El Arco de Augusto y sus alrededores, nuevos trabajos arqueológicos en Mengíbar
Fuente: Universidad de Jaén
El Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, en el marco del Proyecto Iliturgi, había constatado la existencia de un complejo monumental de edificaciones (un posible altar monumental, edificios administrativos y un puente) en torno al Arco, antes del cese de los trabajos por la pandemia.
El Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén va a reanudar los trabajos de investigación que desarrolla en Mengíbar, dentro del Proyecto ILITURGI, cuya actividad cesó motivado por la pandemia. Los trabajos se retomarán interviniendo en la zona del Arco de Augusto (Ianus Augustus), para la cual el Ayuntamiento de Mengíbar ha solicitado una ayuda para la conservación del patrimonio arquitectónico al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Además, está prevista una intervención en el oppidum ibero de Iliturgi, centrada en la excavación de su fortificación y del interior del asentamiento destruido al final de la Segunda Guerra Púnica.
Previamente a su paralización motivada por la pandemia, el equipo de arqueólogos de la UJA se encontraba trabajando en la documentación de los pilares de un puente romano que cruzaba el Guadalquivir a la altura del Arco de Augusto. En este sentido, a la estructura del puente se asocian no sólo la Vía Augusta, sino toda una serie de restos de edificaciones, relevados parcialmente mediante georrádar, que subrayan la entidad del complejo monumental construido por el Emperador Augusto en los últimos años del cambio de era.
Así, los investigadores han constatado que el Arco de Augusto no se encontraba solo, sino que junto a él se dispone un posible altar monumental, edificios administrativos y un puente, que articulan el cruce de la Vía Augusta con el río Guadalquivir, “otra vía de comunicación, en este caso fluvial, de primer orden”, apunto el director del proyecto, el investigador de la UJA Juan Pedro Bellón. Según los trabajos realizados hasta el momento, los edificios que se están documentando podrían formar parte de una mansio o una mutatio, áreas de servicio acondicionadas y situadas cada cierta distancia en la calzada romana con el objetivo de ofrecer descanso, provisiones y animales para el correo imperial. “No obstante, es necesario proseguir con la intervención arqueológica para aclarar estos aspectos, definir las funciones de los edificios con mayor precisión y comprender la complejidad del sitio, sin lugar a dudas, todo un laboratorio para avanzar en el conocimiento de las fronteras provinciales del Imperio Romano”, indica Juan Pedro Bellón.
Como otros sectores, el de la Arqueología también se ha visto afectado por la declaración del Estado de Alarma. En este sentido, Juan Pedro Bellón indica que “cuando se habla de recuperación económica y futuras inversiones públicas, no cabe duda de la potencialidad de la arqueología, porque la investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio generan conocimiento y recursos estratégicos para la economía”. En el caso del Proyecto ILITURGI, destaca que Mengíbar “es buen ejemplo de ello y la colaboración entre el Ayuntamiento y la Universidad de Jaén están sentando las bases para la definición de un enclave patrimonial muy interesante desde ese punto de vista”.
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