Huelva /
03 de noviembre de 2021

Un microbio de Huelva que aprovecha los restos de pan para extraer azúcar

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca / Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha aislado una nueva cepa de un microbio que vive en las marismas del río Odiel con alta capacidad para degradar el almidón en azúcares simples. Tras analizar su composición la proponen como candidata para incluirla en procesos como la fabricación de subproductos derivados de desechos del pan, el tratamiento de residuos o la fabricación de telas.

Cuando se habla de microbios, inmediatamente surgen imágenes de pequeños monstruos que pueden hacérnoslo pasar mal, especialmente aquél que tiene toda la población del mundo en mente: virus, líquenes, arqueas, hongos, bacterias… Sin embargo, la naturaleza nos regala innumerables especímenes de estos ‘bichitos’ que no solo nos benefician sino que permiten que mejoremos nuestro modo de vida.

Microbiota.

Un ejemplo es el que ha aislado un equipo de investigación de la Universidad de Huelva, el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis del CSIC y el Centre for Marine and Environmental Research de la Universidad de Algarve de Portugal en las marismas del Odiel en Huelva que permite la obtención de glucosa y maltosa, muy usadas en los edulcorantes de los refrescos.

Lo han presentado como Haloarcula sp HS en un artículo publicado en la revista Biology y han confirmado que produce unas proteínas, llamadas amilasas, en mayor cantidad que otros organismos similares. Estas enzimas rompen las cadenas de los almidones y los convierten en azúcares simples.

Concretamente, han confirmado que a partir de los desechos del pan y mediante la acción de las amilasas extraídas de Haloarcula sp. HS se obtienen azúcares para la producción de muchas moléculas de alto valor industrial como el glicerol, el etanol o el ácido láctico, ampliamente utilizados como conservadores de los alimentos o como aditivos de combustibles, entre otros usos.

El equipo ha aislado una nueva cepa de un microorganismo que vive en las salinas situadas en las marismas del río Odiel.

Haloarcula sp HS, pertenece a las arqueas, que cuentan con una estructura celular similar a las bacterias. La principal ventaja que aporta frente a otros organismos con alta actividad amilasa es que vive en ambientes con alta concentración de sal y temperatura como son las marismas del río Odiel en Huelva. “Esto hace que sus enzimas puedan intervenir en procesos industriales que requieran temperaturas y salinidad altas sin perder su actividad”, indica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Huelva Patricia Gómez, autora del artículo.

Así, lo proponen como una fuente válida para la obtención de estas sustancias, muy demandadas en la actualidad. Principalmente, las industrias que trabajan con materia prima procedente de productos vegetales como las panificadoras o las textiles. La acción de las enzimas producidas por esta arquea puede lograr subproductos que sumen valor a sus procesos ya que pueden aplicarse para la obtención de derivados del azúcar, biocombustibles, detergentes, cervezas, alimentos para animales o productos farmacéuticos.

La investigadora de la Universidad de Huelva Patricia Gómez, autora del artículo.

Identificar, caracterizar y aplicar

Tras seleccionar entre diversas cepas la que mejor podría adaptarse a las necesidades de producción de amilasa a gran escala, confirmaron que la producción de la proteína no se reducía al aplicar condiciones de tolerancia extrema, lo que la hace apta para intervenir en procesos industriales en los que se necesitan estas circunstancias.

Por ejemplo, las amilasas son necesarias en las industrias textil y del papel para eliminar el almidón empleado en el proceso de desencolado y el tratamiento de revestimiento. A los detergentes, por su parte, se les suelen añadir porque aportan más suavidad a la ropa y mejoran el rendimiento del lavavajillas, aparte de hacerlos más sostenibles. Otros campos de aplicación de las amilasas son la biomedicina y la farmacia, para el tratamiento de trastornos digestivos.

Por último, se utilizan ampliamente para la conversión del almidón procedente de desechos alimentarios y agronómicos en azúcares fermentables, que se requieren como materia prima para la producción de combustibles o productos químicos de gran demanda. En esta línea, los expertos confirmaron que esta cepa es idónea para la elaboración de subproductos de la industria panadera.

El paso siguiente que plantean los investigadores es la obtención de este microorganismo en biorreactores, unos recipientes que mantienen un ambiente biológicamente activo y provocan la proliferación de los microorganismos, con una metodología que permita su producción a nivel industrial a bajo coste, además de confirmar su idoneidad en otros usos industriales.

Al reconocer que un microbio contribuye a la obtención de productos como la glucosa, inmediatamente el dibujo mental del monstruo invisible se transforma en una imagen más amable, más cercana, más dulce.

Más información en #CienciaDirecta: Identifican un nuevo microorganismo en Huelva que descompone el almidón para su aplicación industrial


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