Huelva /
04 de marzo de 2022

Yodo para la madre, buena leche para el bebé

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca

Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha determinado que un bajo nivel de este mineral en las gestantes conlleva una serie de cambios en la composición en el alimento para el bebé. El trabajo abre las puertas a nuevos estudios que favorezcan el correcto aporte de nutrientes durante la lactancia.

Cualquiera que haya pasado por la experiencia de la maternidad conocerá el sentimiento de incertidumbre e inseguridad que surge en el instante en que te entregan a un ser humano que depende totalmente de ti. Tras el parto, se producen miles de dudas para la nueva madre que quedará convertida en la referencia principal para ese nuevo ser que comienza su vida, especialmente si opta por la lactancia natural.

Según la Asociación Española de Pediatría, muchas madres expresan preocupación en torno a la lactancia, fundamentalmente sobre si tendrán suficiente leche para alimentar a sus hijos o si será de la calidad necesaria para nutrir correctamente a sus pequeños.

En el momento en el que una mujer queda embarazada, incluso antes, comienza un periodo de búsqueda de información en torno a todos los aspectos relacionados con sus cuidados y sobre la salud de la ‘personita’ que viene en camino. Además, debe añadir a su dieta complementos que contribuyan a una correcta evolución de la gestación. Algunos, como el hierro o el ácido fólico, forman parte de los suplementos habituales. Sin embargo, aún se conoce poco sobre los beneficios que otros compuestos aportan al desarrollo físico y neurológico del bebé

Afortunadamente, cada vez son más los estudios que arrojan luz y facilitan el tránsito a la nueva situación. En esta tarea, un equipo de investigación de la Universidad de Huelva y el Hospital de Riotinto lleva años profundizando en distintos aspectos sobre la lactancia y los elementos y compuestos que se transmiten al bebé para su correcta evolución.

Ahora, en un artículo publicado en la revista Food Chemistry los expertos han relacionado una deficiencia de yodo en las madres con los componentes nutricionales de la leche. La investigación ha confirmado que se observa la alteración de hasta 31 compuestos que cumplen una función importante en el desarrollo del bebé, como el selenio o el zinc. Este trabajo demuestra la importancia del yodo en la producción de una leche materna que provea de todos los nutrientes necesarios al lactante y determina qué compuestos se ven alterados ante su deficiencia.

El estudio ha consistido en el análisis metabolómico que caracteriza las moléculas pequeñas del organismo, los metabolitos, y cómo se comportan. La metabolómica ofrece información sobre lo que ha ocurrido o está ocurriendo en un momento exacto, no como la genética, que plantea lo que podría suceder. Con esta técnica se puede conocer también la influencia de alguna sustancia específica en la aparición o desaparición de otros compuestos, establecer biomarcadores que permitan un diagnóstico efectivo o monitorizar modificaciones que se producen tras algún tratamiento. Además, se han encontrado relaciones directas con el análisis combinado de minerales como el selenio, cobre, zinc, hierro y manganeso.

El equipo de la Universidad de Huelva responsable de la investigación.

En el caso de este trabajo, se ha realizado el análisis simultáneo de miles de metabolitos en busca de cambios para cuantificar la diferencia de estas moléculas entre madres con déficit de yodo y otras con los niveles normales. “Con el estudio metabolómico conocemos qué ocurre en un momento concreto. Es decir, determinamos la información del último mecanismo de acción de los compuestos: genes, proteínas y metabolitos. Así tenemos una información más real de lo que medimos”, indica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Huelva Tamara García, autora del artículo.

Gambas para tener ‘buena leche’

El yodo es un elemento que se encuentra en el organismo y se asimila mediante la dieta, especialmente mediante pescados o mariscos, sal yodada o productos lácteos, entre otros. Participa en procesos neuromusculares y tiene una función importante en el sistema hormonal. Además, está presente en multitud de vías metabólicas como la de los lípidos, fundamentales en el mantenimiento de las membranas celulares y para la supervivencia de las células. También está en el ciclo de los aminoácidos, presentes en las proteínas y con un papel clave en casi todos los procesos biológicos, ya que funcionan como vínculo para llevar nutrientes al organismo. Por otro lado, se encuentra en el ciclo de los ácidos tricarboxílicos, que participan en la respiración celular, y en la glucólisis, principal ruta para el metabolismo de la glucosa y la obtención de energía inmediata.

Tras conocer los niveles de yodo en el momento del ingreso hospitalario para dar a luz, se seleccionaron a 40 mujeres, la mitad con niveles normales y la otra mitad con déficit. 48 horas después del parto, se tomaron muestras de leche materna. Las mujeres participantes en el estudio estaban sanas, era su primer parto y no existían complicaciones perinatales ni ninguna patología infantil.

El yodo es un elemento que se encuentra en el organismo y se asimila mediante la dieta, especialmente mediante pescados o mariscos, sal yodada o productos lácteos. Foto: LHcheM [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons.

Mediante un sistema analítico que combina distintas técnicas los expertos obtuvieron toda la información metabolómica de la leche de estas madres para conocer la diferencia existente entre uno y otro grupo.Los resultados de la investigación han confirmado que la concentración de selenio, zinc y cobre era significativamente menor en el grupo con deficiencia de yodo. Estos minerales pertenecen a diferentes vías metabólicas que afectan al aporte de moléculas importantes de la madre al hijo mediante la lactancia, como los glicerofosfolípidos, compuestos involucrados en el neurodesarrollo.Con esta publicación aumentan los datos contrastados de los beneficios de la lactancia y contribuye a la información para las madres sobre los cuidados durante el embarazo para el correcto desarrollo de los neonatos.

Las mujeres que opten por la lactancia natural deben incluir, por tanto, alimentos que las nutran con el yodo necesario para enriquecer a sus pequeños. Carabineros, bogavantes, langostinos o un buen plato de almejas de carril, la excusa perfecta para una mariscada prenatal. Todo sea por el bienestar del futuro bebé.

Más información en #CienciaDirecta: Demuestran que la deficiencia de yodo en las embarazadas afecta a la calidad de la leche materna


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