Biomoléculas de piel de rana para curar a los peces
Un equipo de investigación de las universidades de Huelva, Murcia y Sevilla ha elaborado una medicación alternativa a los antibióticos de uso habitual en la acuicultura. Este nuevo fármaco, que defiende el organismo de las especies acuícolas ante quince tipos de bacterias y cuatro virus, es más económico y sostenible.
Carmen lleva veinte años en una piscifactoría y sabe cuándo los ejemplares de lubina que crían están enfermos. Ahora mismo observa cómo muchos nadan en espirales descendentes, desorientados. Se les ha oscurecido el color de las escamas y tienen hemorragias en la zona de las branquias. El análisis confirma lo que ella ya sospechaba: tienen fotobacteriosis, una de las enfermedades bacterianas más devastadoras para muchas especies de interés acuícola.
Los más afectados serán los alevines, las crías de lubina más jóvenes, que al tener un sistema inmune más inmaduro, son más susceptibles a las enfermedades. Por eso la presencia de este patógeno requiere el empleo de antibióticos para evitar que se extienda. Sin embargo, éste fármaco se disemina en el agua que habitan los peces, lo que puede afectar al entorno y no los protege ante la presencia de otros agentes infecciosos de tipo viral.
Para poner remedio a las limitaciones de los antibióticos, un equipo de investigación de las universidades de Huelva, Murcia y Sevilla ha diseñado un fármaco con biomoléculas del sistema inmune de los peces y la piel de rana para combatir las enfermedades más habituales de la acuicultura.
Este nuevo tratamiento se presenta como una alternativa más eficaz y económica a los antibióticos que se emplean normalmente y ha demostrado su actividad ante cuatro tipos de virus y quince bacterias que afectan a este sector. Además, posee propiedades antifúngicas, es decir, evita la presencia de hongos y, una vez encapsulado, la medicación podrá suministrase vía oral con el alimento de los peces en vez de diseminarse en el agua.
Enfermedades devastadoras
Este sector se enfrenta a la presencia de enfermedades como el nodavirus o la fotobacteriosis en los tanques y a la resistencia de que las bacterias nocivas desarrollan ante los antibióticos de uso masivo. Esto se produce porque los microorganismos van modificando su metabolismo hasta que los medicamentos dejan de hacerles efecto.
El fármaco propuesto por los investigadores está realizado con los péptidos modificados Caerina 1.1 y NK-Lisina, presentes en la piel de las ranas y en el propio sistema inmunitario de los peces respectivamente. En el estudio publicado en Aquaculture, explican que estas moléculas contienen aminoácidos que se agrupan formando una cadena con forma de hélice. “Tienen una función de vital importancia en el sistema inmune innato de muchos seres vivos, incluidos los humanos, puesto que reaccionan a los agentes patógenos y defienden el organismo de los mismos”, explica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Huelva Rosa León.
Estas biomoléculas presentan otra enorme ventaja para casos como el de la piscifactoría de Carmen, dado que al encapsularse, se podrán administrar por vía oral sin dañar el entorno en el que viven los peces.
Precisamente en esta última cuestión, la de encapsular la sustancia, se centran ahora los equipos de investigación Unidad de mejora genética de organismos fotosintéticos del RENSMA de la Universidad de Huelva, el Departamento de Biología Celular e Histología de la Universidad de Murcia y Departamento de Química-Física de la Universidad de Sevilla. Una vez que lo logren mediante el empleo de microalgas o nanopartículas y consigan, además, alargar los efectos de este fármaco, Carmen podría adquirirlos para mejorar la salud de los peces que cría.
Según la FAO, la acuicultura de piscifactorías produce 54 millones de toneladas de peces de aleta a escala mundial, el equivalente a 125.000 millones de euros, aproximadamente. “En este sector, que genera tantos recursos para el ser humano y mueve tanto capital, el método que proponemos añade valor porque supone una producción más económica para los productores y es más sostenible para el medio ambiente”, concluye León.
Más información en #CienciaDirecta: Diseñan un fármaco con biomoléculas de piel de rana para combatir enfermedades en especies acuícolas
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