La unidad de Cardiología Pediátrica en el Hospital Universitario Virgen del Rocío ha puesto en funcionamiento un programa experimental de investigación para ayudar a entrenar a pacientes con cardiopatías mediante la realidad virtual. Estos jóvenes pacientes podrán realizar ejercicio desde casa con unas gafas de realidad virtual gracias a la participación de la empresa andaluza Oblumi, encargada de desarrollarlo, y la colaboración de la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (FISEVI).
La unidad de Cardiología Pediátrica en el Hospital Universitario Virgen del Rocío ha puesto en funcionamiento un programa experimental de investigación llamado ‘Cardioshape’ para ayudar a entrenar a pacientes con cardiopatías mediante la realidad virtual. Estos jóvenes pacientes podrán realizar ejercicio desde casa con unas gafas de realidad virtual gracias a la participación de la empresa andaluza Oblumi, encargada de desarrollarlo, y la colaboración de la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (FISEVI).
Hoy 14 de febrero se celebra el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, que son enfermedades del corazón en su mayoría presentes desde el nacimiento. En muchas ocasiones los pacientes sufren desde niños intervenciones complejas con recuperaciones lentas y su capacidad de ejercicio queda afectada.
Además, con frecuencia, son considerados demasiado frágiles para la realización de actividad física cuando en realidad un estilo de vida no sedentario y la práctica de ejercicio adaptada a sus circunstancias es fundamental para un mejor pronóstico y una mejor calidad de vida. Gracias a este nuevo proyecto con realidad virtual, los pacientes hacen deporte según sus capacidades, de una forma divertida, motivadora, y sin salir de casa.
El primer paso es realizar una prueba funcional en la que se determina la intensidad del ejercicio que debe realizar cada paciente. El mismo día participan en una sola sesión de deporte con realidad virtual en el hospital, donde se ajustan los parámetros específicos a cada paciente según los resultados de la prueba previa y se les enseña a manejar esta herramienta desde casa.
Una vez realizado esto, los menores podrán llevarse el equipo a casa y empezar su entrenamiento. En principio son 12 semanas de ejercicio en sesiones de una media hora.
Esta innovadora tecnología permite que los especialistas realicen un exhaustivo seguimiento del paciente desde el hospital, además de controlar si están haciendo ejercicio o no. El profesional dispone de acceso a una web y posibilidad de modificar el programa de intensidad que usa las gafas de realidad virtual, para que hagan más esfuerzo o menos dependiendo de su progreso con esta técnica y la capacidad física que vayan adquiriendo.
Por todo, este proyecto, que se inició el año pasado, va demostrando que ayuda y motiva a los pacientes para iniciar y mantener una actividad física controlada. Igualmente, tiene beneficios físicos y un impacto significativamente positivo en la autoestima del menor, al comprobar sus avances desde el punto de vista físico; la mejora de las habilidades sociales, al tener mayores oportunidades de relacionarse con otros chicos; además de favorecer el desarrollo de las capacidades perceptivas y motoras, que influyen de una manera importante en el rendimiento académico y en el desarrollo de sus capacidades cognitivas.
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