Almería, Granada /
17 de julio de 2019

Demuestran la actividad antitumoral del gazpacho frente al cáncer de colon en cultivo celular

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Juan García Orta / Fundación Descubre

Científicos andaluces han evidenciado cómo el consumo combinado de tomate, ajo, pepino, pimiento, aceite de oliva y agua está asociado a la parálisis en el crecimiento e, incluso, la muerte programada de células tumorales del colon. El hallazgo se ha realizado mediante una simulación in vitro del proceso digestivo, que permite analizar cambios a nivel celular de forma detallada.

En los últimos años se van acumulando evidencias científicas que demuestran propiedades antitumorales a alimentos como el aceite de oliva o el ajo. Por ejemplo, el licopeno, la sustancia química responsable del rojo del tomate o la sandía, se ha asociado a la prevención de ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, como enfoque alternativo a la investigación centrada en el efecto de estas moléculas de manera aislada, un grupo de científicos de Almería y Granada apuesta por un enfoque más integral: evaluar el potencial quimiopreventivo de mezclas dietéticas de verduras frescas como el gazpacho andaluz.

Vasos de gazpacho.

Mediante la combinación de ensayos en cultivos tumorales in vitro con un proceso digestivo artificial, estos expertos han identificado que las células de cáncer de colon interrumpen su progresión tras exponerlas al gazpacho digerido, en diluciones que simulan la exposición en el organismo humano. Una bebida mediterránea donde, en este campo, el todo es mayor que la suma de sus partes. Esto es gracias a la sinergia e interacción entre las distintas sustancias químicas que contienen. Su acción combinada genera un ambiente antitumoral donde las células tumorales llegan, incluso, a activar la muerte programada por suicidio celular o apoptosis.

Su receta: tomate (385 gramos), pepino (58 g), pimiento (3 g), ajo (2g), aceite de oliva virgen extra (3,3%), agua (3,3%) y vinagre (0,16%), siendo alimentos frescos y sin recurrir a la pasteurización. Los investigadores han sometido el puré resultante a una digestión in vitro que simula tres fases: la unión con la saliva, el paso por el estómago y el tránsito intestinal. En cada una, se mantienen las condiciones óptimas de temperatura y de acidez, agregando las enzimas que actúan en cada momento de la cadena.

El trabajo ofrece unos resultados que deben ser ampliados en pruebas clínicas posteriores, señalando la importancia de consumir verduras frescas como parte fundamental de una dieta quimiopreventiva antitumoral. “Lo que protege de la enfermedad es el alimento entero, no una molécula. Hemos evolucionado con estos vegetales frescos, los llevamos comiendo miles de años, su consumo junto con buenos hábitos como el ejercicio, generan un ambiente y una actividad de expresión génica que nos hacen menos proclives a que estas células cancerosas crezcan”, apunta a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Almería Pablo Campra, coautor del estudio.

Investigadores del estudio.

Otra aportación interesante ha sido comprobar que la actividad es muy superior cuando se empleaba gazpacho fresco recién preparado que cuando se empleaban gazpachos pasteurizados envasados, cuya actividad se ve afectada significativamente por el calor.

Más información en #CienciaDirecta: Demuestran la actividad antitumoral del gazpacho frente al cáncer de colon en cultivo celular.


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