Jaén /
10 de abril de 2019

Proponen mejoras en el manejo y prácticas agrícolas europeas

Fotografía ilustrativa de la noticia
Investigadores de la Universidad de Jaén participan en el proyecto Diverfarming, que trabajará durante 5 años con el objetivo de ofrecer un cambio de paradigma que destierre la agricultura intensiva y mejore la biodiversidad. En concreto, estos científicos han calculado la rentabilidad de compatibilizar en el olivar tradicional la plantación de lavandín (mezcla de lavanda y espliego), encontrando una alta idoneidad. 

La agricultura intensiva basada en el monocultivo ha puesto en peligro la biodiversidad de especies en Europa, lo que ha traído consigo un elevado coste ambiental. Proponer un cambio de paradigma en el manejo y prácticas agrícolas es el objetivo del equipo internacional que integra el proyecto Diverfarming, del programa H2020 de la Comisión Europea y en el que participan las Universidades Politécnica de Cartagena y Córdoba, así como investigadores de la Universidad de Jaén.

Investigadores de Diverfarming, reunidos esta semana en Zaragoza.

Por lo que respecta al trabajo realizado por los investigadores de la Universidad de Jaén, Manuel Parras, Francisco José Torres y Manuela Vega, pertenecientes al grupo de investigación Marketing UJA (Markuja), han calculado la rentabilidad de compatibilizar en el olivar tradicional la plantación de lavandín (mezcla de lavanda y espliego), encontrando una alta idoneidad. “La bondad de este proyecto es que además de contribuir a la rentabilidad de olivares más necesitados de recursos, se incrementa el valor añadido del paisaje y se genera empleo, porque la recolección del lavandín, que se realiza a finales de agosto, se puede compatibilizar con la recolección en el olivar, son complementarias”, ha asegurado el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la UJA Manuel Parras, que ha avanzado que este mismo jueves se reunirán con responsables de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha, con el objetivo de analizar también la vialidad de su cultivo en el olivar. Respecto al lavandín, los primeros ensayos técnicos ya se están llevando a cabo en el olivar experimental que el proyecto tiene en la pedanía de Garcíez en Torredelcampo (Jaén), por el que ya hay algunos agricultores interesados.

Proyecto

En total, sesenta investigadores de universidades, centros de investigación, empresas agrarias, de logística y de maquinaria de 8 países europeos se han reunido esta semana para acordar el mapa de ruta del proyecto, que tendrá una duración de 5 años. En los debates celebrados, todos los participantes han coincidido en subrayar que la diversificación de cultivos bajo prácticas de manejo de bajos insumos puede ser una alternativa a los actuales modelos agronómicos intensivos, con mejoras en la calidad ambiental y por tanto en la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas agrarios, pero también con beneficios económicos para el agricultor.

El objetivo de este proyecto es trabajar directamente con los agricultores, organizándose a nivel local para conseguir un cambio global.

Para alcanzar ese cambio de mentalidad, Diverfarming trabajará directamente con los agricultores, organizándose a nivel local para conseguir un cambio global. Se tendrán, pues en cuenta las peculiaridades climáticas, edáficas, culturales y técnicas de cada región. Además, se deben reducir los problemas socioeconómicos y ambientales ligados a cada región, por lo que el tipo de diversificación se definirá en base a esta premisa.

Entre los acuerdos a los que ha llegado el equipo esta semana, está la elaboración de un protocolo común de implementación del proyecto en todas las regiones para poder comparar resultados. Este protocolo común será expuesto y validado en un seminario que tendrá lugar a principios del año 2018 en la ciudad alemana de Trier. La colaboración entre los participantes del proyecto es esencial para tener éxito en el cumplimiento de los objetivos, por lo que, aunque los casos de estudios se abordan teniendo en cuenta las características regionales, investigadores agrónomos, matemáticos, economistas, sociólogos, biólogos, ambientólogos o químicos de todo el consorcio colaborarán en las medidas y análisis de otras regiones de forma sinérgica.

El proyecto está estructurado en diferentes paquetes de trabajo con objetivos independientes, aunque estrechamente interrelacionados, que presentan diferente temporalidad. Este último paquete de trabajo implica el contacto con profesionales del sector agrario para recoger su experiencia en cuanto a prácticas de manejo agrario y diversificación de cultivos, y que valoren, desde su experiencia, cuáles serían las mejores alternativas en cada región. De este modo, solo las alternativas que estén apoyadas por los profesionales del sector agrario serán probadas en campo en la fase experimental, para dar soluciones a problemas reales. Diverfarming trabajará en contacto directo con los agricultores tratando de encontrar los manejos más eficientes para definir con exactitud el tipo de diversificación de cada región y las prácticas de manejo de bajo insumo que hayan tenido más apoyo por los usuarios finales, de manera que se pruebe en campos experimentales estrategias que los agricultores estarían dispuestos a implementar en sus fincas.


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