¿Por qué los adolescentes quieren jugar con apuestas?

En los últimos años ha aumentado de manera exponencial la publicidad de casinos on line y han surgido nuevos desafíos deportivos remunerados más allá de las quinielas tradicionales o las porras entre amigos. Además, en todas las ciudades se ha observado la proliferación de establecimientos de juego y existen numerosos movimientos sociales que alertan sobre el peligro de la adicción al juego, especialmente entre los más jóvenes.

Los investigadores han identificado factores que fomentan el juego de apuestas en los adolescentes, como la aprobación de dicha conducta por parte de amigos y familiares, y el bajo autocontrol personal para evitar el juego.

Conocer las variables que incitan a iniciarse o a mantenerse en el juego en edades tempranas es importante para evitar casos de ludopatía a medio y largo plazo. Así como existen numerosos trabajos que analizan las motivaciones de los adolescentes hacia actitudes que pueden provocar adicciones al alcohol o las drogas, no se encuentran suficiente estudios. sobre los factores que orientan a los jóvenes hacia el juego. Atendiendo a esta demanda, investigadores de la Universidad de Huelva han publicado en la revista Journal of Gambling Studies  un artículo en el que marcan las bases para dirigir acciones preventivas del juego de apuestas entre los adolescentes.

Tras el estudio realizado, los científicos proponen una intervención educativa encaminada a evitar que un problema como la ludopatía pueda afincarse en los adolescentes que ven en las apuestas una manera divertida de ganar un dinero extra. Según el ‘Estudio y análisis de los factores de riesgo del trastorno de juego en población clínica española’ un inicio precoz en la conducta de juego y haber experimentado acontecimientos vitales estresantes son los factores que suelen conllevar una mayor severidad y afectación en los casos de ludopatía adulta.

Por ello, los agentes de educación y salud insisten en la elaboración de estudios y la implantación de programas de intervención temprana que contribuyan a reducirlos. “Es necesario establecer estrategias preventivas de manera diferenciada entre los que ya han jugado y los que no lo han hecho aún, ya que las motivaciones son distintas en quienes buscan repetir y en los que se inician”, indica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva José Carlos León, autor del artículo.

Los investigadores de la Universidad de Huelva José Carlos León y Alberto Parrado, autores del artículo.

En el estudio han participado 1174 adolescentes de entre 12 y 20 años de cuatro Institutos de Enseñanza Secundaria de la provincia de Huelva: Fuentepiña y Pablo Neruda de Huelva capital,  Padre José Miravent de Isla Cristina y San Jos en Cortegana.

La investigación se ha apoyado en la teoría del comportamiento planeado, en la que las intenciones y los comportamientos son dependen de tres determinantes básicos. Por un lado, las actitudes que tienen en cuenta las consecuencias de una conducta determinada, como apostar. Por otro lado, la  norma subjetiva o influencia social, relacionada con las expectativas de otras personas sobre si uno mismo llevará a cabo dicha conducta y por último, el control percibido de las propias capacidades o autoeficacia para llevar a cabo un determinado comportamiento.

Así, los investigadores han concluido que en los adolescentes que aún no han experimentado las apuestas, la influencia social y familiar tiene un papel muy importante en su intención de iniciarse. Es decir, los jóvenes jugarán o no en función de si consideran que esta conducta será aprobada o sancionada por sus referentes sociales, familiares o amigos cercanos.

En los ya jugadores, el factor con mayor relevancia detectado es la falta de autocontrol  o baja autoeficacia, que puede verse suplantada con la recompensa en el juego. Es decir, los adolescentes piensan que tienen habilidades concretas en la gestión del azar y en sus beneficios. “Esta percepción provoca ansiedad dado que el sujeto no controla dichos resultados, y le empuja de nuevo al juego tratando de confirmar sus competencias personales para acertar en las apuestas”, añade el investigador.

Un inicio precoz en la conducta de juego suele conllevar una mayor severidad y afectación en los casos de ludopatía adulta.

El experto plantea tras estos resultados, el diseño de acciones de intervención educativa para la prevención de la adicción al juego, y propone la necesidad de continuar los trabajos analizando otras variables de interés, como la posible influencia de la actual publicidad sobre la intención de juego en edades tempranas.

Este estudio forma parte de un proyecto de investigación más amplio que está siendo desarrollado para la tesis doctoral de Alberto Parrado González, coautor del artículo.

Más información en #CienciaDirecta: Identifican los factores que causan y mantienen el juego con apuestas en adolescentes