Cádiz /
10 de abril de 2019

Los umbrales mínimos de fuerza muscular en niños se asocian con riesgo cardiovascular

Fotografía ilustrativa de la noticia

Fuente: SINC

Un equipo de científicos ha evaluado durante dos años a más de 500 niños y adolescentes para identificar los umbrales mínimos de fuerza muscular que se asocian con un incremento del riesgo cardiovascular. Los investigadores realizaron dos test sencillos para valorar la fuerza muscular de los menores, y recomiendan que sean empleados por los pediatras como cribado de la debilidad infantil.

Un artículo firmado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Cádiz y el CSIC ha sido destacado por la revista especializada Pediatric Exercise Science como uno de los más relevantes publicado en el área de ejercicio pediátrico en 2018, en concreto como el artículo más relevante sobre la temática de “entrenamiento de fuerza en niños”.

Niños juntando al fútbol.

El trabajo es un estudio longitudinal donde más de 500 niños y adolescentes fueron evaluados durante un periodo de dos años, lo que permitió identificar umbrales mínimos de fuerza muscular que se encuentran asociados con un incremento del riesgo cardiovascular en edad pediátrica.

“Dos test sencillos se utilizaron para valorar su fuerza muscular: el salto de longitud con dos piernas y la fuerza de la mano. Los datos revelaron una asociación entre la fuerza y el riesgo cardiovascular prematuro, mostrando que existen unos umbrales mínimos de fuerza a partir de los cuáles el riesgo cardiovascular se incrementa de forma ostensible”, explica Oscar Veiga, coautor el artículo e investigador del departamento de Educación Física, Deporte y Motricidad Humana de la UAM.

Dinapenia pediátrica

El comentario de la revista sobre el artículo, a cargo del profesor Avery Faigenbaum del New Jersey College, destaca la importancia de la identificación y detección temprana de la dinapenia pediátrica. Este fenómeno hace referencia a una condición adquirida caracterizada por bajos niveles de fuerza y potencia, con sus consecuentes limitaciones funcionales, que no está producida por un déficit neurológico o una enfermedad muscular.

Faigenbaum destaca la importancia de que en este estudio los investigadores españoles hayan identificado umbrales de fuerza muscular que se asocian con un riesgo cardiovascular incrementado durante la infancia, y que muestren que la asociación entre fuerza muscular y riesgo cardiovascular es independiente de la condición física cardiovascular, que es la que tradicionalmente se ha vinculado a una mejor salud cardiovascular.

El profesor también señala que los resultados obtenidos ponen de manifiesto la conveniencia de identificar de forma temprana a los niños débiles y la necesidad de intervenir para promover en ellos el desarrollo de niveles de fuerza sanos. “Los pediatras deberían utilizar los test de fuerza, que son fácilmente administrables, para el cribado de la debilidad infantil junto con otras valoraciones de salud en edad pediátrica. Asimismo, la debilidad muscular en niños debería ser considerado un biomarcador de salud y ser tratado de la misma manera que otros factores de riesgo clásicos, como la obesidad o la dislipidemia”, concluye.


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