Sevilla /
18 de diciembre de 2019

Reclutan al primer paciente para diagnosticar el ictus empleando biomarcadores sanguíneos

Fotografía ilustrativa de la noticia

El objetivo de este estudio, un proyecto de colaboración entre el Instituto de Biomedicina de Sevilla, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Universidad de Sevilla y Consejo Superior de Investigaciones Científicas, junto con el Instituto de Investigación Vall d´Hebron en Barcelona, es validar un panel de biomarcadores que diferencian el ictus isquémico y hemorrágico con una simple gota de sangre mediante técnicas POC, conocidas como pruebas de cabecera en o cerca del sitio de atención al paciente. 

Dentro del proyecto BIOFAST, trabajo de colaboración entre el Instituto de Biomedicina de Sevilla, IBiS, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Universidad de Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto de Investigación Vall d´Hebron en Barcelona, que está liderado por el Dr. Joan Montaner, se ha reclutado al primer paciente para el diagnóstico del ictus usando biomarcadores sanguíneos.

Lector y lateral flow para uno de los biomarcadores (RBP4) que se está testando mediante técnicas rápidas (10´) de Point-of-Care (POC) en las ambulancias en el estudio BIOFAST.

Este estudio, financiado en parte por el ISCIII a través del proyecto de desarrollo tecnológico en salud DTS 19/00135, es el primero a nivel mundial en intentar el diagnóstico del ictus mediante técnicas de POC en la ambulancia, cuenta con un amplio equipo de investigación entre médicos de atención primaria, de urgencias, neurólogos y los equipos móviles del 061-EPES y de atención primaria (SUAP) de la ciudad de Sevilla, Sierra Norte y Aljarafe.

Las terapias de reperfusión de la arteria ocluida en las primeras horas tras el ictus son el único tratamiento útil para los pacientes con ictus isquémico. La efectividad de estas estrategias depende en gran medida del tiempo y la necesidad de realizar técnicas de neuroimagen (TAC craneal) para diferenciar entre un ictus isquémico y hemorrágico, lo que hace que sea imposible tratar al paciente a nivel pre-hospitalario. El objetivo del estudio BIO-FAST es validar un panel de biomarcadores que diferencian el ictus isquémico y hemorrágico con una simple gota de sangre mediante técnicas de POC.

Los expertos saben que administrar los tratamientos de reperfusión en la primera hora tras el inicio de los síntomas (“golden hour”) se asocia a duplicar las probabilidades de que el paciente quede asintomático, a triplicar las probabilidades que quede independiente y reduce por cuatro la tasa de mortalidad. De ahí que buscar estrategias para tratar al ictus fuera de los hospitales se hace cada vez más necesario.

Actualmente se está llevando a cabo la fase de feasibility con los primeros 100 pacientes y si se supera esta fase se iniciarán otras que finalmente permitirían realizar un ensayo clínico tratando con fármacos trombolíticos al paciente con ictus isquémico identificado con los biomarcadores BIOFAST en la misma ambulancia.


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