Los ‘cordobeses’ de hace 4.000 años tenían genes africanos
Las migraciones desde África subsahariana hasta el sur de la Península Ibérica y el sexo entre ambas poblaciones se produjeron varios milenios antes de lo que se pensaba. Un estudio constata reminiscencias de ADN africano en poblaciones prehistóricas en yacimientos de Córdoba, concretamente de restos hallados en la Cueva del Ángel en Lucena, el norte de Portugal (Lorga da Dine) y Galicia.
Los seres humanos actuales somos un mosaico genético con multitud de aportes. En el caso concreto de las poblaciones de la península ibérica, un equipo internacional de científicos, liderado por la española Gloria González Fortes, investigadora de la Universidad de Ferrara (Italia), ha probado que existió una ruta occidental de migración humana prehistórica desde África a la Península.
“Nuestros resultados constatan, por primera vez, la existencia de contacto y flujo génico [es decir, sexo]desde África a la península ibérica hace unos 4.000 años, probablemente a través del estrecho de Gibraltar. Se demuestra, por tanto, que la presencia de diversidad genética africana en la composición genómica de la población ibérica actual es muy anterior a la presencia islámica en la Península”, declara González Fortes.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, consistió en el análisis genómico de muestras del sur de la península ibérica, concretamente de restos hallados en la Cueva del Ángel en Lucena (Córdoba), el norte de Portugal (Lorga da Dine) y Galicia.
“La existencia de variantes genéticas africanas es más evidente en restos del sur y centro de la meseta que en las muestras prehistóricas del Noroeste peninsular. En uno de los fósiles de Córdoba encontramos un genoma mitocondrial típicamente sub-sahariano (L2a1)”, añade la investigadora.
En total, analizaron los genomas completos de cuatro individuos del norte de Portugal y el sur de España, que van desde el Medio Neolítico a la Edad de Bronce, en las que detectaron además ADN africano en su genoma nuclear.
Al estar en el extremo occidental de Europa, Iberia sufrió una revolución neolítica compleja y peculiar. Trabajos previos con restos humanos prehistóricos, hallados en Marruecos y España, reportaron evidencias genómicas de flujo génico desde Iberia hacia el país africano en la época neolítica tardía, hace unos 5.000 años. Sin embargo, hasta ahora no existía ninguna prueba de un flujo migratorio tan temprano en la dirección opuesta, es decir, de África a Iberia.
Sexo y migraciones
También se habían hecho estudios basándose en poblaciones modernas que ya habían detectado la presencia de ADN de origen africano en el sur de la Península. Sin embargo, se concluía que era resultado de un flujo genético reciente.
“Nuestros análisis de genomas nucleares antiguos muestran pequeños pero significativos niveles de afinidad con el África subsahariana en varias muestras ibéricas antiguas. Esto indica que no fue un fenómeno ocasional, sino un evento de mestizaje reconocible a escala de poblaciones”, enfatizan en el estudio.
Para los autores de este trabajo, estos hallazgos son fundamentales para explicar la composición genómica de las poblaciones actuales y entender las dinámicas migratorias del pasado. “Creo que es algo especialmente relevante en estos tiempos en los que los fenómenos migratorios están tan de actualidad”, concluye González Fortes.
El estudio es fruto de la colaboración entre las universidades de Ferrara (Italia) y Potsdam (Alemania). Además, han participado en él investigadores de las universidades de Cambridge, Minho (Portugal), Coruña, Santiago de Compostela y la Fundación de estudios prehistóricos de Lucena.
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