La alta capacidad de la gaviota patiamarilla para adaptarse a las actividades humanas y a sus cambios a lo largo del año
El estudio, desarrollado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y de la Universidad de Barcelona, analizó el movimiento de estas aves que nidifican en la Paraje Natural Marismas del Odiel, Huelva. Los individuos se marcaron con dispositivos GPS y su localización se obtuvo cada cinco minutos durante un año.
Un equipo con participación de dos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): la Estación Biológica de Doñana (EBD), en Sevilla, y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), en Barcelona, junto con personal científico de la Universidad de Barcelona (UB), ha comprobado la alta capacidad de la gaviota patiamarilla (Larus michahellis) para adaptarse a las actividades humanas y a sus cambios a lo largo del año. Esta investigación forma parte de un proyecto Talent-Hub, financiado por la Agencia Andaluza de del Conocimiento. La investigación ha aparecido en el último número de Ecology and Evolution.
La relación entre gaviotas y humanos se confirmó gracias a dispositivos de seguimiento remoto (GPS), que fueron fijados al dorso de los individuos de gaviota. Esta técnica permitió al equipo obtener un mapa detallado de sus movimientos espacialmente y temporalmente. En concreto, el estudio se basó en los datos ofrecidos por una treintena de individuos que nidifican en el Paraje Natural Marismas del Odiel, Huelva. A las gaviotas se les realizó un seguimiento cada cinco minutos a lo largo de todo un año, desde el periodo de reproducción y durante toda la época de invernada, hasta la siguiente época reproductiva. La localización exacta de cada uno de los individuos permitió identificar qué uso hacían del territorio y qué relación tenían con la actividad humana
Explica el estudio que la ubicación precisa de las gaviotas se comparó con la información obtenida en bases de datos de elevada resolución sobre la ocupación del suelo por parte del ser humano. También se tomó en cuenta información satelital que permite cuantificar la intensidad de las luces nocturnas artificiales. Esta última información se utilizó para relacionar los hábitats explotados por las gaviotas con la actividad cercana a núcleos urbanos.
Los resultados revelaron una estrecha relación entre la distribución espacial de las gaviotas y la de los recursos de origen humano durante todo el año. Apunta Francisco Ramírez, investigador de la UB y ahora del ICM-CSIC, y autor principal del estudio, que “las preferencias en el uso de los hábitats por parte de las gaviotas cambiaron a lo largo del ciclo anual, posiblemente como una respuesta a las diferentes restricciones que sufren a lo largo de su ciclo fenológico: restricciones fisiológicas debido a las diferencias en la demanda energética de cada periodo, y también restricciones temporales resultantes de las fluctuaciones en la disponibilidad de recursos alimentarios. La gran adaptabilidad de esta especie les permite modificar sus hábitos alimentarios y la explotación de diferentes hábitats para gestionar ambas limitaciones”.
Añade la investigación que la elevada capacidad de dispersión de los individuos de esta especie, que ocupa áreas transfronterizas de España, Portugal o Marruecos durante su ciclo anual, pone de manifiesto la necesidad de esfuerzos conjuntos internacionales destinados a restringir la disponibilidad de recursos alimenticios humanos para gestionar esta especie. “El conocimiento de los patrones de comportamiento a lo largo de todo el año en especies oportunistas y de amplia distribución, como la gaviota patiamarilla, resulta importante de cara a evaluar los posibles impactos que dichas especies puedan ocasionar en los ecosistemas”, concluyó Ramírez.
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