Almería /
29 de septiembre de 2020

Insectos caníbales en la lucha biológica de plagas

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Alba Madero / Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Universidad de Almería y la Universidad de Eötvös Loránd ha demostrado a través de este método los efectos que tiene la ausencia de alimento en dos especies de chinches usadas para controlar daños en los cultivos. Con esta técnica se establece cuál es el momento de liberarlas y su cantidad óptima. Asimismo, constatan que las hembras que devoran congéneres son más longevas y más fértiles, por tanto, más efectivas para controlar la infestación.

Aunque Haníbal Lecter es el caníbal más famoso de la literatura y el cine, esta práctica ya la ejercían habitualmente en la vida real culturas como la polinésica o latinoamericana hace 2.000 años. Incluso en la actualidad, existen tribus alejadas de la civilización que continúan devorando a sus congéneres con fines rituales y es un comportamiento frecuente en los animales.

Pero, ¿cómo se relaciona el canibalismo con la lucha biológica de plagas? La agricultura sostenible es una práctica cada vez más extendida y que pretende incrementar los procesos ambientales en la producción de alimentos. Esta práctica aprovecha todos los recursos que ofrece el entorno y minimiza el uso de residuos.

El canibalismo puede ser una adaptación evolutiva ventajosa de cara a la supervivencia de la especie.

El cultivo sin agroquímicos como los pesticidas, cuya función es mantener a raya a los insectos que consumen vegetales, es posible a través de la lucha biológica. Se trata de liberar una especie que consuma y regule las cantidades de otras que son dañinas en el entorno. Para que este método sea efectivo es necesario medir la producción, el comportamiento y la dieta de los depredadores. Una labor que ha realizado un equipo de investigación de la Universidad de Almería y la Universidad Eötvös Loránd, que ha demostrado a través de modelos matemáticos los efectos que tiene el canibalismo en dos especies de insectos. Este método puede aplicarse a la lucha biológica y establecer cuál es el momento de liberar a los enemigos naturales de la plaga y la cantidad óptima de los mismos. Asimismo, constatan que las hembras caníbales son más longevas y más fértiles. Por tanto, son más eficientes en la lucha contra otros insectos que afectan los cultivos.

La aplicación de modelos matemáticos en la lucha de plagas es una forma de optimizar el control biológico en ámbitos como el de la agricultura. En este caso, se trata de liberar una especie que consuma y regule las cantidades de otras que son dañinas en el entorno. “La producción comercial de enemigos naturales es cada vez más frecuente, especialmente en el ámbito de la entomología, por eso es importante comprender cómo éstos se comportan una vez se quedan sin alimento”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Almería Tomás Cabello. Aquellos insectos que se comen a otros se denominan depredadores dentro del grupo de los entomófagos.

Los expertos del grupo AGR107 – Protección vegetal de cultivos en invernaderos han explorado la incidencia del canibalismo en la producción de los insectos enemigos puesto que, si los individuos de una misma especie se devoran unos a otros, se reduciría su rendimiento para controlar la plaga. Para determinar el momento y las circunstancias en las que se produce este comportamiento entomófago, los investigadores han observado la conducta de dos especies de chinches con su alimento habitual y sin él. Después, han desarrollado modelos matemáticos teniendo en cuenta las características físicas de la especie, su ciclo vital o su dieta habitual, entre otras cuestiones. Los expertos destacan que las hembras caníbales de las especies observadas son más longevas, fértiles y fuertes, por lo que mejoran su productividad como especie beneficiosa en la lucha de plagas.

La especie Nesidiocoris tenuis consume congéneres sólo en determinadas etapas del desarrollo.

Con estos datos y otros como la relación entre el tamaño del depredador y presa, el equipo de investigación desarrolló un modelo matemático que representa cuándo y en qué condiciones ocurre el canibalismo. Esta es una metodología que puede aplicarse en la lucha biológica para controlar la cantidad de enemigos naturales a liberar y el comportamiento que estos tendrán una vez reducida la especie plaga.

Además, los expertos constataron que el consumo de congéneres es un factor importante en la eficiencia de las especies observadas. “Hemos comprobado en este y otros estudios anteriores que las hembras caníbales de los insectos que observamos se vuelven más fértiles y más longevas y, por tanto, más eficaces en la lucha de plagas”, explica el Tomás Cabello.

Adaptación evolutiva

El investigador apunta que el canibalismo es habitual y que ocurre en otras especies como los escorpiones o las arañas. “Siempre se ha pensado que suele haber una relación entre el tamaño del depredador y la presa, siendo el primero más voluminoso que el segundo. Sin embargo, en el caso de la Nabis pseudoferus, hemos comprobado que el canibalismo varía dependiendo del estadio vital en el que se encuentren y no lo acomete necesariamente un depredador más grande”, comenta.

El canibalismo es un comportamiento habitual en varias especies de insectos como la mantis, relativamente frecuente entre mamíferos como los leones, los osos y roedores. Sin embargo, tal y como apunta Cabello, esta práctica puede ser una adaptación evolutiva ventajosa de cara a la supervivencia de la especie. “Si no hay presa en periodos determinados, los individuos pueden sobrevivir a la ausencia de alimentos devorando a sus congéneres”, señala el investigador.

Tomas Cabello, investigador de la Universidad de Almería.

El concepto de agricultura sostenible implica una amplia variedad de cuestiones que van más allá de la producción de estos insectos. También incluye el respeto hacia el medio ambiente, el reciclaje de los materiales, aprovechamiento óptimo del clima y la implementación de los modelos de cultivo tradicionales. En estas prácticas, el uso de especies depredadoras de plagas y el conocimiento de sus interrelaciones, se centran los científicos de la Universidad de Almería. Todo para que los insectos congéneres no se devoren unos a otros y se reduzca su efectividad como controladores de plagas perjudiciales.

Más información en #CienciaDirecta: Aplican modelos matemáticos para explicar cuándo y cómo se produce el canibalismo de los insectos en la lucha biológica de plagas


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