Almería /
18 de septiembre de 2019

Los hongos en el suelo mejoran las cosechas de invernadero

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Jorge Molina / Fundación Descubre

Investigadores almerienses han demostrado la incidencia positiva de la comunidad fúngica en el crecimiento de los cultivos de invernadero, ya que mantiene el rendimiento de la tierra. Tras analizar muestras en 40 explotaciones, los expertos concluyen que los fertilizantes minerales van empobreciendo los suelos si no se complementa con adición de materia orgánica.

En los invernaderos, el sustrato siempre tuvo tres capas: suelo de soporte, estiércol y, arriba, arena protectora. El agricultor iba reponiendo la materia orgánica para mantener la fertilidad. La pérdida de esta práctica, llamada retranqueo, para utilizar abonos de síntesis ha ocasionado una menor productividad.

Invernadero en el que se aprecia el material vegetal de la cosecha anterior triturado e incorporado en la superficie.

Una de las cooperativas de agricultores de la costa andaluza, Granada La Palma, apoyó a investigadores del grupo Producción Vegetal en Sistemas de Cultivos Mediterráneos, de la Universidad de Almería para que buscasen soluciones. De esta forma, los expertos han relacionado la presencia de hongos en el suelo de cultivo con el aumento de tamaño de las plantas. En el estudio, desarrollado con plantas de tomate y pepino, comprobaron que el enriquecimiento de la tierra sólo con aditivos de origen mineral la va empobreciendo año tras año. De esta forma, proponen añadir materia orgánica, en la que se incluye la comunidad fúngica.

El trabajo de los expertos relaciona el contenido de materia orgánica en el suelo con la obtención de mejores resultados agrarios. “Los sustratos que promueven mayor crecimiento de las plantas presentan un mayor contenido en materia orgánica y, a su vez, son los suelos que mayor cantidad y diversidad de hongos contienen”, señala a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Almería José Ignacio Marín.

José Ignacio Marín en el laboratorio.

La investigación establece una asociación directa entre la diversidad de organismos fúngicos y el desarrollo de los cultivos. Los expertos han analizado cuatro variables en plantas de pepino y tomate: El incremento del peso seco de la parte aérea y de las raíces, el área de las hojas, y la altura de la planta.

Para conseguir el resultado, los científicos estudiaron ejemplares en 40 invernaderos de la provincia de Granada durante cinco años. Analizaron los parámetros físicos y químicos de suelo y los géneros de las comunidades de hongos. En paralelo, evaluaron en macetas el efecto del suelo en plantas crecidas en una cámara de ambiente controlado.

De esta forma, detectaron que una presencia de más del 1,5% de materia orgánica en el suelo de cultivo de tomate obtiene valores significativamente más altos en las cuatro variables analizadas. En el caso del pepino, los resultados fueron en general similares. “Los abonos minerales no devuelven la fertilidad al suelo, es la materia orgánica la que sirve para regenerarlos”, añade Marín.

La fertilización intensiva sin incorporar enmiendas orgánicas provoca la fatiga o cansancio de suelo. “Esta pérdida continua de la calidad y fertilidad del suelo agrícola se considera uno de las los mayores desafíos para abordar la seguridad alimentaria mundial”, considera el investigador.

Auto abono

El equipo investigador continúa su trabajo utilizando los restos de cosecha de los invernaderos como añadido orgánico del suelo. Así conocerán su repercusión sobre las comunidades microbianas del sustrato, con la intención de reducir los abonos de síntesis. Ya tuvieron un precedente en esta línea, al comprobar que utilizando los restos vegetales del cultivo de tomate fue suficiente para alcanzar producciones similares a las logradas con abonos químicos de síntesis, sin que cambiase la calidad del fruto.

El grupo de investigación AGR200 de la Universidad de Almería.

La comunidad microbiana tiene mucho que ver con el resultado del cultivo de tomates y pepinos. Las ensaladas se aliñan en el plato, pero su materia prima necesita del añadido en la tierra de la comunidad fúngica.

Más información en #CienciaDirecta: Asocian la diversidad de hongos del suelo con la fertilidad y el mejor desarrollo de los cultivos intensivos


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