Islas Canarias /
23 de septiembre de 2021

La superficie cubierta de lava crece un 50 % en doce horas y llega a 153 hectáreas

Fotografía ilustrativa de la noticia

La colada de lava provocada por la erupción avanza a 200 metros por hora sobre el barrio de Todoque, que ha sido evacuado. Los grandes espesores del muro de lava, de hasta 12 metros en algunos puntos, podrían provocar en zonas de mayor pendiente la formación de grandes fragmentos que pueden desprenderse del frente y alcanzar mayores distancias.

La superficie afectada por las coladas de lava que fluyen desde el domingo desde el nuevo volcán de La Palma asciende ya a 153 hectáreas de terreno, según el cálculo que realiza el Instituto Volcanológico de Canarias a partir de las imágenes de satélite del programa Copernicus, informa EFE.

La colada de lava avanza sobre el barrio de Todoque. / EFE / Ramón de la Rocha

El último mapa facilitado por este programa europeo de seguimiento de emergencias muestra la situación a las 8.14 horas de ayer, 21 de septiembre.

El comité director del Plan Especial de Protección frente a Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) cifró anoche en 185 los inmuebles dañados o destruidos por las coladas, de los que 65 eran viviendas.

Hasta el momento, 5.700 personas han sido evacuadas de las áreas más cercanas a la erupción, que comenzó el domingo a las 15:13 horas en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en El Paso, así como de los terrenos expuestos al descenso de las coladas ladera abajo.

Los grandes espesores del muro de lava que avanza hacia el mar en La Palma, de hasta 12 metros en algunos puntos, podrían provocar en zonas de mayor pendiente la formación de grandes fragmentos de colada que pueden desprenderse del frente y alcanzar mayores distancias.

Además, estos colapsos del frente de lava pueden dar lugar a pequeños flujos piroclásticos, según indica en una nota el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) a través de EFE.

El comité científico que asesora al gabinete de crisis precisa que la lava avanza a una velocidad de 200 metros por hora y que la deformación del suelo en la zona próxima a la erupción del volcán asciende a los 28 centímetros.

Actualmente el suministro de agua de regadío está condicionado a que no se vea afectada la tubería de agua de Los Guirres y se trabaja en el diseño de conducciones alternativas, autorizándose actuaciones de riego en zonas próximas pero aún no afectadas por la erupción, añade el Pevolca.

La erupción se mantiene estable

El informe del comité científico indica que la erupción continúa mostrando el mismo estilo eruptivo fisural, con mecanismo estromboliano, en una fisura en dirección noroeste-sureste. La actividad se concentra actualmente en cuatro centros eruptivos —bocas— principales,  el último de los cuales se abrió el pasado lunes a las 19.56 (hora local).

Este nuevo centro muestra actividad efusiva y emisión de coladas de lava paralela a las coladas anteriores y está muy próximo a los demás activos.

Se mantiene el valor dado en anteriores estimaciones de que los gases volcánicos emitidos pueden alcanzar los 3.000 metros de altura.

La estimación actual de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera por este proceso eruptivo está entre 8.000 y 10.600 toneladas diarias.

Los expertos indican que la señal de tremor volcánico muestra una tendencia a la disminución de su amplitud en las estaciones sísmicas, probablemente debido a la concentración de la actividad estromboliana en un número menor de centros.

Asimismo, se constata que las deformaciones han disminuido su velocidad, mostrando una «relativa estabilidad» en las últimas doce horas. La deformación medida mediante técnica INSAR muestra un máximo acumulado promedio de 28 centímetros.

En cuanto a las condiciones meteorológicas, en las últimas horas se ha producido un cambio de dirección del flujo en los niveles medios-bajos de la troposfera, en torno a los 3.000 metros, girando de componente oeste a norte/nordeste, provocando un desplazamiento del penacho hacia el suroeste de la fuente de emisión.

En la vertiente oeste afectada por la erupción se prevé un régimen de brisas con intensidades comprendidas entre 10 a 20 kilómetros por hora y en los niveles superiores predominio de vientos del nordeste. Se descarta que se produzca lluvia ácida durante las próximas 24 horas.

Modelos de previsión del avance de lava

El comité científico señala que prosiguen los trabajos de modelización numérica de la extensión de flujos de lava y la monitorización de la velocidad de avance de las coladas y su extensión.

Además, se continúa con la monitorización diaria de la emisión de dióxido de azufre procedente de los focos eruptivos mediante sensores ópticos remotos montados en helicóptero y la composición química del penacho mediante sensores multigas.

Se realiza toma de muestras de ceniza y lava con regularidad y realizando inspecciones de campo y observaciones mediante drones.

Un total de 743 efectivos de seguridad y emergencias conforman el dispositivo de las distintas administraciones que trabaja por turnos en la erupción volcánica en La Palma.


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