Vestigia, el guardián tecnológico de la cadena de producción
Los conocimientos en ingeniería de un grupo de jóvenes dieron lugar en el verano de 2018 a Vestigia, una empresa de base tecnológica que, en Sevilla, ayuda a otras compañías a controlar la trazabilidad de sus productos desde que obtienen la materia prima hasta que llegan al consumidor. Ofrecen una solución que facilita visibilidad y control de la cadena producción en lo que denominan eficiencia 4.0 para evitar costes y riesgos, y vender más.
Un grupo de ingenieros industriales, de sistemas e informáticos de la Universidad de Sevilla, con más de 20 años de experiencia, está detrás de Vestigia, una empresa de base tecnológica que utiliza la aplicación del mercado financiero denominada Blockchain (cadena de bloques en inglés). Colabora con compañías de sectores que van desde el agroalimentario al del calzado para controlar todo el proceso de la cadena de suministro, desde la materia prima hasta que el producto llega al consumidor.
Así, esta ‘startup’ sevillana, que ha sido ganadora del primer Open Call Alastria 2018 en Andalucía, utiliza la tecnología BlockChain para tener poder de evaluación del producto en cada fase de su configuración.
“Actualmente vivimos en unos momentos en los que cotidianamente consumimos cientos de productos de todo tipo, que están disponibles en cualquier lugar y momento. Desde el café que nos tomamos al levantarnos, hasta los productos de aseo que utilizamos al acostarnos, todos han pasado por un proceso productivo hasta que han llegado hasta nuestros hogares”, señala el CEO de Vestigia, José Manuel Avelino.
Son productos que se adquieren en tiendas o Internet, o se consumen en bares de la ciudad pero que se pueden haber procesado en la otra punta del mundo. El BlockChain viene a dotar de seguridad ese algunas veces largo y desconocido viaje desde la fábrica al consumidor, con un sistema inteligente que los vigila, de tal modo que si, por ejemplo, se produce una alerta sanitaria que afecta a un alimento, bloquea los lotes afectados para que no lleguen al supermercado. En el caso de que el consumidor ya lo tenga en casa, se podría lanzar una alerta a su móvil indicándole que no lo consuma.
BlockChain es una tecnología que funciona como una base de datos en la que existen miles de copias, con unas reglas muy exigentes para guardar la información. Una vez que los datos sobre los productos son almacenados en ella, estos se vuelven inmutables e inmodificables dejando una traza que no se puede alterar y que facilita información sobre lo que le ha pasado al producto en cada momento.
Vestigia aplica este sistema con clientes andaluces de la industria del vino, que están exportando sus productos a Estados Unidos o Australia, del sector del calzado y el gourmet, o británicos de la industria agroalimentaria, en la que también tiene una buena implantación en España, donde empieza a trabajar, en este caso en Aragón, dentro del segmento del porcino, a través de la incubadora de alta tecnología Porcinnova.
Actualmente, como se ha visto en la crisis de la listeria este pasado verano en Andalucía, la capacidad de respuesta ante un fallo en un producto es esencial, y el BlockChain puede ser muy útil, también con juguetes defectuosos o potencialmente dañinos para niños podrían ser retirados al momento, gracias a esta tecnología que se basa en el denominado Internet de las Cosas (IOT, por sus siglas en inglés).
“Usando varias tecnologías inalámbricas, cuando una de nuestras antenas detecta un producto saliendo de un almacén, comprueba en tiempo real que no esté caducado, que no tenga un problema de fabricación o incluso que está en el buen almacén para llegar a tiempo a su punto de destino. De forma automática y en tiempo real, en el caso de que el producto fuera defectuoso, nuestra Blockchain se podría en contacto con el operador logístico comunicándose con su software o a su teléfono móvil para no dejar expedir el producto”, explica Avelino.
Vestigia surgió precisamente de la sensación de vulnerabilidad que uno siente ante una intoxicación alimentaria. Fue lo que le ocurrió al hoy director de esta empresa, para quien es esencial saber qué se está comprando en cada momento.
La plataforma que creó junto con sus socios está diseñada para controlar la trazabilidad del producto en cuestión, lo cual significa estar, aunque sea remotamente, en cada fase del proceso del alimento o el artículo, pudiendo tomar decisiones de forma automática en coordinación con la empresa que lo fabrica o lo comercializa.
“Estábamos preocupados por el origen y el proceso que los alimentos habían sufrido hasta que llegaban a nuestras mesas. Por aquel entonces, en los medios de comunicación se publicaba una noticia sobre el fraude con atún adulterado en España, que había provocado cientos de intoxicaciones. Decidimos que podíamos colaborar a protegernos como consumidores, y a proteger a los cientos de empresas que hacen las cosas bien, de desaprensivos que introducen por canales supuestamente oficiales productos dañinos”, relata Avelino sobre los orígenes de Vestigia.
“Pensamos que podíamos ofrecer a familiares, amigos y a tantas empresas, que con tanto esfuerzo miman sus productos, un sistema seguro de protección y comprobación del origen de los productos y ayudarles a que no se pueda falsificar su marca. Conocíamos la manera y la tecnología Blockchain y pensamos que podíamos aportar mucho”, agrega.
El control exhaustivo de la cadena logística es, así, el leitmotiv de Vestigia, que, en un campo en el que los cambios no dejan de sucederse casi al minuto, busca ampliar su mercado, que llega también al ámbito sanitario, con productos de hospitales sobre los que también se certifica su originalidad para evitar fraudes.
Una etiqueta criptográfica contra la falsificación
El sistema se completa con una etiqueta criptográfica, la cual no se puede alterar ni falsificar, lo que “asegura una trazabilidad completa y veraz del producto», indican sus promotores. Los barriles de vino que el sector andaluz vende a Japón o Estados Unidos para la fabricación de whisky llevan ya esta etiqueta inteligente, y los calzados hechos en Valverde del Camino también se están identificando con ella.
Mirando el tema desde otra perspectiva, las empresas cada vez están más presionadas por mejorar sus costes, puesto que el precio es una de las variables fundamentales que inclinan a los consumidores a adquirir el producto, en un mercado cada vez más competitivo, que también se guía por la diferenciación.
En este sentido, Vestigia se configura como una solución tecnológica disruptiva que agiliza la carga de trabajo administrativo necesaria para controlar los productos, con una tecnología capaz de gestionar los riesgos que existen durante la operación, como pueden ser problemas de calidad, caducidad, errores de envío, inventarios o devoluciones.
“La tecnología de Vestigia utilizando Blockchain se convierte en un notario digital, un robot inteligente que finalmente acompaña a los productos durante toda su vida y que los consumidores pueden consultar desde su smartphone”, comenta.
Encuadrados en el programa Minerva de la Junta de Andalucía y Vodafone para empresas de base tecnológica, estos emprendedores han conseguido ser uno de los proyectos elegidos por el Centro de Servicios Europeos a Empresas Andaluzas para su programa ‘Scale Up’ 2019 con el que ya dan sus primeros pasos en el mercado comunitario.
Suscríbete a nuestra newsletter
y recibe el mejor contenido de i+Descubre directo a tu email