Detectado el púlsar de la Nebulosa del Cangrejo a muy alta energía
El prototipo del primer Telescopio de Gran Tamaño (LST-1, por sus siglas en inglés) del futuro observatorio internacional Cherenkov Telescope Array (CTA), del que la Universidad de Jaén forma parte desde 2011, ha detectado la emisión de rayos gamma de muy alta energía procedente del púlsar central de la Nebulosa del Cangrejo a unos 6000 años-luz de la Tierra. Aunque estas emisiones ya eran conocidas, el hecho de haber sido detectadas en un tiempo récord, cuando el LST-1 se encuentra aún en fase de calibración y puesta a punto, es un hecho notable que certifica el buen funcionamiento del telescopio.
El prototipo del primer Telescopio de Gran Tamaño (LST-1, por sus siglas en inglés) del futuro observatorio internacional Cherenkov Telescope Array (CTA), del que la Universidad de Jaén forma parte desde 2011, ha detectado la emisión de rayos gamma de muy alta energía procedente del púlsar central de la Nebulosa del Cangrejo a unos 6000 años-luz de la Tierra. Aunque estas emisiones ya eran conocidas, el hecho de haber sido detectadas en un tiempo récord, cuando el LST-1 se encuentra aún en fase de calibración y puesta a punto, es un hecho notable que certifica el buen funcionamiento del telescopio. Este logro ha sido recientemente confirmado y anunciado por el consorcio CTA tras un riguroso análisis.
Los púlsares son una especie de cadáveres estelares densos y compactos con un tamaño del orden de 10 km. Giran muy rápidamente y poseen intensos campos magnéticos de modo que a cada vuelta vemos un destello de emisión que puede detectarse desde ondas de radio a rayos gamma. Su comportamiento es análogo al de los faros que se usan para la navegación marítima. Aunque muchos púlsares se han detectado en ondas de radio, las pulsaciones de rayos gamma son un fenómeno muy excepcional observado en apenas cuatro púlsares, el del Cangrejo entre ellos. Además, solo unos pocos telescopios Cherenkov en el mundo tienen capacidad para detectar las pulsaciones de luz en un dominio tan energético como son los rayos gamma. Ahora, el LST-1 se ha unido a este selecto club, en lo que se espera sea un preludio de los resultados y descubrimientos astrofísicos que están por venir.
La Universidad de Jaén, como miembro del consorcio CTA y de la colaboración LST-1, participó en los trabajos de calibración del nuevo telescopio durante los meses previos a la detección de las pulsaciones, en datos tomados a principios de 2020. Durante cuatro semanas, entre septiembre y octubre de 2019, los profesores de la Escuela Politécnica Superior de Jaén Josep Martí Ribas y Pedro Luis Luque Escamilla permanecieron como operadores del telescopio LST-1 dentro de los turnos rotatorios de las distintas instituciones internacionales involucradas en su operación.
Anteriormente, el equipo jiennense participó en el diseño y construcción de la torre de acceso del LST-1, y actualmente trabaja en la mejora del diseño de las torres de acceso de los telescopios LST-2, LST-3 y LST-4, cuya construcción también está prevista en la isla de La Palma como núcleo central del observatorio CTA Norte. Estos últimos cometidos corren a cargo del ingeniero mecánico egresado de la Universidad de Jaén, Raúl Bautista González.
La labor de la UJA en CTA a lo largo de los últimos años ha sido posible gracias a diversas fuentes de financiación, principalmente el Plan Propio de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Jaén y los Proyectos I+D+i del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020 de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía.
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