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17 de junio de 2021

Las vacunas contra la covid-19 preparadas en jeringas se pueden transportar sin riesgo

Fotografía ilustrativa de la noticia

Investigadores del Hospital del Mar y de la Universidad Pompeu Fabra han confirmado que las vacunas de Pfizer y Moderna se pueden transportar hasta tres horas ya preparadas para su administración. Este hecho puede facilitar las estrategias de vacunación masiva, sobre todo en zonas rurales y menos desarrolladas.

Uno de los principales cuellos de botella de las campañas de vacunación masiva puestas en marcha contra la pandemia son las precauciones que se tienen que tomar en el manejo de los viales y su administración. Su transporte se debe hacer en unas condiciones muy concretas.

Así, la preparación de las jeringas se ha de llevar a cabo en el mismo punto de vacunación, sin realizar ningún movimiento brusco con ellas para evitar afectar al vector que utilizan: moléculas de ARN mensajero en el caso de las vacunas de Pfizer BioNTech y Moderna.

Sin embargo, un nuevo trabajo liderado por el Servicio de Farmacia del Hospital del Mar y el grupo de Neurofarmacología-Neurophar de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) puede cambiar estos protocolos de actuación.

Las vacunas de la covid-19 aprobadas han seguido todos los pasos de investigación, sin saltarse ninguno / © Adobe Stock.

El estudio, que acaba de publicar la revista Clinical Microbiology and Infection, demuestra que estas vacunas –ya preparadas para su administración– sí se pueden transportar con unas precauciones mínimas. Los resultados revelan que el ARN mensajero se mantiene estable durante, como mínimo, tres horas en unas condiciones de movimiento similares a las de una carretera normal y a temperatura ambiente.

“Nuestros datos pueden potenciar las campañas de vacunación masivas a zonas rurales o países con redes de transporte e infraestructuras sanitarias precarias, preparando las dosis en centros de referencia y trasladándolas por carretera a zonas rurales o remotas, limitando así la posibilidad de error en la preparación en los puntos de vacunación”, afirma Santi Grau, director del Área del Medicamento del hospital catalán.

Vacunas sometidas a pruebas de estrés

El estudio nace de la experiencia del Hospital del Mar en la distribución de las vacunas que se inyectaban a los profesionales sanitarios al inicio de la campaña de vacunación (con Pfizer y Moderna), el pasado mes de enero. El objetivo fue comprobar hasta dónde llegaba la estabilidad de los viales al ser trasladados.

Para hacerlo se utilizaron viales devueltos al Servicio de Farmacia que no se podían administrar al haber perdido la trazabilidad microbiológica. Según los protocolos actuales, las vacunas basadas en ARN mensajero se tienen que descartar seis horas después de la retirada de la primera dosis del vial a temperaturas entre 2 y 25 ºC.

Las dosis fueron divididas en tres grupos. Uno se dejó, sin movimiento, a temperatura ambiente (21 ºC) durante tres horas. Un segundo grupo, también a temperatura ambiente y durante el mismo tiempo, se le sometió a un movimiento suave, similar al de un transporte por carretera.

Y a un tercero, en las mismas condiciones ambientales y de tiempo, se le sometió a un movimiento de agitación masiva intermitente. Los resultados de las pruebas se compararon con un último grupo de vacunas recién descongeladas.

En la imagen, los autores del estudio: Olivia Ferrández, Sant Grau, Elena Martín-García y Rafael Maldonado. / Hospital del Mar

Escasa degradación del ARN mensajero

Los resultados demostraron que el vector principal de las dos vacunas, el ARN mensajero, prácticamente no mostraba degradación bajo ninguna condición. Según Rafael Maldonado, profesor de la UPF, “la degradación del ARN mensajero era ínfima, de menos del 1 %, ya fuese la muestra fresca o la sometida a movimiento. En el caso de las muestras sometidas a agitación, la degradación era más elevada, pero no excesiva, de alrededor del 5 % en las dos vacunes analizadas”.

“En un transporte por carretera a temperatura ambiente (entre 21 +/- 1 ºC) durante tres horas, no hay ningún tipo de alteración en la estabilidad del ARN mensajero, mantiene la misma integridad que en una preparación fresca de la muestra. En estas condiciones, imitando a una transferencia por carretera, no hay degradación ni de la vacuna de Pfizer-BioNTech ni de la de Moderna reconstituidas”, añade.

Elena Martín-García, también autora del trabajo e investigadora de la UPF, apunta a la solidez de los resultados. “Los datos son concluyentes y muy claros. Es impresionante la alta estabilidad del ARN mensajero en las dos vacunas analizadas”, comenta.

Esto puede permitir facilitar el proceso de vacunación, explica Olivia Ferrández, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital del Mar. “El proceso de vacunación, liderado por profesionales de enfermería, no se limita a la administración de la vacuna, sino que incluye el registro del lote de la vacuna que se administra. Nuestros resultados contribuyen a agilizar el proceso y a facilitar el trabajo”, concluye.

Referencia bibliográfica:

Grau S, Ferrández O, Martín-García E, Maldonado R. Reconstituted mRNA Covid-19 vaccines may maintain stability after continuous movement. Clinical Microbiology and Infection. https://doi.org/10.1016/j.cmi.2021.06.007


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