Zona de manglares en el acuario de Sevilla. /M.V.M.

El nuevo acuario de Sevilla ya es una realidad tras los trabajos acometidos para hacer el recinto más tecnológico, ecológico y sostenible, y que permitirán que el visitante pueda recorrer los mares del mundo y sus variedades de especies. Emulando la primera vuelta al mundo de las cinco naves de Magallanes, el visitante puede atravesar el Océano Atlántico, de ahí al Océano Pacífico y al Índico, diferenciando así las diferentes especies de cinco grandes áreas del planeta y los ecosistemas en los que habitan.

2019 es el año en el que se cumplen 500 años del inicio desde el puerto de Sevilla de la primera vuelta al mundo de Magallanes. Así, según explica el Director del Acuario de Sevilla, José Antonio Romero, “el homenaje a esta ruta es una prioridad para acercar a Sevilla el amor por los peces y mar y el mayor conocimiento del tema ecológico y de sostenibilidad”. Y es así como la ciudad de Sevilla comienza a acercarse a sus especies más cercanas al comienzo de la muestra en uno de los primeros tanques que reproduce el ecosistema del río Guadalquivir. Este entorno recreado de agua dulce alberga especies conocidas autóctonas, como la anguila en peligro de extinción, así como especies invasoras habituales como la carpa, trucha arcoíris y la perca americana. De ahí al también cercano ambiente de marismas de Doñana, donde destaca el salinete (Aphanius baeticus), pez llamado así por su tolerancia a distintas condiciones de salinidad.

Tras los entornos más cercanos, comienza el viaje de Magallanes a través del Atlántico observando las grandes praderas submarinas repletas de corales y las grandes especies del océano como son los tiburones, sepias o mantas rayas. Así se llega a la nueva jungla tropical, un espectáculo de vegetación y color donde destacan las grandes anacondas verdes, iguanas y las pequeñas ranas de colores, famosas por su veneno letal, “aminorado por la alimentación que se les ofrece en las condiciones del acuario”, aclaran los biólogos del centro.

Laboratio de medusas. /M.V.M.

‘Calma’ tras la tormenta

Una gran tormenta recrea la aventura de la comitiva de Magallanes y simula el paso del estrecho hacia el océano pacífico. Es así como el visitante accede a la exposición de medusas llamada ‘Calma’. A través de siete tanques, el visitante puede observar la gran diversidad de especies de este animal que habita en todos los mares del mundo destacando la ortiga del Pacífico, la especie luna o la medusa puntos blancos (Phyllorhiza punctata).

En la misma exposición de medusas el visitante puede ver en tiempo real el trabajo de laboratorio de cría en cautividad de las especies expuestas que, a través de un cristal, exponen las fases del proceso en la que los expertos trabajan. La cría se realiza a través de reproducción asexual, mediante pólipos (larva de la medusa) que se someten a un estrés térmico, y así se dividen en minúsculas efiras, pequeñas medusas que madurarán en los tanques de laboratorio destinados a cada especie.

La expedición de Magallanes simulada en el nuevo acuario finaliza con la nueva zona expositiva dedicada a los manglares de las Islas Molucas. Allí se reproduce un bosque de especies de manglares, 20 especies de corales y centenares de llamativos peces tropicales como el pez ángel, pez mariposa, pez cirujano y otras especies del Indo-Pacífico donde finaliza el recorrido simulado.

Investigación, ciencia y desarrollo

Además de la educación y la concienciación medioambiental como elementos clave que ofrece el centro de interpretación, “la tradición investigadora del centro continuará creciendo y siendo una prioridad”, afirmó el director del centro, José Antonio Romero. De esta forma, el acuario de Sevilla continúa y prevé ampliar la colaboración habitual con laboratorios de centros de investigación, como la ya existente con el Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla.