Córdoba /
22 de febrero de 2021

Viajar en el tiempo para proteger el olivar andaluz del cambio climático

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Sandra Ramírez / Fundación Descubre

Grupos de investigación de IFAPA, de la Universidad de Córdoba y de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un sistema que simula cómo afecta el aumento de temperatura y la disminución de precipitaciones en el cultivo del olivo. Debido a la amplia gama de condiciones meteorológicas dentro de Andalucía, este estudio permite diseñar soluciones específicas para las diferentes comarcas olivareras.

 

¿Te imaginas poder ver el futuro y saber cómo afectará el cambio climático al olivar en Andalucía o predecir cómo será la producción de la aceituna dentro de 100 años? Para esto no hace falta montarse en un vehículo viajero como el DeLorean de la película ´Regreso al Futuro´, la ciencia y los modelos climáticos lo hacen posible.

Los modelos de simulación proporcionan, a partir de aplicaciones informáticas, una idea de cómo afectan al planeta las variaciones atmosféricas, como por ejemplo el aumento de la concentración de dióxido de carbono. Mediante tecnología computacional, muchos investigadores utilizan estos modelos para buscar una solución ante el impacto que el cambio climático pueda tener en los cultivos.

Imagen de una toma de muestras en campos de cultivo de olivo.

En el caso de Andalucía, un equipo de investigación ha aplicado esta especie de ‘máquina del tiempo’ para conocer cómo afectará el aumento de las temperaturas y la disminución de precipitaciones a la producción de aceituna.

En concreto, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) de Córdoba, la Universidad de Córdoba y el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM-CEIGRAM) han desarrollado un modelo que predice los efectos del cambio climático sobre el cultivo del olivar en Andalucía.

La herramienta, denominada AdaptaOlive 2.0 simula, a través de ecuaciones, el comportamiento del olivo en condiciones meteorológicas futuras. El modelo realiza un balance de agua en el suelo a escala diaria para determinar el nivel de estrés hídrico (problema ante la disminución de precipitaciones) que sufre el cultivo en cada momento, y evalúa los componentes meteorológicos que podrían generar problemas de floración y reducciones en la cosecha.

Para realizar estas simulaciones, los investigadores han empleado modelos climáticos, creados a partir de la información meteorológica medida por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en diversas localidades andaluzas durante el periodo 1980 – 2010, para así poder simular lo que podría ocurrir a mediados y finales del siglo XXI. De esta manera, han conseguido crear 149 nuevas combinaciones de clima abarcando un amplio rango de variaciones meteorológicas.

Esta investigación permite medir el efecto del cambio climático sobre el olivar mediterráneo y crear estrategias específicas según el lugar en el que se encuentre el cultivo. «En la versión 2.0 de AdaptaOlive se han añadido funciones que evalúan los posibles daños en floración ocasionados por las altas temperaturas y por la falta de frío invernal. Nuevas funciones, que junto a las que ya presentaba el modelo, hacen que las predicciones sean más robustas», explica a la Fundación Descubre el investigador de IFAPA, José Manuel Cabezas Luque.

El investigador José Manuel Cabezas Luque trabajando en el laboratorio.

Distintas estrategias para un mismo problema

Debido a la amplia gama de climas dentro de la cuenca mediterránea, en el estudio se han evaluado 3 ambientes diferentes: inviernos fríos y secos (como en Granada y Jaén), inviernos suaves (Sevilla y Jerez) y condiciones intermedias (Córdoba).

Según los investigadores, las zonas con más cambios se sitúan en la última sección de la cuenca del Guadalquivir y zonas costeras debido al aumento de temperaturas invernales. También sobre las zonas olivareras de secano situadas en la provincia de Jaén por la disminución de precipitaciones.

Contar con condiciones climáticas tan diferentes en Andalucía provoca que un incremento de la temperatura de 3 o centígrados en Sevilla, que actualmente cuenta con inviernos suaves, genere problemas en la floración del olivo. Pero, sin embargo, en Jaén o Granada este mismo aumento no tendrá efectos significativos.

Los expertos apuntan que, debido al cambio climático, se estima que la producción de aceite de oliva en olivares de secano, mayormente ubicados en Jaén, podría incluso subir gracias al efecto positivo del aumento del CO2 en la atmósfera en el futuro cercano, mientras que en aquellas zonas con inviernos suaves (como Sevilla o Jerez) la producción se podría reducir hasta en un 32% por causa de la falta de frío invernal.

En relación con las medidas a tomar para asegurar la sostenibilidad del olivo en Andalucía, en zonas con inviernos suaves como Huelva, Cádiz o Sevilla, los investigadores recomiendan utilizar variedades con menores requerimientos de frío. En cambio, en zonas donde las precipitaciones son reducidas y con frecuentes episodios de sequía (como Jaén o Granada), se recomienda el uso de estrategias de riego deficitario.

AdaptaOlive 2.0. evalúa el efecto del cambio climático sobre el olivar mediterráneo y permite crear estrategias específicas según el lugar en el que se encuentre el cultivo.

No hace falta viajar al futuro. Las recomendaciones propuestas en el trabajo ya se pueden poner en práctica en el presente para reducir los peligros ante la escasez de agua y el incremento de las temperaturas. Unos efectos atmosféricos que, como ya han avisado los meteorólogos, cada vez serán más frecuentes.

Más información en #CienciaDirecta: Desarrollan un modelo que predice el impacto del cambio climático sobre el olivar andaluz según su zona de cultivo.


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