Las bacterias ‘durmientes’ que defienden el olivar
Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén analizó 417 de estos microorganismos procedentes de cinco fincas de Jaén y Málaga. Los datos obtenidos revelan que éstos son resistentes a desafíos ambientales como los metales pesados o antibióticos. Además, poseen la capacidad de formar esporas e ‘hibernar’ para superar condiciones externas adversas y ‘revivir’ cuándo están a salvo para continuar sus funciones biológicas, beneficiosas para las plantas.
En el área de la agricultura sostenible, la innovación y la preservación del medioambiente van de la mano para desarrollar metodologías que permitan reducir las emisiones nocivas para la atmósfera y preservar el medio natural. En el corazón de esta ‘revolución verde’ se encuentra el Pacto Verde Europeo o ‘Green Deal’, iniciativa promovida por la Unión Europea cuya misión es luchar contra los efectos del cambio climático y promover la transición hacia una economía más respetuosa con el entorno.
En esta hoja de ruta se contempla, entre otros aspectos, un sector primario sostenible, centrado en el desarrollo de técnicas que frenen el cambio climático y reduzcan productos potencialmente contaminantes como los pesticidas. Aunque estos últimos protegen a las plantas de agentes patógenos, también pueden contaminar el suelo, el agua y emitir gases contaminantes a la atmósfera, afectando así a la biodiversidad y produciendo daños irreversibles a los ecosistemas.
La ciencia ya está ‘manos a la obra’ para encontrar soluciones sostenibles a este problema. Ejemplo de ello es el trabajo de un equipo de investigación de la Universidad de Jaén, que ha identificado un colectivo de bacterias ‘durmientes’ en las hojas y el suelo del olivo que lo protege frente a desafíos ambientales.
Ventajas biológicas
En concreto, los expertos han aislado y analizado 417 bacterias del género Bacillus y especies (spp.) relacionadas. Algunos de estos microorganismos mejoran la disponibilidad de nutrientes en el suelo, inhiben agentes patógenos, absorben metales pesados y promueven el desarrollo de las raíces, entre otras funciones.
Estas ventajas biológicas ejercen como abono y segundo ‘sistema inmunológico’ de planta. Por tanto, el grupo de expertos sugiere el desarrollo de un biopesticida natural elaborado con este colectivo de microorganismos, destinado a combatir la bacteria patógena Xyllela fastidiosa, considerada plaga prioritaria en Europa dado que no existe un método de control efectivo para erradicarla.
Aunque ya se conocía la existencia de la bacteria Bacillus spp. y sus beneficios para las plantas, los expertos señalan que nunca antes se había analizado este colectivo en el suelo y hojas del olivar español, ni determinado su resistencia ante desafíos ambientales como los metales pesados, los abonos inorgánicos -que se emplean habitualmente en la agricultura- y los antibióticos.
Cuando estos microorganismos se encuentran en condiciones desfavorables, son capaces de formar endosporas, una especie de ‘escudo’ que los envuelve y los hace resistentes a situaciones extremas como las altas temperaturas, la radiación y las sustancias químicas nocivas, que en condiciones normales serían letales. “Ante un evento adverso, como la falta de nutrientes en el medioambiente, estas bacterias entran en estado de reposo, como una especie de hibernación, hasta que el peligro desaparece y pueden volver a ejercer sus funciones vitales normales”, explica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Jaén Julia Manetsberger, que desarrolla el proyecto SMART-AGRI-SPORE bajo la supervisión de la Prof. Hikmate Abriouel.
Cualidades beneficiosas
En su artículo, publicado en Microbiology Spectrum, los expertos explican que las esporas bacterianas son extremadamente resistentes debido a su gruesa pared celular y a su bajo contenido de agua. Estas características les permiten sobrevivir durante largos períodos de tiempo en el medio ambiente, hasta que las condiciones sean propicias para su germinación y se conviertan en células bacterianas activas nuevamente.
Para aislar las bacterias Bacillus spp., los científicos recogieron muestras de la biomasa del suelo y las hojas vivas de los olivos en cinco fincas repartidas. Para determinar su resistencia a desafíos ambientales comunes en el campo, sometieron a estos microorganismos a distintas amenazas, como calor extremo, y al contacto con metales pesados como el hierro y el cadmio o abonos inorgánicos (que se emplean habitualmente en la agricultura). Para identificar las bacterias, los investigadores ‘leyeron’ un gen específico que ha permitido señalar estos microorganismos ‘con nombre y apellidos’ y clasificarlos.
Con este trabajo, los científicos aportan nuevas evidencias que postulan esta bacteria del olivar como un recurso útil para el proyecto SMART-AGRI-SPORE, dedicado a la lucha contra la Xylella fastidiosa. Una posible aplicación más respetuosa con el medioambiente que los pesticidas tradicionales, que daría cumplimiento al ‘Green Deal’ y favorecería el ‘futuro verde’ del olivar español.
Más información en #CienciaDirecta: Identifican un colectivo de bacterias ‘durmientes’ en las hojas y el suelo del olivar que lo protege frente a desafíos ambientales
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