Un proyecto de la Universidad de Córdoba y la FAO intenta mejorar la productividad del agua en Oriente Próximo y el norte de África
Personal experto de ocho países se reúne en Córdoba para estudiar cómo optimizar los escasos recursos hídricos en dichas áreas. A pesar de ser un proyecto de investigación principalmente biofísico, el aspecto sociológico también se contempla, tanto en la importancia social de la alimentación como derecho y en la gestión de métodos de participación. Así, se crearán ‘escuelas de agricultores’, donde personas dedicadas a la agricultura trabajan en conjunto haciendo el seguimiento de las prácticas de manejo utilizadas para un cultivo en concreto y evalúan su evolución y el manejo del agua asociado a ese cultivo.
La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, cifra que se prevé aumentará debido a los efectos del cambio climático. Esta situación se torna más alarmante en países con problemas estructurales en cuestiones hídricas como es el caso de aquellos que conforman la región del Cercano Oriente y África del Norte (conocida como NENA por sus siglas en inglés): Egipto, Jordania, Líbano, Palestina, Irán, Túnez, Argelia y Marruecos.
La problemática de la escasez de agua en estos países se agudiza por la falta de sistemas de contabilidad del agua que hacen que, al no saber de cuánta agua se dispone, su gestión sea menos productiva. De ahí que el principal objetivo de este proyecto radique en aumentar la productividad del agua, pero poniendo como límite la sostenibilidad que prevenga el agotamiento de los recursos.
La gestión adecuada de los recursos hídricos permitirá a la región funcionar de manera más autónoma, ya que en la actualidad se ve obligada a importar muchos alimentos, generando así una situación de inseguridad alimentaria para la población que la habita.
A pesar de ser un proyecto de investigación de aspecto principalmente biofísico, el aspecto sociológico también se contempla, tanto en la importancia social de la alimentación como derecho como en la gestión de métodos de participación. En este ámbito, se crearán “escuelas de agricultores” en las que una serie de personas dedicadas a la agricultura trabajan en conjunto haciendo el seguimiento de las prácticas de manejo utilizadas para un cultivo en concreto y evalúan su evolución y el manejo del agua asociado a ese cultivo.
En los tres años de vida de este proyecto, se pretende reducir la escasez de agua de la región del Cercano Oriente y África del Norte para asegurar la sostenibilidad del sector agrícola y la seguridad alimentaria de la población.
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