Investigadores de la Universidad de Málaga desarrollan el sistema experto I.R.O, que avanza hacia una medicina más personalizada y precisa.
Investigadores del laboratorio de la Universidad de Málaga ‘UMA AI LAB’ han desarrollado una nueva herramienta de inteligencia artificial que previene a pacientes de odontología ante posibles tratamientos de riesgo.
Se trata del Índice de Riesgo Odontológico ‘I.R.O’, un proyecto ideado por el profesor de la Universidad Europea de Madrid Javier Rodríguez, y su equipo de expertos en odontología, que adecúa el índice ‘ASA’, de la American Society of Anesthesiologist, a las peculiaridades de la profesión dental, conectándolas con sus técnica terapéutica propias, con el fin de ayudar a estos especialistas a establecer tratamientos adecuados o prescribir medicamentos a pacientes que presentan determinadas enfermedades, crónicas o puntuales. Un paso más a otras herramientas inteligentes que, hasta el momento, solo se habían aplicado en el diagnóstico.
I.R.O ya está en fase de lanzamiento, tras más de tres años de trabajo desarrollado desde el laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de Málaga (UMA). La primera versión de un proyecto mucho más ambicioso ya que, tal y como aseguran sus impulsores, entre sus próximos objetivos está dar el salto a otras especialidades médicas.
Y es que la medicina es uno de los campos que más y mejor se está beneficiando de la inteligencia artificial. Para una mayor precisión, y en busca de tratamientos más personalizados y efectivos.
“En odontología existen características y circunstancias especiales que la hacen diferente, que condicionan que en determinadas situaciones el riesgo de sufrir complicaciones por parte de nuestro paciente no se corresponda con el índice ASA”, asegura Rodríguez.
Según este experto, con I.R.O se busca que el dentista tenga toda la información del paciente con pocos golpes de ratón. Esta herramienta digitaliza el archivo manual que cada odontólogo va almacenando a lo largo de su carrera profesional, con la inteligencia artificial como aliada.
“Tratamos de prevenir posibles riesgos del paciente, de evitar reacciones adversas ante medicamentos y, para ello, analizamos las diferentes patologías médicas que puedan interferir con el tratamiento odontológico”, señala.
Última tecnología
El objetivo es tomar partido de la última tecnología para ayudar a los profesionales de la salud en su labor diaria, mediante una herramienta de I. A que les ayuda en la toma de decisiones.
“Las bases de datos con las que trabajamos incluyen innumerables nombres de medicamentos, así como más de 3.000 principios activos, que combinamos con datos sobre riesgos, prohibiciones e información de interés del paciente como alergias, edad o cirugías realizadas”, explica el investigador Alejandro Mozo, del laboratorio ‘UMA AI LAB’.
El resultado es un sistema computacional inteligente que emula la capacidad de tomar decisiones de un humano experto. Una herramienta “viva”, actualizada al momento, que se basa en el conocimiento de cada especialista y es capaz de avisar ante un tratamiento de riesgo.
“La última tecnología que caracteriza los sistemas inteligentes como I.R.O suman permanencia, ya que, a diferencia de los seres humanos, estos no envejecen y no les afecta el paso del tiempo; rapidez y replicación, al trabajar con información infinita, y fiabilidad, puesto que no se ven afectadas por condiciones externas inherentes a las personas como, por ejemplo, el cansancio o la presión”, explica el experto en inteligencia artificial aplicada a la medicina Francisco L. Valverde, profesor de la Universidad de Málaga.
Informática y salud, para el diseño de soluciones basadas en el aprendizaje automático que permitirán, en un futuro, una verdadera medicina de precisión.
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