Sevilla /
09 de diciembre de 2022

Miguel Clavero (Estación Biológica de Doñana – CSIC): “Europa debe dejar de pescar anguilas”

Fotografía ilustrativa de la noticia

En los próximos días, los ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea se reunirán para tratar distintos temas, entre ellos, los cupos de captura de distintas especies. La anguila sigue siendo objeto de pesca y su precio ha aumentado a la vez que desciende su población, convirtiéndolo en un producto de lujo. En este sentido, el investigador Miguel Clavero de la Estación Biológica de Doñana – CSIC advierte que la pesca de la anguila es insostenible y apuesta por su total prohibición para garantizar la supervivencia de esta especie en peligro crítico de extinción.

La anguila sigue siendo objeto de pesca y su precio ha aumentado a la vez que desciende su población, convirtiéndolo en un producto de lujo.

El investigador Miguel Clavero de la Estación Biológica de Doñana – CSIC advierte que la pesca de la anguila es insostenible y apuesta por su total prohibición para garantizar la supervivencia de esta especie en peligro crítico de extinción.

anguila

Ejemplar de anguila.

Al respecto, los ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea se reunirán los próximos 11 y 12 de diciembre en Bruselas para tratar muy diversos asuntos, incluyendo la seguridad alimentaria en la Unión, los planes estratégicos de la política agraria común o la legislación sobre bienestar animal. En el encuentro también se abordarán temas pesqueros y se decidirán los cupos de captura de distintas especies. Entre las especies en discusión destaca la anguila europea (Anguilla anguilla), para la que distintos grupos de trabajo y de investigación han pedido una moratoria temporal o total de las capturas.

La anguila fue una especie extraordinariamente abundante en Europa y el Norte de África, donde constituía una pieza clave de los ecosistemas acuáticos y sustentó importantes pesquerías comerciales. Sin embargo, en torno a 1980 comenzó un colapso poblacional de la especie y desde entonces llegan a las costas europeas menos del 10% de los individuos que solían hacerlo. En algunos lugares, como el Mar del Norte, el declive es especialmente pronunciado, llegando al 99% de pérdida y no ha mostrado aún signos de poder revertirse.

Las causas de este derrumbe poblacional no están del todo claras y probablemente incluyan una combinación de diferentes presiones, entre las que destacan la pérdida de hábitat y la sobrepesca. «En la península ibérica la anguila ha perdido más del 85% de su área de distribución debido a las presas. En muchos lugares en los que no se pescaba comercialmente, empezó a pescarse en las últimas décadas del siglo XX, especialmente las angulas», explica Miguel Clavero, investigador de la Estación Biológica de Doñana – CSIC.

El estado de conservación de la anguila es tan preocupante que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – IUCN, autoridad mundial en la materia, la considera desde hace años una especie en Peligro Crítico de Extinción. Ésta es la máxima categoría de amenaza, paso previo a la extinción. Hay especies muy reconocidas como especies amenazadas por el público, como el lince o el águila imperial de la península ibérica, que están en mejor situación que la anguila (En Peligro y Vulnerable, respectivamente).

Anguila, objeto de pesca

A pesar de este escenario, la anguila sigue siendo objeto de pesca, tanto de individuos recién llegados del Mar de los Sargazos (angulas) como durante toda su estancia en aguas continentales. El precio que se paga por estas angulas ha aumentado en paralelo a la creciente escasez de la especie. «El gusto por lo escaso, por lo exclusivo, ha estado involucrado en el declive de muchas especies, desde rinocerontes africanos a tigres», explica Clavero, quien cree que la anguila europea puede estar inmersa en un fenómeno similar.

«Europa debe dejar de pescar anguilas. En esta situación, la pesca de anguila es insostenible y es imprescindible dejar de pescar y comerciar con anguilas para que la población pueda recuperarse», defiende Clavero.  La evidencia científica es muy clara, y el grupo de trabajo sobre anguilas (WGEEL) del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) propuso el pasado 3 de noviembre una veda absoluta para la anguila en todos los hábitats, todos los estadios de vida y para cualquier fin a partir de 2023. Incluso la propia Comisión Europea ha instado a los estados miembros a implementar vedas para la pesca de la anguila.

Además de la pesca, según el investigador, la Unión Europea debería intervenir la comercialización de la anguila y sus productos, sea cual sea su procedencia, ya que no hay stocks explotables que puedan actuar como substitutos de los europeos. Declives similares en magnitud al de la anguila europea también se ha dado en otras anguilas de agua dulce (especies del género Anguilla), tanto en América como en Asia, que están hoy también en peligro de extinción.

«Estas drásticas medidas no nos garantizan que la anguila vaya a recuperarse, pero no implementarlas sí que garantiza que no se va a recuperar», dice Clavero. En pocos días, los ministros europeos tendrán otra ocasión, quizás una de las últimas, para dar otra oportunidad a la anguila. Con el objetivo de visibilizar la problemática y ofrecer datos científicos, el investigador ha emprendido, además, una nueva campaña de difusión en redes sociales, con el hashtag #nohayanguilas.


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