Granada /
15 de marzo de 2018

Una de cada tres personas ha padecido un trastorno del sueño

Fotografía ilustrativa de la noticia
La dificultad a la hora de detectar los signos es uno de los principales problemas y se prevé que un 80% no son diagnosticados. Roncar mucho, no dejar de hablar o moverse continuamente, impresión de asfixia, dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos, sensación de sueño ligero o de cansancio diurno son algunos de los principales rasgos de padecer un trastorno del sueño.

A lo largo de nuestra vida la calidad del sueño puede variar por diversos factores, tanto ambientales, alteraciones en nuestra vida o trastornos médicos o psicológicos. Tener un adecuado descanso es un pilar básico de nuestra salud y nuestro rendimiento diurno. Según la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada-Grupo Lo Monaco, una de cada tres personas ha padecido un trastorno del sueño, y en muchas ocasiones no son diagnosticados lo que afecta directamente al tratamiento.

Este estudio constata que las personas con trastornos no suelen ir al médico por este problema

Dicha falta de diagnostico se da principalmente porque: o no se busca ayuda ya que es difícil percibir o saber identificar los síntomas; o porque cuando el paciente llega a su primera consulta hay dificultades a la hora de presentar el caso y las características más relevantes del mismo. “A menudo, la persona ofrece una serie de datos que no son importantes para el caso, obviando otros elementos imprescindibles. Y por otro, por ejemplo, si la persona duerme sola no puede percibir algunos de los síntomas clave como roncar, hablar o moverse continuamente”, apunta el Dr. Alejandro Guillén Riquelme, experto de la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco.

Primeramente, se debe acudir al profesional correcto. Por ello, en una fase inicial, sería conveniente acudir al médico general, ya que, aunque el trastorno del sueño sea el origen de la demanda, este puede estar producido por otras causas que son las que debieran tratarse en primer lugar. Este hecho es especialmente relevante cuando los problemas de sueño surgen de forma aguda; es decir, que aparecen repentinamente en lugar de hacerlo de forma gradual y siendo más problemáticos con el paso del tiempo. Sin embargo, muchas personas no saben cuándo es el momento de buscar ayuda.


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