Nuevas variedades para la batalla contra un hongo en el campo olivarero
Un equipo de investigación del Centro Alameda del Obispo del IFAPA y las Universidades de Jaén y Córdoba han validado la capacidad que tienen distintos cultivares contra un hongo frecuente conocido como Verticillium dahliae, para el que no existe un método de control efectivo en la actualidad. Los resultados destacan tres variedades idóneas para evitar esta infección sin perder la calidad y nivel de producción de aceite.
Desde la antigüedad, la imaginación del ser humano ha creado numerosos entes que fusionaban cualidades de distintos animales: grifos, unicornios, sirenas, minotauros, centauros… La nueva criatura que aparecía tras la mezcla, se aprisionaba de las fortalezas de sus referentes dando lugar a una nueva especie, más poderosa ante cualquier peligro que los propios seres que les dieron origen.
Al margen de lo mitológico aunque también desde la antigüedad, las especies se unen para conseguir nuevas variedades más fuertes que luchen por la supervivencia ante distintos riesgos que las amenacen. Mediante selección natural, los seres vivos evolucionan para mejorar sus defensas ante depredadores o enfermedades y para adaptarse al medio. Desde que Mendel descubrió la posibilidad de inducir la combinación de fortalezas de los progenitores para que las nuevas generaciones fueran más capaces, la creatividad del ser humano, a través de la genética, se ha vuelto imparable.
Genetistas, biólogos y agrónomos buscan nuevas semillas que luchan contra enfermedades sin que la efectividad de los cultivos quede afectada. Ésta es la labor de un equipo de investigación del IFAPA Centro Alameda del Obispo y las universidades de Jaén y Córdoba que ha logrado tres nuevas variedades de olivo con una buena productividad y calidad de aceite y resistentes a la verticilosis, una enfermedad que penetra por las raíces de la planta y para la que no existe tratamiento efectivo hasta el momento.
Centauros contra la verticilosis
En el año 2022, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) cuantificó la infección por este hongo en los campos andaluces desde un 2,9% de los árboles de Córdoba hasta el 88,9% de Huelva. Los agricultores que sufren la llegada de Verticillium dahliae a sus tierras, tienen pocas opciones para el manejo de esta enfermedad actualmente.
Por ello, los investigadores buscan variedades que de por sí sean resistentes a este patógeno. Además de explorar las más de 1200 que atesora la Colección Mundial de Germoplasma de Olivo de IFAPA, los investigadores destacan en un artículo publicado en la revista Scientia Horticulturae tres genotipos obtenidos en un programa de mejora genética capaces de enfrentarse al hongo de manera natural manteniendo las cualidades del aceite producido intactas.
Concretamente, se trata de nuevas variedades obtenidas a partir del cruce natural de ‘Frantoio’ y ‘Koroneiki’, resistentes al hongo, con otras grandes productoras, como ’Arbosana’, ampliamente cultivadas por su productividad, pero susceptibles ante la infección. “Los genotipos seleccionados son ‘FrxAr_5′, ‘FrxAr_6′ y ‘KorOp_48′. Han demostrado que heredan tolerancia y resistencia a V. dahliae, lo que demuestra que son candidatos idóneos para desarrollar nuevos cruces entre ellos y lograr cultivos más resistentes y productivos”, indica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Jaén Alicia Serrano, autora del artículo.
Las variedades señaladas ya están en proceso de registro en la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales para su uso en nuevas plantaciones.
Alianzas genéticas contra el enemigo
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España las variedades que suelen encontrarse por su alta rentabilidad y regularidad constante en la obtención de aceite son ‘Picual’, ‘Arbequina’, ‘Hojiblanca’ y ‘Cornicabra’. Sin embargo, en los últimos años se han introducido también otras extranjeras como ’Frantoio’ y ‘Koroneiki’ propias de Italia y Grecia, respectivamente, Tal como han demostrado los expertos en el trabajo, son resistentes a la enfermedad, especialmente la italiana.
Encontrar una nueva variedad que unifique todas estas cualidades es el objetivo de los mejoradores que investigan los mecanismos de defensa y genes relacionados con la productividad y calidad del aceite para lograr la mejora de la especie. Para ello:
-Identifican y caracterizan los beneficios de cada cultivar.
-Seleccionan las que reúnen las mejores características para su cruzamiento.
-Recogen polen de una de ellas.
-Realizan la técnica conocida como polinización clásica mediante cruzamientos dirigidos.
-Las nuevas semillas habrán heredado características de ambos progenitores y nacerán con las bondades de sus padres.
Seleccionando a los mejores
Los expertos evaluaron en este trabajo 40 variedades diferentes, de las cuales 31 procedían de la Colección nuclear del Banco Mundial de Germoplasma de Olivo del Centro IFAPA Alameda del Obispo en Córdoba, otras seleccionados por su importancia en los olivares españoles, como ’Cornicabra’, ‘Changlot Real’ y ‘FS-17’, que muestra resistencia contra Xylella fastidiosa, otra enfermedad del olivo, y seis selecciones procedentes del programa de mejora desarrollado en el mismo centro.
Así, lo que la imaginación del ser humano sueña, la genética lo consigue. Los centauros del olivar contra la verticilosis son posibles con estudios como el de este trabajo. Los investigadores continúan estudiando a estas nuevas ‘criaturas’ en colaboración con agricultores para conocer su comportamiento en condiciones reales de cultivo, en diferentes ambientes y bajo diferentes sistemas y para confirmar los valores agronómicos necesarios para su futura implantación en la batalla contra el hongo.
Más información en #CienciaDirecta: Confirman la resistencia a la verticilosis del olivo en tres nuevas variedades
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