Si la banca es ética, ¿también gana siempre?
Autoría: Remedios Valseca / Fundación Descubre
Un equipo de investigación de la Universidad de Almería ha demostrado que las entidades financieras denominadas sociales han experimentado un desarrollo al alza mientras que la tradicional se ha mantenido o, en algunos casos, ha disminuido su tamaño. El estudio demuestra que la banca ética ofrece una mayor garantía a los ahorradores a pesar de no ser la más rentable en términos puramente económicos.
Algunos conceptos económicos y financieros se convirtieron hace unos años en un referente para los titulares de los principales medios de comunicación. Activos tóxicos, prima de riesgo, deuda pública, burbuja inmobiliaria, rescate financiero…fueron los términos más repetidos durante la gran recesión que comenzó en Estados Unidos en 2008 y que modificó el panorama económico y social de países como España.
En ese ambiente, un conjunto de pequeños bancos desarrolló un modelo de negocio diferente: la banca ética, con otros objetivos distintos. Los bancos convencionales incorporan objetivos sociales y culturales, pero se centran en la maximización de los beneficios monetarios. Por el contrario, los bancos éticos aplican un triple resultado final: económico, medioambiental y social. Esta es la principal diferencia entre los dos sistemas bancarios. De esta manera, no sólo ganan ellos, sino también el resto de la sociedad.
Además, estos últimos rechazan la inversión en activos financieros especulativos y promueven actividades económicas productivas, con un impacto positivo en la economía real, buscando conseguir el bien común. Por otro lado, hacen públicas las inversiones que realizan, de modo que los ahorradores siempre saben dónde está su dinero. Es decir, a quién se presta y para qué proyectos.
Para conocer cuál es la situación de este nuevo modelo financiero, un equipo de investigación de la Universidad de Almería ha publicado un artículo en la revista PlosOne comparando los trece bancos éticos que operan en Europa en la actualidad con diez grandes bancos convencionales. El estudio ha concluido, con una significatividad del 99%, que la banca ética presenta menos endeudamiento total y mayores ratios de garantía y cobertura que la tradicional, lo que indica que es más solvente.
Concretamente, los expertos se han basado en el balance de situación y la cuenta de resultados anuales de cada entidad. “Los resultados de nuestro estudio confirman que la banca ética es menos arriesgada y está orientada hacia la economía real y no hacia transacciones especulativas. Es un ejemplo para el sector financiero en su conjunto, de cara a enfrentarse a una futura crisis financiera, puesto que es un modelo de negocio diferente, donde el beneficio no es el único criterio que rige sus operaciones, sino también las personas y el planeta”, afirma a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Almería Mª del Carmen Valls, autora del artículo.
Los bancos éticos son de pequeño tamaño en comparación con los convencionales. En sus reglas fundacionales se incluye el no financiar a empresas armamentísticas, fabricantes de alcohol o tabaco, empresas que practiquen la explotación infantil o funcionen con productos contaminantes. Por el contrario, la agricultura ecológica, la energía renovable o las actividades culturales son inversiones prioritarias para ellos. Esta especialización en sectores específicos, les lleva a ofrecer productos pioneros como, por ejemplo, préstamos con tipo de interés ligado a la calificación energética de un inmueble o al impacto social del proyecto financiado.
Entre los resultados obtenidos del estudio destaca el crecimiento del banco ético en empleo, volumen de préstamos y depósitos y en sus activos. El índice de garantía es en todos los bancos mayor que 1, lo que indica que la banca tiene suficientes activos para cubrir su deuda. Sin embargo, el banco ético tiene la proporción más alta, lo que indica que no tiene problemas para cumplir con sus obligaciones de deuda.
El estudio demuestra que los ahorradores europeos han apoyado esta nueva forma de hacer banca y confirma que es más segura al contar con un endeudamiento menor, evitar la especulación y aumentar la estabilidad y la liquidez inmediata. Sin embargo, la banca ética no es más rentable, en términos puramente económicos.
¿Y cómo un banco no persigue ganar más dinero?
Quizás la ganancia de una empresa no haya que cuantificarla solamente en moneda de curso, sino también en conceptos como sostenibilidad, cuidado del medioambiente, creación de empleo y fomento de las desigualdades sociales.
Quizás si Forbes incluyera estos conceptos como referencia para listar las empresas más ricas del mundo, se podría hablar también de una empresa ética o un mundo ético en general.
Más información en #CienciaDirecta: Confirman el crecimiento de la banca ética en Europa
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