Huelva, Sevilla /
14 de junio de 2022

Plantas que comen metales

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca / Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha determinado la idoneidad de dos tipos de arbustos de los estuarios onubenses en la captación de ciertos elementos como el zinc, el cobre o el níquel. Los expertos demuestran que su exposición a estos compuestos tóxicos no afecta a su germinación ni desarrollo, a excepción del crecimiento de su raíz, por lo que pueden ser buenos marcadores del nivel de contaminación de una zona.

Ellas ya estaban allí. Desde antes de que el hombre neolítico llegara a Huelva, desde mucho antes de que Tartessos dominara el comercio atlántico. Antes de fenicios, griegos o cartagineses, ellas ya habitaban las marismas y comían metales. Concretamente, zinc, cobre y níquel traídos en los lodos que arrastran los ríos desde la franja pirítica.

Y sí. Comen metales. Son capaces de nutrirse de los metales pesados que se depositan en los suelos contribuyendo a su biorremediación de una manera natural. Además, un equipo de investigación de las universidades de Huelva y Sevilla ha demostrado que a pesar de acumular grandes cantidades de estos elementos, su germinación y desarrollo apenas se ven afectados, aunque sí muestran características concretas en función de su nivel de exposición.

Sarcocornia perennis, una de las dos especies autóctonas de las marismas estudiadas
Fuente: Wikimedia

Las diferencias existentes en su crecimiento determinan la cantidad de metales que han logrado absorber. Los investigadores han analizado cómo crecen dos especies distintas que habitan dos altitudes diferentes de las marismas Sarcocornia perennis y Sarcocornia fruticosa. Tras los estudios, han confirmado en un artículo publicado en la revista Marine Pollution Bulletin que el tamaño de la raíz, especialmente, es un indicador claro de los niveles de contaminación de las plantas.

Así, proponen el nivel de crecimiento de plántulas de S. fruticosa como candidato para el desarrollo de ensayos ecotoxicológicos. Este arbusto proporciona una serie de marcadores según su forma que puede indicar el margen de toxicidad acumulado. ”Hemos determinado que con una mayor exposición, como la existente en las zonas bajas de las marismas, se acumula más níquel, cobre y zinc. Esto provoca una mayor adaptación de la planta a los metales y una menor incidencia en su desarrollo”, indica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva Adolfo Muñoz, autor del artículo.

Comen y se dejan comer

Los expertos las proponen como especies idóneas para el tratamiento de suelos contaminados por la acción del hombre. Con la capacidad demostrada en la absorción de metales pesados, se convierten en biorremediadoras eficaces ante cualquier incidencia, como podría ser un vertido industrial.

Además, en otros trabajos, los expertos añaden a sus estudios la inclusión en la cadena de alimentación de estos metales. Si bien estas plantas contribuyen a estabilizar el suelo contaminado, suponen la alimentación de herbívoros que también ingieren los elementos acumulados en sus tejidos. Algunos de estos vegetales pueden llegar al ser humano por distintas vías, bien por el consumo indirecto o bien directamente.

El investigador de la Universidad de Huelva Adolfo Muñoz, autor del artículo, tomando muestras de campo junto con otros científicos.

De esta manera, los trabajos realizados proponen los marcadores de crecimiento para conocer el nivel de asimilación de los metales contaminantes en estos arbustos. Además continúan sus estudios en la búsqueda de nuevos marcadores, tanto en estas como en otras especies del entorno.

Sus banquetes limpian la tierra de contaminación y contribuyen a que el ecosistema de las marismas se mantenga equilibrado. Su germinación y crecimiento continúan imperturbables, a pesar de las modificaciones observadas. Y si ya estaban en el milenio V a.C. nada hace pensar que sigan ejerciendo su función durante muchos miles de años más.

Más información en #CienciaDirecta: Aplican dos plantas de las marismas de Huelva para captar metales en suelos


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