Investigadores españoles e italianos, entre ellos de la Universidad de Granada, han comprobado que cuando se añade miel de madroño, un producto típico de áreas mediterráneas, a células de cáncer de colon cultivadas en el laboratorio, se logra frenar su multiplicación. Los autores esperan que estos prometedores resultados y el potencial antitumoral de este alimento se confirme en modelos in vivo.
La miel que se extrae de las flores del madroño (Arbutus unedo) es apreciada en el sector apícola por sus características organolépticas, especialmente por su fuerte sabor amargo y color oscuro. Ahora, científicos de las universidades de Vigo, Granada y la Politécnica delle Marche (Italia) han analizado por primera vez el potencial de este producto mediterráneo frente al cáncer más frecuente en España: el de colon.
Los resultados, publicados en el Journal of Functional Foods, muestran que la miel de madroño es capaz de inhibir la proliferación de células tumorales cultivadas en placas de laboratorio. En concreto, las de una línea de adenocarcinoma de colon humano (HCT-116) y otra con características metastásicas (LoVo) muy utilizadas para investigar este tipo de tumor.
El catedrático de Fisiología de la UGR José Luis Quiles Morales, coautor de este estudio, señala que el Plan Propio de Investigación de la Universidad de Granada de 2018 ha financiado, dentro de su programa Visiting Scholars para potenciar el intercambio de personas e investigaciones, el intercambio de su laboratorio con el laboratorio del Dr. Maurizio Battino, coordinador de la investigación, que además es investigador altamente citado.
“El tratamiento con la miel detiene el ciclo de las células tumorales regulando algunos genes (ciclina D1, CDK2, p27Kip…), inhibe la migración celular, reduce la capacidad de formación de colonias e induce la apoptosis o muerte celular programada a través de la modulación de otros genes clave (p53, caspasa-3, c-PARP) y diversos factores apoptóticos”, apunta a SINC Maurizio Battino.
También suprime el receptor del factor de crecimiento epidérmico llamado EGFR/HER2 y sus vías de señalización, que podrían constituir una atractiva diana en las terapias contra el cáncer por su importante función en los procesos de supervivencia y proliferación celular, así como en los de apoptosis y metástasis.
La citotoxicidad y los efectos antitumorales de la miel de madroño frente a las líneas de cáncer de colon se incrementaron con la cantidad y el tiempo que se aplicó el tratamiento. Este condujo a otros resultados relevantes, como una reducción de los factores de transcripción, la actividad de ciertas enzimas, la respiración mitocondrial y la glucólisis de las células tumorales.
Potencial anticancerígeno de un producto natural
“Ninguno de todos estos efectos se observó cuando se aplicó la miel a líneas celulares sanas”, destacan los autores, quienes apuntan el potencial anticancerígeno de este producto natural, pero insistiendo en la necesidad de realizar nuevos estudios en modelos in vivo de cáncer de colon para confirmar sus efectos quimiopreventivos.
“Con estos datos todavía no se puede hablar de curación o prevención segura del cáncer colorrectal gracias a la miel de madroño”, subrayan los autores, que añaden que este trabajo constituye un punto de partida en el empeño de evaluar sus posibles efectos biológicos y anticancerígenos y señala los principales mecanismos moleculares a través de los cuales ejerce su efecto, reforzando el interés en el estudio y producción de este alimento mediterráneo.
“Es una pieza más que evidencia como una alimentación sana, equilibrada y natural puede aportar compuestos bioactivos con posibles efectos interesantes en el control y desarrollo de enfermedades tan criticas como este tipo de cáncer”, concluyen.
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