Almería, Huelva /
10 de junio de 2025

Plantar sin dolor: el dispositivo neumático que alivia el trabajo en los invernaderos

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Patricia Pérez Corrales

Fuente: Fundación Descubre

Trabajar la tierra a diario, sobre todo durante la siembra, puede pasar factura al cuerpo. Un dispositivo desarrollado por investigadores de la Universidad de Almería busca aliviar esa carga con un mecanismo tan simple como efectivo. Un sistema de aire comprimido que se acopla al carro agrícola tradicional, reduce el esfuerzo físico en más de un 60% y mejora la ergonomía de una de las tareas más exigentes del cultivo bajo plástico.

En los invernaderos de Almería, donde se cultiva gran parte de las hortalizas que llegan a las mesas europeas, las tareas agrícolas requieren fuerza, repetición y largas jornadas bajo temperaturas extremas. Entre todas ellas, hay una especialmente dura: abrir a mano los agujeros para plantar los cepellones, esas pequeñas bolas de tierra que envuelven las raíces de las plantas.

Hasta ahora, esa labor se realiza con una lanza de hierro de punta triangular. Una barra metálica que debe clavarse a pulso de forma totalmente vertical en el suelo, forzando la espalda, los hombros y las muñecas del agricultor. El esfuerzo se repite cientos de veces al día, y no son raras las lesiones a medio y largo plazo, desde tendinitis, a contracturas, lumbalgias o incluso síndrome del túnel carpiano. Según varios estudios, es una de las tareas más lesivas y físicamente exigentes de la agricultura intensiva en invernaderos.

Grupo de investigación de la Universidad de Almería que ha participado en el proyecto.

Conscientes de esta realidad, un grupo de investigación del departamento de Ingeniería de la Universidad de Almería, en colaboración con el de Ingeniería Minera, Mecánica y Energética de la Universidad de Huelva, se ha propuesto mejorar la ergonomía de los trabajadores del campo con una solución sencilla, económica y fácil de usar.

Según detallan en el artículo publicado en la revista Smart Agricultural Technology, la innovación consiste en un sistema neumático que se acopla fácilmente al carro de trabajo que utilizan los agricultores en todos los invernaderos para transportar las cajas de tomates. En lugar de clavar la lanza a mano, el dispositivo libera aire a presión que impulsa un pistón hacia el suelo, creando un agujero del tamaño exacto del cepellón. La herramienta se activa manualmente mediante una válvula, sin cables ni programación. El agricultor solo debe colocar el carro en la posición deseada, accionar el sistema y continuar con la siembra.

Menos esfuerzo, más seguridad

El diseño no solo es práctico, sino también económico, pues reutiliza elementos del equipamiento agrícola ya existente, como el carro o la punta de la lanza. “Los pequeños minifundistas, que son la mayoría en Almería, actualmente necesitan un método simple, fácil de arreglar con herramientas básicas y sin un sistema de programación. Nuestro dispositivo se acopla fácilmente a su carro mediante unos tornillos, por lo que pueden usarlo durante todo el año para transportar las cajas y para perforar en la siembra”, explica a la Fundación Descubre Antonio García, autor principal del estudio.

Método tradicional de siembra.

Según las pruebas realizadas por el equipo de investigación en el invernadero de la Universidad de Almería detectaron que:

  • El esfuerzo físico se reduce en más de un 60 % con respecto al método tradicional. Si con la lanza se aplica una fuerza equivalente a levantar 60 kilos con cada golpe, con el sistema neumático baja a unos 19 kilos.
  • Al aplicar el método de Evaluación Rápida de Extremidades Superiores (RULA), que identifica los riesgos de trastornos musculoesqueléticos durante las tareas laborales, se pasó de un nivel máximo (7), a intermedio (3). 

Los expertos analizaron además la capacidad del sistema en distintos tipos de suelo. En los invernaderos de Almería predominan dos: el arenado típico, más blando y uniforme, y el arenado natural, más duro y con piedras. El mecanismo funcionó bien en los dos casos, simplemente ajustando la presión del aire. Además, la precisión en la profundidad del agujero, idealmente de ocho centímetros, fue muy alta, asegurando un entorno adecuado para el desarrollo de la planta.

Avanzar sin perder la sencillez

Los científicos han diseñado una herramienta pensada para durar y requerir un mantenimiento mínimo, pues basta con controlar la presión de aire y el nivel de aceite del compresor. Su funcionamiento es más constante y fiable que el trabajo manual, especialmente en jornadas prolongadas o bajo el calor intenso del verano, cuando se suele realizar la siembra. Al mantener una profundidad adecuada para cada cepellón, la herramienta no solo asegura la precisión del trasplante, sino que puede ayudar a reducir costes a largo plazo y a mejorar el rendimiento del cultivo.

Con este nuevo sistema, el agricultor solo debe colocar el carro en la posición deseada, accionar el sistema y continuar con la siembra.

Aunque el sistema podría evolucionar hacia versiones automatizadas o robotizadas, el equipo aboga por la simplicidad para que sea realmente útil en el campo. “Se podría implementar en un robot, automatizar para que hiciera los agujeros solo o regulara la presión del aire según el tipo de suelo detectado, pero para fincas experimentales, no para pequeños agricultores”, subraya García.

De momento, es un primer paso en una línea de trabajo que busca hacer más humana la agricultura intensiva bajo plástico. Porque sembrar no debería significar dolor, y una mejora sencilla puede tener un impacto enorme en la vida diaria de quienes trabajan la tierra.

Más información en #CienciaDirecta: Desarrollan un sistema neumático que reduce un 60% el esfuerzo físico de la siembra en invernaderos


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