Sevilla /
25 de septiembre de 2020

Los estudiantes universitarios hacen un uso excesivo del teléfono móvil

Fotografía ilustrativa de la noticia

Un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad de Sevilla pone de manifiesto que los estudiantes universitarios hacen un uso excesivo del teléfono móvil. Este trabajo relaciona el número de horas que los jóvenes pasan sentados, el nivel de actividad física y el estado de ánimo con el uso del móvil. Aquellos estudiantes con menores niveles de actividad física usaban casi tres veces más su teléfono móvil que el resto. Por su parte, aquellos que reportaban tener una peor calidad del sueño también usaban más estos dispositivos.

Un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad de Sevilla pone de manifiesto que los estudiantes universitarios hacen un uso excesivo del teléfono móvil. Este trabajo relaciona el número de horas que los jóvenes pasan sentados, el nivel de actividad física y el estado de ánimo con el uso del móvil. Aquellos estudiantes con menores niveles de actividad física usaban casi tres veces más su teléfono móvil que el resto. Por su parte, aquellos que reportaban tener una peor calidad del sueño también usaban más estos dispositivos.

Según este estudio, los jóvenes usaron su teléfono móvil 6h/día de media antes del confinamiento y pasaron a usarlo más de 8h/día de media durante el confinamiento.

Otra publicación reciente del mismo grupo de investigación profundiza en esta misma línea, sugiriendo que los jóvenes (estudiantes universitarios entre 20-36 años) usaron su teléfono móvil 6h/día de media antes del confinamiento y pasaron a usarlo más de 8h/día de media durante el confinamiento. “Estos datos son muy preocupantes si atendemos a la evidencia científica que demuestra que un elevado número de horas sentado (más de 8 h/día) o un excesivo uso de dispositivos de pantalla (3–4 h/día) se asocia con un incremento del riesgo de mortalidad”, reitera el profesor de la US Borja Sañudo.

Las conclusiones de la investigación demuestran que las medidas de confinamiento adoptadas durante el COVID-19 tuvieron un fuerte impacto sobre los hábitos de este grupo de población, en especial sobre sus niveles de actividad física que disminuyeron significativamente, pero también sobre el propio sedentarismo, incrementando el tiempo que permanecieron sentados (aproximadamente 6h/día de media antes del confinamiento y cerca de 10h/día durante). Estos malos hábitos tuvieron una incidencia negativa sobre la salud de estos jóvenes que empeoraron significativamente su calidad del sueño.

Estudios como estos inciden sobre la necesidad de establecer medidas que impulsen la ruptura de este sedentarismo, contribuyendo al incremento de los niveles de actividad física y a una reducción del uso del teléfono móvil, de modo que, a través de estos cambios comportamentales, se mejore la salud de nuestra población.
Referencia bibliográfica: Grimaldi-Puyana, M.; Fernández-Batanero, J.M.; Fennell, C.; Sañudo, B. Associations of Objectively-Assessed Smartphone Use with Physical Activity, Sedentary Behavior, Mood, and Sleep Quality in Young Adults: A Cross-Sectional Study. Int. J. Environ. Res. Public Health 2020, 17, 3499.

Sañudo, B.; Fennell, C.; Sánchez-Oliver, A.J. Objectively-Assessed Physical Activity, Sedentary Behavior, Smartphone Use, and Sleep Patterns Pre- and during-COVID-19 Quarantine in Young Adults from Spain. Sustainability 2020, 12, 5890.


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