito de arena para que el hambre, especialmente la de los niños, al menos no sea silenciosa, invisible, implacable ni feroz.

Más información en #CienciaDirecta: Elaboran una bebida a base de suero de leche con propiedades antioxidantes