Cada año se diagnostican 900 casos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), según datos de la Sociedad Española de Neurología. Una enfermedad neurodegenerativa que deriva en una parálisis muscular progresiva. Si se suman pacientes con distrofia muscular, con síndrome de enclaustramiento o con lesiones en la médula, existe un importante colectivo de personas que tiene serias dificultades para expresarse.

Test de funcionamiento de este sistema.

El avance tecnológico ha permitido que existan algunas soluciones cuando hablar no es una opción. Son sistemas que rastrean el movimiento del ojo o que interpretan las ondas cerebrales para transmitir, sobre una pantalla, palabras o mensajes. Sin embargo, su alto coste o la dificultad de uso, cuando se carece de un alto conocimiento técnico, entorpece que estén al alcance del gran público.

Investigadores del grupo DIANA de la Universidad de Málaga han diseñado un entorno visual e intuitivo, similar al presente en cualquier móvil, que permite utilizar un sistema cerebro-máquina sin saber sus entresijos informáticos.

Este sistema está dirigido a pacientes y cuidadores.

Para que pacientes y cuidadores puedan usar estos programas, los investigadores han fijado de serie la mayor parte de los parámetros que requieren estos sistemas para funcionar. Esto evita que el usuario deba hacerlo manualmente. Además, han creado un entorno gráfico, basado en un sistema de ventanas y con un teclado virtual que se adapta a las necesidades de cada persona, y desde el cuál se controla todo el sistema.

Con todo ello, un paciente con discapacidad motora sería capaz de escribir “hola” o “sueño” sobre un ordenador solo mirando las letras que desea pulsar o un dibujo concreto (mano saludando o una luna, por ejemplo). El sistema se encarga de interpretar los estímulos que se generan en el cerebro, en concreto en el lóbulo occipital, y los muestra en la pantalla en forma de palabras y, si se desea, la máquina las pronuncia en voz alta.

Actualmente, el equipo de investigación trabaja sobre el otro gran factor: el coste. Para ello, están probando las opciones más económicas para el registro de las señales electroencefalográficas que hay en el mercado actualmente. La motivación es ofrecer a los pacientes la oportunidad de disponer del sistema completo por un coste inferior a 1.000 euros, frente a los 30.000 que puede llegar a costar el equipo que se usa en el laboratorio.

Investigadores de la UMA responsables del proyecto.

Más información: Diseñan un sistema cerebro-máquina que ayuda a las personas con parálisis muscular a comunicarse