Desde tiempos de los romanos la salicornia, planta suculenta típica de la Bahía de Cádiz, se ha empleado en la gastronomía local. Los habitantes de la región la utilizaban para conservar alimentos, dado su alto contenido en sal y, además, la​ consumían y comercializaban con ella en los mercados de la zona.

De este modo, el también conocido como ‘espárrago de mar’ fue adquiriendo valor como parte de la cultura culinaria de la región, empleándose en la actualidad como guarnición de pescados y mariscos. 

La salicornia es una planta conocida como ‘espárrago de mar’ por su forma y su proliferación en terrenos salados. Imagen: Pixabay.

Además de su uso culinario, en algunas área​s de Cádiz se cultiva de forma comercial, aprovechando su resiliencia y capacidad para prosperar en suelos salinos y en condiciones ambientales difíciles. Así, es​ta especie ha ido adquiriendo interés como cultivo alternativo en terrenos costeros.​

En esto se centra un equipo de investigación del IFAPA ‘El Toruño’ (Cádiz) y la Universidad de Sevilla, que ha diseñado un sistema para cultivar salicornia rica en antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud con los residuos de la acuicultura. Se trata de la primera vez que se desarrolla un circuito cerrado en el que las heces y restos de alimento de la cría de lubinas y lenguados en tanques se aprovecha en otras dependencias como ‘abono’ para una planta verde y carnosa: Salicornia ramosissima.

La novedad del estudio reside en el diseño de un circuito cerrado donde pueden aprovecharse los nitratos, elemento potencialmente contaminante, del agua que se descarta del cultivo de peces. No obstante, con la propuesta de las investigadoras, el vertido se emplea directamente como ‘abono’ para plantas de salicornia que generan compuestos de valor añadido para la industria gastronómica y farmacéutica. “Con este sistema integrado que promueve la producción conjunta de peces y plantas se pueden aprovechar los residuos de la acuicultura y reducir el posible impacto medioambiental de los mismos”, explica a la Fundación Descubre la investigadora de IFAPA ‘El Toruño’ Marta Castilla. 

Una taza al día

De este modo, una vez filtrado, el vertido final se divide en sólido y líquido. El primero puede aprovecharse como fertilizante para cultivos agrícolas y, el segundo, para reintegrarse en el circuito cerrado donde se crían las lubinas y lenguados una vez que pasa por el cultivo de salicornia.

Equipo de investigación de IFAPA ‘El Toruño’ en Cádiz y de la Universidad de Sevilla que ha participado en este proyecto.

Aunque este tipo de residuos están regulados por las administraciones, los acuicultores deben gestionar los residuos, en ocasiones mediante la contratación de terceros. Tal y como explican en su artículo publicado en Aquaculture, el objetivo de las investigadoras es que estos profesionales tengan un método sencillo para:

• Manejar estos vertidos.
• Sacarles rendimiento económico mediante la venta de estas plantas ricas en antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud humana. 
• Obtener hasta 320 gramos de Salicornia ramosissima por metro cuadrado al día, esto es, el equivalente a una taza de leche, casi 10 kilogramos al mes por metro cuadrado. Traducido a valor económico, podría suponer una ayuda para la gestión de los residuos.

De este modo, las expertas ponen en valor un residuo que habitualmente supone una pérdida económica para los acuicultores y proponen dos métodos para reutilizarlo. ¿Quién sabe? Puede que la próxima vez que pases por Cádiz y pidas un plato de pescado o marisco, te pongan una ración de salicornia cultivada con uno de estos sistemas. 

Uno de los dos sistemas instalados en el invernadero por las investigadoras.

Más información en #CienciaDirecta: Diseñan un circuito de cultivo que aprovecha residuos de acuicultura para abonar salicornia rica en antioxidantes