Huelva /
17 de diciembre de 2019

Música para mejorar la expresión oral al aprender una segunda lengua

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Amalia Rodríguez / Fundación Descubre

Decía el escritor y poeta Hans Christian Andersen que cuando las palabras fallan, la música habla. Y no sólo eso: un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Huelva ha analizado los efectos que provoca la utilización de actividades didácticas guiadas por canciones y videoclips en el conocimiento de otro idioma. Para ello, han valorado la eficacia de esta herramienta cuando el alumno adopta el rol de mediador. Los resultados evidencian que este tipo de ejercicios fomentan la expresividad oral y la cooperación entre el alumnado.

Música para amenizar veladas, relajarse, concentrarse en los estudios, descargar adrenalina, melodías que hacen recordar momentos inolvidables… Este arte ofrece múltiples ventajas y una de ellas es el aprendizaje de idiomas. Científicamente se ha demostrado que escuchar y tararear canciones ayuda a memorizar y permite asimilar mejor la sintaxis y enriquecer el vocabulario, ya que la letra normalmente contiene expresiones y palabras cotidianas que a veces no se estudian en los libros de texto.

Los trabajos en grupo cuya base es la música fomentan la mediación, la empatía y la tolerancia, según este trabajo.

Además de todo ello, un estudio realizado por investigadores del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Huelva ha demostrado que los estudiantes de una segunda lengua mejoran sus habilidades comunicativas en ese idioma empleando actividades donde la música es el eje central, concretamente videoclips que combinan imágenes, sonido y letra.

De este modo, se evalúan destrezas del alumnado que van más allá de las cuatro habilidades básicas del lenguaje: lingüísticas, escritura, compresión lectora y escucha activa, como recogen en un trabajo publicado en la revista Frontiers in Psychology, “El uso de estas herramientas incrementa las competencias interpersonales y de colaboración del estudiante con el resto de compañeros, además de reforzar la tolerancia y empatía hacia los demás en situaciones donde una persona necesita”, comenta a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Huelva Esther Cores-Bilbao.

De izquierda a derecha: Esther Cores-Bilbao, Mª Carmen Fonseca Mora, Francisco Herrero Machancoses y Analí Fernández Corbacho, autores del estudio.

En concreto, los expertos se han basado en un decálogo denominado MeLLE que recopila los parámetros que debe presentar la función mediadora en el aula, es decir, qué factores son necesarios para que un alumno adopte este rol y facilite la comunicación entre emisor y receptor. Gracias a este nuevo enfoque, según los investigadores se reduce la sensación de estrés, bloqueo, miedos que surgen a la hora de hablar en público en otra lengua.

Para medir los resultados de este análisis, participaron medio centenar de estudiantes adultos que se inscribieron en un curso intensivo de inglés durante el año académico 2018-2019 en una escuela de idiomas. De diferentes nacionalidades -española, letona, turca, francesa, mexicana y eslovaca-, su nivel de competencia en inglés variaba entre el A2 y el C1. Asimismo, su perfil se correspondía con personas multilingües: el 43.2% hablaba dos idiomas, el 31.8% tres y el 25% más de tres.

Los estudiantes tuvieron que seleccionar un vídeo musical moderno y describir sus elementos audiovisuales y textuales, así como discutir cómo podrían usar las características típicas de canciones y videoclips para transmitir mensajes educativos. “La finalidad de estas actividades era medir su grado de mediación y comprobar su capacidad de expresión oral”, matiza Cores-Bilbao.

Estudiante utiliza el ordenador para ampliar contenidos en su aprendizaje.

Una vez más, la ciencia vuelve a demostrar otra cualidad de la música que hasta ahora no se había contemplado a la hora de estudiar una segunda lengua, ya sea a ritmo de pop, rock, baladas, música indie o flamenco. Porque como afirmaba el escritor y poeta Hans Christian Andersen “cuando las palabras fallan, la música habla”.

Más información en #CienciaDirecta: La música fomenta la capacidad de interpretación en el estudio de una segunda lengua


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