Córdoba /
21 de febrero de 2020

Cómo acabar con los malos olores de los vertederos sin dañar el medioambiente

Fotografía ilustrativa de la noticia

Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba, con la colaboración con la empresa Odournet, ha realizado un estudio de los contaminantes generados en una instalación que trata 285.000 toneladas/año de residuos municipales. La principal conclusión es que los biofiltros empleados para minimizar los olores tienen un efecto inmediato en las emisiones, es decir, a menor olor, menor contaminación.

La gestión de residuos es una práctica habitual que busca preservar el medioambiente y la salud, así como mejorar la calidad de vida de la población. Sin embargo, el tratamiento de residuos tiene efectos negativos que preocupan a la misma población: los malos olores son parte del precio que hay que pagar por gestionar nuestra basura.

Vertedero.

Además de ellos, esa gestión produce compuestos orgánicos que forman parte de los gases de efecto invernadero y que, al interactuar con los gases de nitrógeno (gases NOX), generan ozono fotoquímico (smog o contaminación del aire). Se trata del mismo impacto que se asocia al tráfico rodado o a calderas de calefacción.

Para reducir estas emisiones se utilizan tecnologías que reducen los compuestos que se generan en la descomposición de la basura. Una de ellas es la biofiltración y ha sido estudiada con éxito por un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba, integrado por personal del grupo RNM-271 de Ingeniería Química y del FQM-175 de Química Inorgánica.

La biofiltración es una de las técnicas biológicas más utilizada en las plantas de transformación de residuos. En ella se usan una serie de microorganismos que transforman la contaminación responsable del mal olor en compuestos menos olorosos o inocuos. Para que la implementación de estas tecnologías sea correcta, es necesaria una verificación mediante el análisis de los compuestos generados y su potencial efecto medioambiental.

La investigadora de la Universidad de Córdoba Mª Ángeles Martín durante su trabajo en la planta.

En esta línea, el personal investigador de la UCO con la colaboración de la empresa Odournet ha realizado un estudio de los contaminantes generados en una instalación que trata 285.000 toneladas/año de residuos municipales. La principal conclusión es que los biofiltros empleados para minimizar los olores tienen un efecto inmediato en las emisiones, es decir, a menor olor, menor contaminación.

La novedad del trabajo de la Universidad de Córdoba radica en haber analizado de manera conjunta las emisiones producto del tratamiento de los residuos, el olor y haber logrado asociar el efecto fotoquímico de la técnica de la biofiltración.


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