La Nasa y el Real Observatorio de la Armada descubren el pasado geológico de Groenlandia
Toda esta información proporciona pistas que nos permitirán conocer mejor cómo las Placas Tectónicas se desplazaron hace decenas de millones de años.
Un equipo de investigadores liderado por la Yasmina Martos, Investigadora Científica de la NASA, entre los que se encuentra un Oficial de la Sección de Geofísica del Real Observatorio de la Armada, han delineado las variaciones de la cantidad de calor suministrado desde el interior de la Tierra hasta la base de la capa de hielo de Groenlandia, a partir del estudio de las variaciones del Campo Magnético Terrestre en dicha zona. Este estudio proporciona la visión de mayor resolución lograda hasta la fecha del calor que escapa del interior de nuestro planeta en dicha región. Sus resultados ayudarán a efectuar mejores predicciones sobre la evolución de la capa de hielo.
De dónde viene el calor
El estudio de este calor proporciona importantes pistas sobre la geología y la evolución geodinámica de muchas áreas geográficas. Este calor puede proceder del enfriamiento que experimenta nuestro planeta desde el mismo momento de su formación, emanando del manto, también puede deberse a fuentes radioactivas localizadas en la corteza, o puede originarse en virtud de la historia tectónica de la zona.
Cuando una región está cubierta por una capa de hielo, como ocurre en la Antártida o en Groenlandia, las variaciones espaciales en el calor suministrado desde el interior de la Tierra pueden influir en el comportamiento de este hielo, condicionando la manera en que fluye (ríos de Glaciares), favorecido por la fusión de sus bases. Esto a su vez condicionará la respuesta de la masa de hielo en el futuro.
Las mediciones de flujo de calor se realizan generalmente mediante medidas directas basadas en perforaciones del subsuelo, o bien de forma indirecta obteniendo perfiles de temperatura y de conductividad calorífica. Desafortunadamente, en las zonas cubiertas de hielo, las mediciones directas o indirectas se limitan a perforaciones dispersas, lo que significa que este importante factor es muy poco conocido. En estos casos se recurre a otros procedimientos, tales como los basados en la gravimetría o la sísmica, o el aplicado en esta investigación, basado en el campo magnético.
El nuevo mapa no solo muestra inferiores variaciones espaciales en el valor del flujo de calor respecto a que las sugeridas en otros estudios a lo largo de Groenlandia, también revela una banda de varios centenares de kilómetros, no vista hasta la fecha, de rocas más cálidas de lo esperado, que se extiende desde el noroeste al sudeste cortando diagonalmente toda Groenlandia.
Estos resultados han podido ser corroborados complementándolos con modelos litosféricos (la capa sólida de nuestro planeta, que comprende corteza y parte superior del manto) realizados dentro de este mismo trabajo a partir de datos de gravedad. La banda antes citada ha sido interpretada como la cicatriz que provocó el paso de la placa tectónica de Groenlandia hace millones de años sobre una región de afloramiento de material caliente procedente del manto, lo que se conoce en geofísica como “anomalía térmica” o “pluma”.
Actualmente esta anomalía térmica se encuentra bajo Islandia, y es responsable, junto con la apertura del Océano Atlántico, de los volcanes que la han conformado. Algo parecido a lo ocurrido en las Islas Hawaii, cuyo origen se debe a una pluma térmica que, tras actuar como un cincel, conformó una a una las islas de este archipiélago y actualmente ocasiona la erupción del volcán Kilauea, surtiéndolo de magma.
Este hallazgo supone un caso único en nuestro planeta en donde una pluma ha dejado un rastro térmico perceptible a su paso pero sin modificar el aspecto de la superficie. Toda esta información proporciona pistas que nos permitirán conocer mejor cómo las Placas Tectónicas se desplazaron hace decenas de millones de años.
Suscríbete a nuestra newsletter
y recibe el mejor contenido de i+Descubre directo a tu email