Almería /
11 de septiembre de 2020

Las plantas nodriza de Sierra Nevada no se amilanan con el aumento de temperaturas

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Jorge Molina / Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) ha comprobado que, aunque estas especies vegetales que facilitan la vida a otras bajo su copa se encuentran amenazadas por la pérdida de periodos fríos, continúan su labor de protección. Esta situación de mantenimiento del ecosistema se produce en un macizo alpino que supone la zona de mayor biodiversidad vegetal del Mediterráneo occidental.

La cubierta de nieve ha sufrido cambios significativos en el macizo de Sierra Nevada en los últimos 15 años. Varios estudios verifican la reducción de su duración, el retraso del inicio de la innivación, y el adelanto del comienzo del deshielo, ligados al aumento de la temperatura. Estos cambios son más intensos en las cotas más altas, y dan lugar a que el tiempo de presencia de la nieve se ha reducido en casi 4 días desde el 2000 hasta hoy, según el Observatorio del Cambio Global en Sierra Nevada.

Ejemplar de Arenaria tetraquetra equipada con una cámara para aumentar la temperatura

Esta nueva situación motiva investigaciones para desvelar qué ocurre en estos ecosistemas ante tal cambio. Un equipo de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC), con sede en Almería, ha comprobado en una de las plantas de Sierra Nevada, conocida como papo, que no disminuye su efecto protector de otras especies vegetales con el cambio climático. La elevación de las temperaturas reduce su supervivencia al alterarse la respiración, es decir, el intercambio de carbono. Sin embargo, continúa su labor como nodriza de otras plantas en un entorno que acoge a ocho especies en peligro crítico de extinción, 20 en peligro y 95 vulnerables, según la catalogación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El cambio climático impacta de forma especial en montañas alpinas como Sierra Nevada, amenazando el delicado equilibrio de sus formas de vida, cambiante según aumenta la altura. “La elevación de la temperatura provoca que, como los humanos, la planta incremente su respiración y, por tanto, gaste de sus ahorros energéticos, dejándola expuesta incluso a la muerte si se combinan otros factores de estrés como incendios, sequías o plagas”, señala a la Fundación Descubre el investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas Francisco Pugnaire.

El trabajo comprobó que, por el contrario, el efecto de protección del papo (Arenaria tetraquetra) –también llamado piel de león o cojín- sobre otras especies no disminuye a pesar de los cambios de clima. Esta planta se presenta en forma de almohadilla pegada al suelo, y bajo su copa los expertos han comprobado la existencia de más agua, temperaturas menos extremas, y mayor cantidad de materia orgánica que en los claros a su alrededor. “Con el calentamiento, los papos mejoraron la fotosíntesis, lo que condujo al desarrollo de las plantas, más grandes con hojas más delgadas”, indica Pugnaire.

Los científicos de la EEZA seleccionaron en la ladera norte del pico Veleta 12 zonas y colocaron a varios ejemplares de papo de cada zona unas estructuras transparentes en forma de pirámide abierta, que permitieron elevarles la temperatura algo más de un grado y modular la lluvia.

El investigador considera que el calentamiento global cambiará la fisiología de una planta facilitadora que actúa como una red de seguridad ante condiciones ambientales extremas. El trabajo incide en un territorio de tan extraordinaria diversidad vegetal que cuenta con 80 especies endémicas, exclusivas de él, dentro de un conjunto de 2.100 plantas vasculares a diferentes alturas y, por tanto, condiciones ecológicas. El aumento de temperatura provoca que las plantas colonicen zonas más elevadas de la montaña en busca de condiciones climáticas óptimas, hasta que ya no resulta posible esa ‘mudanza’, según han comprobado estudios en otros macizos alpinos del mundo citados por el investigador del CSIC.

Arenaria tetraquetra de Sierra Nevada en floración.

Fotografías antiguas, e incluso pinturas, dan información de cómo ha cambiado hasta hoy Sierra Nevada a causa de la mayor temperatura media. La situación de futuro es más predecible gracias a la ciencia, que facilita soluciones. Como el papo palia a ras de suelo la crisis ambiental.

Más información en #CienciaDirecta: El cambio climático no impide la función protectora de las plantas nodrizas de Sierra Nevada


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