Sevilla /
06 de junio de 2019

Mejorar la calidad del sueño para reducir la prevalencia del Alzheimer

Fotografía ilustrativa de la noticia

El equipo liderado por José Luis Cantero de la Universidad Pablo de Olavide participa junto a Quirónsalud Infanta Luisa en un proyecto de investigación que trata de entender qué papel juegan las alteraciones de la estructura del sueño en la agregación de la proteína beta amiloide, una de las lesiones cerebrales que caracterizan a esta enfermedad neurodegenerativa.

La Universidad Pablo de Olavide (UPO) y el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla participan conjuntamente en un proyecto de investigación para la prevención del Alzheimer, con el que se podría conducir a la incorporación de recomendaciones de mejora en la calidad del sueño como medida preventiva para reducir la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en nuestro entorno.

En concreto, el estudio trata de entender qué papel juegan las alteraciones de la estructura del sueño en la agregación de la proteína beta amiloide, una de las lesiones cerebrales que caracterizan a la enfermedad de Alzheimer. Para alcanzar este objetivo, se han seleccionado a un centenar de personas con edades comprendidas entre los 60 y 75 años, con quejas leves de memoria, que no tienen relevancia clínica, pero que han evolucionado a peor en los últimos años.

A estos pacientes, se les realiza una evaluación neuropsicológica, se obtienen unos marcadores en sangre y saliva, se les hace un estudio de polisomnografía nocturna, así como una resonancia magnética de 3 tesla.

El estudio, que no finalizará hasta diciembre de 2020, está a cargo del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la UPO, dirigido por el profesor José Luis Cantero, quien pertenece al Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned).

José Luis Cantero, investigador responsable de este trabajo.

Asimismo, en la Unidad de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa se llevan a cabo los estudios de PET-TAC de glucosa y beta amiloide a los mismos participantes.

Así, el profesor José Luis Cantero afirma que “las alteraciones del sueño asociadas al envejecimiento son muy prevalentes”, si bien, hasta el momento, “no se sabe con certeza qué impacto tienen sobre el funcionamiento cerebral y la aparición de la enfermedad de Alzheimer”.

“Estudios recientes realizados con modelos animales han puesto de manifiesto que una disminución crónica de la duración del sueño produce un incremento de placas de beta amiloide cerebral en regiones cerebrales que se ven afectadas por la enfermedad de Alzheimer”, apunta el investigador, quien subraya que los resultados del presente estudio podrían conducir a la incorporación de recomendaciones de mejora de la calidad del sueño en los programas de envejecimiento saludable como medida preventiva de la acumulación de beta amiloide cerebral, lo cual contribuiría a reducir la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer.

La proteína beta amiloide

Para la enfermedad de Alzheimer disponemos de dos tipos de biomarcadores : biomarcadores de la acumulación de beta amiloide y biomarcadores de degeneración neuronal. En la actualidad, en el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa se realizan pruebas diagnósticas de PET-TAC para el estudio de ambos tipos de biomarcadores.En este sentido, la doctora Blanca González-Gaggero, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, explica que, desde 2011, año en que se publica la última revisión de los criterios clínicos para la enfermedad de Alzheimer, se reconocen la importancia de los biomarcadores, ya que van a ayudar en su diagnóstico, aumentado la probabilidad de que sea más precoz, previo a la fase de demencia.

Blanca González-Gaggero, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa.

Y es que, según González-Gaggero, para el desarrollo del Alzheimer, se considera que lo primero que ocurre son los depósitos de la proteína beta amiloide,  que ocasionan la muerte neuronal. Es por ello que la determinación, mediante la prueba de PET-TAC, de la presencia de placas de beta amiloide cerebral, ayudará a un diagnóstico más precoz de la enfermedad, pudiendo tomar medidas preventivas en la acumulación de esta proteína.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por deterioro progresivo de la memoria y de la función cognitiva. Ocasiona un problema de primera magnitud a nivel mundial y representa aproximadamente el 50-70% de los casos de demencia, incrementándose su incidencia con el envejecimiento de la población.

Estos estudios son financiados por el Programa ‘Retos de la Sociedad’ del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (SAF2017-85310-R) y por el Ciberned, a través de su Programa 1 (Enfermedad de Alzheimer y otras demencias degenerativas), de los cuales el profesor Cantero es investigador principal.

Por su parte, Quirónsalud trabaja en la promoción de la docencia (ocho de sus hospitales son universitarios) y la investigación médico-científica (cuenta con el Instituto de Investigación Sanitaria de la FJD, único centro investigador privado acreditado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación). Asimismo, su servicio asistencial está organizado en unidades y redes transversales que permiten optimizar la experiencia acumulada en los distintos centros y la traslación clínica de sus investigaciones. Actualmente, está desarrollando más de 1.600 proyectos de investigación en toda España y muchos de sus centros realizan en este ámbito una labor puntera, siendo pioneros en diferentes especialidades como oncología, cardiología, endocrinología, ginecología y neurología, entre otras.


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