El informe presentado por Aurora Genovés constata que la mayoría de los crímenes han sido premeditados por el agresor y calificados en un 79% como delito de asesinato y muestra un patrón de conducta de un agresor que suele actuar con una «violencia consciente» y premeditada, buscando la situación en la que víctima se encuentre más indefensa, tal como confirma la aplicación mayoritaria de la circunstancia agravante de alevosía en las condenas judiciales (91%) para su calificación como asesinato.

El estudio también revela que el 78% de los asesinatos analizados se cometieron en el domicilio común de víctima y agresor y el 49% de ellos en el dormitorio, un dato que, a juicio de la consejera, constata que, cuando hay una situación de maltrato, la convivencia se convierte en un factor de riesgo importante que debe ser analizado.

Igualmente, el informe refleja que hay una importante prevalencia de los casos de muerte por violencia de género en poblaciones con menos de 20.000 habitantes, que aglutinan cerca del 40% de los crímenes machistas cometidos en Andalucía entre 2005 y 2015. En cuanto al origen de procedencia de las víctimas, de las 150 mujeres asesinadas en Andalucía en el periodo comprendido en el informe, 25 de ellas eran extranjeras. Para  combatir ambos hechos, la consejera de Justicia e Interior anunció el establecimiento de un sistema de información específico para mujeres extranjeras que no hablan bien el castellano y el fortalecimiento de la labor informativa y preventiva de las administraciones públicas en el medio rural. Rosa Aguilar también anunció que este estudio es el primero de otros y la apuesta por la investigación para “que el conocimiento nos dé herramientas para luchar más mejor contra la violencia”.

En sus palabras de bienvenida la vicerrectora de Vida Universitaria y Responsabilidad Social, Rosario Mérida Serrano, expresó su confianza en  que las conclusiones del documento que ayer se presentaba “sirvan de asesoramiento para la adopción de medidas efectivas contra la lacra social que representa la violencia contra las mujeres”. Mérida también destacó el papel primordial de la Universidad en el ámbito de la educación, la prevención y la inclusión y reiteró el compromiso de la institución en  “seguir trabajando contra esta situación de terrorismo social”.

La directora de la Cátedra Intecultural hizo referencia a la violencia de género “como esa mancha de aceite que lo va impregnando todo”, pero que es necesario relacionarlo con otros estereotipos negativos para las mujeres como las denuncias falsas, el mito del amor romántico, la brecha salarial y “las otras violencias que estamos sufriendo durante todo el año”.

Isabel Ambrosio felicitó a Genovés por el empeño en el desarrollo de un “un estudio único y pionero que debe ayudarnos a saber en qué podemos mejorar”. La alcaldesa subrayó la necesidad del trabajo coordinado y la suma de esfuerzos para combatir esta lacra social.

Dulcenombre Rodríguez insistió en la necesidad de analizar las razones por las que se archivan muchas denuncias interpuestas por víctimas de violencia de género y la denegación de muchas órdenes de alejamiento.