Andalucía /
21 de enero de 2024

La nieve también tiene su ciencia

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Amalia Rodríguez / Fundación Descubre

Asesoría científica: Javier Herrero Latón (Grupo de investigación Ecología Global de la UGR) y Raquel Sanabria de la Torre ( Dpto. de Bioquímica, Biología Molecular III e Inmunología de la UGR y Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada)

El tercer domingo de enero se celebra el Día Mundial de la Nieve, agua helada muy necesaria y a la que la ciencia andaluza también dedica estudios de investigación para conocer su comportamiento e importancia dentro del ecosistema. Los lugares con nieve también son un reclamo de turismo científico en Andalucía y la protección solar en estos enclaves es fundamental. 

Tras el paso de la borrasca ‘Irene’, que ha dejado viento, tormentas y por suerte mucha (y necesaria) agua en toda Andalucía, llega la décima de la temporada. Recibe el nombre de ‘Juan’ y hará bajar la cota de nieve a los 700 metros, según la Agencia Estatal de Meteorología. 

Nieve que, hoy celebra su Día Mundial (esta efeméride se conmemora cada tercer domingo de enero). Y tanto si nos gusta verla, tocarla y sentirla como si por el contrario estamos deseando que se derrita, es muy necesaria.

La nieve, a simple vista, tiene una tonalidad blanquecina. Foto: Adobe Stock / Victor Mulero.

La nieve, a simple vista, tiene una tonalidad blanquecina. Foto: Adobe Stock / Victor Mulero.

Blanca, fría, compacta… la nieve es el resultado de un fenómeno meteorológico que consiste en la precipitación de pequeños cristales de hielo. Copos de nieve con una morfología singular. Pese a que no todos son iguales en tamaño y densidad, estos cristales de hielo sí presentan un patrón subyacente: seis esquinas ramificadas. 

Es agua en estado sólido que, al contrario que el agua líquida, se almacena sobre la superficie donde precipita (el suelo) hasta su ablación, es decir, hasta el momento en el que se funde o se evapora. 

Pero cuando se produce una nevada, el único estado del agua no es el sólido. “Siendo precisos, una capa de nieve no es únicamente agua sólida, ya que los cristales de hielo que la forman crean un medio poroso capaz de contener agua líquida que va infiltrando por su interior y agujeros con vapor de agua”, explica a la Fundación Descubre el investigador del Grupo de investigación Ecología Global de la Universidad de Granada Javier Herrero Lantarón, especializado en medida y modelado de la nieve y que divulga contenidos sobre ella en su cuenta de X @Nevadanieve.

El investigador de la Universidad de Granada, Jesús Herrero, durante una campaña de trabajo en la nieve.

El investigador de la Universidad de Granada, Javier Herrero, durante una campaña de trabajo en la nieve.

¿Por qué vemos la nieve blanca? 

Otra característica de la nieve es su color. A simple vista la vemos blanca y las imágenes, por ejemplo, que nos llegan desde el espacio, también la reflejan con esta tonalidad. ¿A qué se debe? La respuesta está en la manera en que refleja la radiación solar. “Una superficie de nieve nueva, con cristales de hielo puros, es capaz de reflejar hasta un 90% del sol que le incide. A eso se denomina un albedo de 0.9. El que se alcanza de media en la Tierra es de 0.3.”, detalla Herrero.

Efecto albedo

Infografía del efecto albedo. Foto: Adobe Stock / valentinakru

El albedo no es siempre el mismo. “A medida que la nieve pasa más tiempo acumulada y expuesta a cambios en su estructura cristalina y a acumulación de suciedad, el albedo disminuye gradualmente, pudiendo alcanzar valores de 0.4 o incluso menores cuando está fundiendo”.

¿Por qué es importante estudiar la nieve? 

Se puede estudiar simplemente como parte del ciclo del agua. Según el investigador de la Universidad de Granada, “la capa de nieve es un embalse natural que regula los ciclos y está sometida a pérdidas. Su infiltración diferida y lenta alimenta acuíferos de manera eficaz y condiciona la hidrología de muchos ríos andaluces. La gestión racional y adecuada del agua debe contar con conocimiento de la cantidad de nieve y la previsión de fusión y retorno a los ríos, que no puede ser controlada por el ser humano”.

