Jaén /
08 de abril de 2019

Semillas de lino y sésamo para la prevención del cáncer de mama tras la menopausia

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca / Fundación Descubre

Investigadores de la Universidad de Jaén han concluido que una alimentación que incluya lignanos, compuestos presentes en algunas semillas y otros alimentos de origen vegetal, ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y de ciertos tumores como el de mama, fundamentalmente en mujeres posmenopáusicas, o el de colon. Los resultados del estudio incluyen el análisis de los alimentos que contienen mayor cantidad de estas sustancias y cómo son asimilados por el organismo.

Los lignanos se incluyen en el grupo de los polifenoles, micronutrientes que se encuentran en las plantas, implicados en la protección contra patógenos y la radiación ultravioleta. Han provocado un gran interés en la comunidad científica debido a su estructura química, análoga a la de los estrógenos humanos. Esta característica podría proporcionar un efecto protector en mujeres tras la menopausia.

Los lignanos pueden ser aliados de la mujer en la prevención del cáncer de mama tras la menopausia.

En esta línea, investigadores de la Universidad de Jaén, la Universidad de Navarra, el Instituto Carlos III y el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra han demostrado que pueden ser aliados de la mujer tras el climaterio, sobre todo en el caso del cáncer de mama, por su función antioxidante, antitumoral y antiinflamatoria. A través de su publicación en la revista Molecules, los expertos exponen resultados obtenidos en todo el mundo determinando qué alimentos aportan una mayor cantidad de este compuesto, cómo se absorben en el organismo y cómo su consumo puede prevenir dolencias que suelen presentarse con mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas.

Estos científicos trabajan en varios proyectos con el fin de confirmar si al seguir una determinada pauta dietética se consigue, realmente, disminuir el riesgo de sufrir ciertas enfermedades. Así, los expertos han confirmado que el consumo de ciertas semillas como el lino o el sésamo y vegetales como  el brócoli, ricos en lignanos, está relacionado con un descenso del cáncer de mama, esofágico, de colon, además de otras dolencias del sistema cardiovascular.

Esta conclusión también se incluye como resultado de la colaboración del equipo de Jaén con el proyecto SUN, realizado en el Departamento de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Navarra, publicado recientemente en otro artículo de la revista British Journal of Nutrition. Este estudio hace un seguimiento médico desde 1999 de más de 20.000 personas en las que se evalúa su estado de salud correlacionándolo, entre otras cosas, con sus pautas de alimentación. “La conclusión de este trabajo es que hay una asociación estadísticamente significativa entre la ingesta de polifenoles totales con la alimentación y el riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Lo que quiere decir que los polifenoles serían un factor protector”, indica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Jaén, José Juan Gaforio, coautor del artículo.

Juan José Gaforio, de la Universidad de Jaén, junto al equipo responsable del estudio.

Los trabajos han incluido diferentes tipos de dieta, confirmando que en todo el mundo se introducen estos compuestos en la base de los productos que se consumen. Así, tanto la dieta nórdica como la mediterránea las frutas, verduras y cereales integrales son una fuente rica en estos polifenoles, aunque también están presentes en las oleaginosas (entre las que se incluye el aceite de oliva virgen) y las legumbres. En India, el sésamo, tanto las semillas como su aceite. En Asia, se incluyen en ciertas hierbas medicinales, las bayas de enebro o el fruto del espino chino, parecido a la granada. Y aunque la base de la comida latinoamericana consiste en maíz, papas y frijoles, también incorpora semillas de lino que representa uno de los mejores orígenes dietéticos de lignanos.

Otros alimentos con un alto contenido en estos polifenoles son las semillas de calabaza, el ajonjolí, el centeno, la soja, los frutos rojos, la linaza, los anacardos, el café, el té o el vino tinto. De esta manera, en cualquier parte del mundo, estos compuestos forman parte de productos cotidianos y, por tanto, son fácilmente accesibles para poder incorporarlos a la dieta como precursores de la salud, como señalan los expertos.

Más información en #CienciaDirecta: Relacionan compuestos presentes en semillas con la prevención de cáncer de mama tras la menopausia

Referencias:

Carmen Rodríguez García, Cristina Sánchez-Quesada, Estefanía Toledo, Miguel Delgado Rodríguez y José J. Gaforio. ‘Naturally Lignan-Rich Foods: A Dietary Tool for Health Promotion?’. Molecules. 2019.

Más información:

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