Tercera dosis si hemos pasado recientemente la COVID-19: la Comisión de Salud Pública recomienda esperar 5 meses desde la infección para administrar la dosis de recuerdo
Este 25 de enero, la Comisión de Salud Pública ha informado de que el periodo de espera mínimo entre el contagio y la vacunación sigue siendo de cuatro semanas, pero recomienda que se administre la tercera dosis a los 5 meses tras el diagnóstico.
El pasado 5 de enero, el Ministerio de Sanidad anunció que las personas que se han infectado de COVID-19 tras la pauta completa podrían recibir su dosis de recuerdo «al menos» cuatro semanas después del diagnóstico de la infección. Este 25 de enero, la Comisión de Salud Pública ha informado de que el periodo de espera mínimo entre el contagio y la vacunación sigue siendo de cuatro semanas, pero recomienda que se administre la tercera dosis a los 5 meses tras el diagnóstico.
La comisión sostiene que las evidencias científicas apuntan a que las personas que se han infectado tras vacunarse cuentan con una inmunidad «más potente y más amplia», lo que ha motivado la actualización de su recomendación.
Por su parte, expertos inmunólogos señalan a Maldita.es que, si hemos padecido la COVID-19 después de nuestra pauta vacunal, la respuesta inmune frente a la infección ya supone un recordatorio para nuestro sistema, por lo que no consideran necesario vacunar transcurridas tan sólo cuatro semanas. De hecho, algunos proponen esperar varios meses (5 o 6) para aplicar esa dosis de recuerdo.
En cualquier caso, recordemos que la recomendación de la Comisión de Salud Pública es que las dosis de recuerdo se apliquen a partir de los 5 meses desde la última dosis, si fue con Pfizer o Moderna, o a partir de los 3 meses, si fue con AstraZeneca o Janssen.
La Comisión de Salud Pública afirma que la evidencia actual indica que padecer una infección de COVID-19 tras la pauta completa «hace que se desarrolle una respuesta inmune más potente y más amplia en términos de neutralizar otras variantes del virus, en comparación con la respuesta inmune observada en personas que sólo padecieron infección o que sólo recibieron dos dosis».
Además, las infecciones por la variante Ómicron «aumentan la respuesta de células de memoria a antígenos víricos diferentes a la proteína S en comparación con las infecciones tras vacunación causadas por la variante Delta, lo que implica una ampliación de la inmunidad», señala el organismo.
Por estos motivos, la Comisión de Salud Pública recomienda que las personas que se han infectado de COVID-19 (tanto de forma sintomática como asintomática) tras la pauta vacunal reciban su dosis de recuerdo a los 5 meses tras el diagnóstico de la infección. No obstante, este periodo de tiempo será de un mínimo de cuatro semanas. Por tanto, aunque la recomendación sea esperar 5 meses, podríamos vacunarnos antes.
Sin embargo, expertos inmunólogos consultados por Maldita.es consideran que no hay ninguna justificación desde el punto de vista inmunológico para vacunar con la dosis de recuerdo a una persona que ha padecido la COVID-19 tras ese periodo de cuatro semanas. Y algunos recomiendan que la tercera dosis se aplique tras un periodo más amplio, por ejemplo, transcurridos 5 o 6 meses desde la infección.
Eva Martínez-Cáceres, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Germans Trias y vicepresidenta de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), explica que un individuo que ha pasado la infección genera tanto anticuerpos como inmunidad celular, de cuya importancia ya os hemos hablado en Maldita.es. «Los anticuerpos, dependiendo de la severidad de la enfermedad, pueden disminuir antes, es variable entre personas. Pero células de memoria y células T, que se ha visto que son muy importantes, duran muchísimo tiempo», indica. La experta apunta que «sería lógico esperar al menos 6 meses, una vez recuperado el individuo, para administrarse la tercera vacuna».
En esta misma línea, Carmen Cámara, inmunóloga del Hospital Universitario La Paz y secretaria de la SEI, afirma en este artículo de Redacción Médica que «los que mejor respuesta inmunitaria tienen son aquellos que han sufrido una combinación de vacuna e infección», a lo que se le denomina inmunidad híbrida.
Por su parte, José Gómez Rial, inmunólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y coordinador de inmunología en el Grupo de Investigación en Vacunas Genvip, apunta que «la infección natural actúa como un booster [refuerzo]natural mucho más completo y actualizado que la dosis de vacuna», ya que las vacunas se diseñaron para combatir a la variante original del SARS-CoV-2. Por tanto, considera que no es necesario recibir una dosis de refuerzo tras la pauta completa y una infección.
Lo mismo indica Alfredo Corell, miembro de la SEI y catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid: «La infección natural es un booster mucho más amplio que la propia dosis de recuerdo, puesto que se ha producido una respuesta inmunitaria frente al virus completo, no sólo frente a la proteína S».
Además, África González Fernández, catedrática de Inmunología en el Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO) de la Universidad de Vigo, sostiene que cuatro semanas es un plazo muy corto ya que no se deja descansar al sistema inmune adecuadamente. «Consideramos que se debería dejar un plazo entre 5-6 meses, que es el tiempo que se vio que al menos duraba la memoria inmunitaria, para no inducir al cansancio de las células y permitir que se recuperen», apunta.
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