Otro aspecto científico de la nieve es su papel como factor abiótico (no-vivo), es decir, cómo modifica las condiciones en las que los seres vivos se pueden desarrollar. “Conocer en detalle sus propiedades, su extensión pasada y su posible comportamiento futuro sienta las bases para el estudio de aquellos seres vivos o ecosistemas más vulnerable a su presencia o ausencia”, asegura Herrero.

Asimismo, el comportamiento de la nieve es distinto según las condiciones meteorológicas dominantes a las que se somete. Así se refleja en este trabajo de investigación en el que participó Herrero y donde se compara la nieve de los Andes, del Atlas, de Pirineos y de la Sierra Nevada española y la Sierra Nevada Americana. La latitud, la altitud, la precipitación, la humedad relativa, la radiación, la historia de borrascas… son indicadores que influyen en el espesor, la duración, el porcentaje de sublimación, las formas superficiales, y, en resumen, en la forma y comportamiento de la capa de nieve.

El estudio de la nieve, como el que realiza el profesor Herrero (en la foto), permite conocer su comportamiento actual y futuro en un ecosistema variable.  

Actualmente, este científico andaluz investiga todos los factores que influyen en su dinámica, sus ritmos y su ablación. “En Sierra Nevada un porcentaje de nieve alto en torno al 15-20%, se pierde, nunca llega a los ríos. Por medio de medidas directas, imágenes aéreas o de satélite, y modelos numéricos que simulan la nieve, intentamos conocer más a fondo su comportamiento actual y su posible comportamiento futuro en un entorno cambiante”, comenta Herrero.  

Nieve en Andalucía 

En Andalucía, Sierra Nevada es precisamente la cara más visible y la estampa más icónica de la nieve, ya que por altitud su presencia es casi constante en mayor o menor medida desde octubre hasta junio. 

Cuenta con poca precipitación, alta radiación, poca humedad, periodos de alta temperatura en pleno invierno y mucha exposición al viento. “Todo ello conlleva a que la nieve tiene poco espesor, cuenta con varios ciclos de fusión en el mismo año, que densifica rápido y forma hielo con facilidad, está muy expuesta a la sublimación, se caliente fácilmente por la radiación del sol, sobre todo si hemos tenido eventos de polvo sahariano”, explica este experto.

atardecer granada y sierra nevada. Foto: Adobe Stock

Vista panorámica de un atardecer de la ciudad de Granada y Sierra Nevada al fondo. Foto: Adobe Stock.

Además de cubrir de blanco este punto de la sierra granadina, la nieve visita todos los años casi todos los macizos por encima de los 1500 metros. “En ellos forma una capa de menor duración pero con igual importancia en el ciclo hidrológico y en los ecosistemas”, matiza el investigador de la Universidad de Granada. 

Entre estos enclaves se encuentra la Sierra de las Nieves; el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama; las Sierras de Gádor, Filabres y Baza, Sierra Mágina, y las Sierras de Segura, Cazorla y las Villas, que cuando reciben nevadas conforman la mayor superficie cubierta de nieve de Andalucía.

La ciencia andaluza y la nieve 

Una ladera de Sierra Nevada.

Una ladera de Sierra Nevada.

En Andalucía, la nieve centra la atención de algunos estudios científicos, como este trabajo de la Universidad de Córdoba analiza cuánto tarda en fundirse, empleando para ello imágenes por satélite para estimar qué tiempo aproximado necesita el agua en llegar a los ríos.

Más allá de la investigación, y para promover el conocimiento de la nieve y de su entorno natural, concretamente en Sierra Nevada, estos recursos educativos trabajan aspectos como la biodiversidad.

Turismo científico de nieve

La nieve es uno de los reclamos turísticos por excelencia durante la temporada de invierno. Entre las innumerables propuestas de ocio ‘blanco’, en el portal Turismo con Ciencia existe una amplia oferta para realizar turismo científico de nieve.

En el caso de Andalucía, las actividades se desarrollan en verano, cuando se derrite la nieve y permite así acceder a las zonas más altas de Sierra Nevada para disfrutar de su flora y su fauna. En concreto, si te interesan los animales, este ‘birdwatching’ permite conocer especies adaptadas a las inclemencias del tiempo, como el acentor alpino o disfrutar del avistamiento del quebrantahuesos, sobrevolando imponentes acantilados con su magnífica silueta.

Si eres más de plantas y prefieres ver las especies vegetales que habitan y florecen en las diferentes áreas de Sierra Nevada, encontrar especies únicas, este recorrido por la flora endémica te espera.

Otra propuesta, esta vez fuera de Andalucía, ofrece contemplar el atardecer sobre las montañas a 1862 metros de altitud. Desde el punto más alto al que acceder en Asturias de manera mecánica, comienza esta ruta nocturna en Raquetas de Nieve, que incluye pequeñas paradas para observar el cielo, las estrellas y la luna.

Recomendaciones científicas contra el sol y la nieve 

Para realizar todas estas actividades de turismo científico de nieve, independientemente de que se hagan en temporada de frío o en meses de verano, hay que seguir una serie de recomendaciones para protegerse del sol y la nieve.

La presencia simultánea de sol y nieve es un entorno que aumenta el riesgo de sufrir quemaduras solares provocadas por las radiaciones ultravioletas (RUV). 

¿Qué son las radiaciones ultravioletas y cómo protegernos de ellas? 

La investigadora Raquel Sanabria

La investigadora Raquel Sanabria analiza muestras de piel en el laboratorio.

Se trata de la principal causa de daños solares como el fotoenvejecimiento o el cáncer de piel. Sin embargo, con una protección adecuada se puede prevenir estas consecuencias. Además, se recomienda tener una relación inteligente con el sol para aprovechar los beneficios que aporta.

Durante el invierno también podemos sufrir los efectos negativos de estas radiaciones. La investigadora del Departamento de Bioquímica, Biología Molecular III e Inmunología de la Universidad de Granada y Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada Raquel Sanabria de la Torre ofrece estos seis consejos para proteger la piel cuando estamos en contacto con la nieve: 

  • Utiliza ropa adecuada para protegerte del frío y la radiación UV, como gorros, bufandas y guantes. Ten en cuenta que la ropa es una de las mejores barreras. Por lo mismo, la manga larga es una de las medidas de fotoprotección que utilizarás sin problema. Además, intenta utilizar un sombrero de ala ancha (7 cm) para aumentar la protección de tu cara. Si utilizas un gorro de lana que no cumpla esa función, cubre tu cara y los laterales con la bufanda o braga. 
  • Aplica un protector solar de amplio espectro con al menos SPF 30 en todas las áreas expuestas, incluyendo el rostro, cuello, orejas y manos. Para su correcto funcionamiento tienes que aplicarte la crema 30 minutos antes de salir. Asimismo, igual que en todos los entornos en el de sol y nieve también, el fotoprotector se debe reaplicar cada 2 horas. 
  • No olvides proteger los labios con bálsamo labial con factor de protección solar.
  • Hidrata tu piel regularmente, ya que el ambiente frío puede resecarla. 
  • Utiliza gafas de sol con protección UV para resguardar tus ojos de la intensa reflectividad de la nieve. Siempre ten en cuenta que las gafas tengan una montura que cubra gran parte de la cara y que tengan el sello CE. 
  • Evita largas exposiciones al sol, especialmente durante las horas pico de radiación UV. Para ello puedes consultar el UVI ( https://www.aemet.es/es/eltiempo/prediccion/radiacionuv) en varias aplicaciones en tu móvil o en la página de AEMET. Cada vez que el nivel de radiación ultravioleta sea superior a 3 debes empezar a emplear medidas de fotoprotección. 
La investigadora Raquel Sanabria de la Torre, de la Universidad de Granada y el Hospital Virgen de las Nieves

La experta en dermatología Raquel Sanabria (UGR- Hospital Virgen de las Nieves) analiza el estado de la piel de un paciente.

Recuerda: si estás en un entorno de sol y nieve o de elevada altura los rayos solares que llegan a tu piel son más fuertes.

Ahora que ya sabes que la nieve no siempre es blanca, sino que adquiere ese tono por el reflejo de la luz sobre los copos, por qué se estudia sus efectos y que el protector solar también lo necesitas si te expones a ella, ¿preparados para disfrutarla? Estos días de temporal, lo que sí es seguro es que la borrasca Juan dejará nieve a su paso por muchos puntos de Andalucía.


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