Almería /
14 de noviembre de 2019

La poda y su influencia en la formación de nidos de aves en las dehesas de encina ibéricas

Fotografía ilustrativa de la noticia

Según un estudio liderado por la Estación de Zonas Áridas del CSIC, las densidades de huecos de árboles adecuados para las aves son muy bajas en comparación con las dehesas de Quercus ssp en América del Norte y Europa. El estudio señala que las dehesas ibéricas de encina son hábitats pobres para las aves debido al insuficiente número de cavidades disponibles para nidificar.

Un estudio liderado por el investigador Jesús M. Avilés, de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Almería, ha evaluado el papel de la poda en el proceso de formación de cavidades en encinares adehesados ibéricos y cómo puede influenciar esta práctica forestal en la disponibilidad de cavidades para la anidación de las aves cavernícolas.

Encina. Crédito fotografía: Jesús M. Avilés (EEZA / CSIC)

Los encinares de Quercus ilex, cubren grandes áreas en la región mediterránea, en los que abundan multitud de especies de aves constituyendo un paradigma para la conservación de la diversidad. El dosel de las encinas se poda periódicamente, pero el papel de la poda en el proceso de formación de cavidades no había sido objeto de estudio. “Se han analizado la aparición de huecos de árboles en relación con las características del arbolado: vitalidad, diámetro del tronco y la altura de la horquilla, así como el grado de infección por coleópteros perforadores de la madera y la intensidad de la poda” explica el autor del estudio. El artículo evalúa el origen, el uso y la idoneidad de huecos para aves no excavadoras en dehesas de España diferenciando entre especies cavernícolas no-excavadoras de pequeño y mediano tamaño.

Los resultados, publicados en la revista Forest Ecology and Management, muestran que la presencia de cavidades en el encinar está íntimamente ligada a la actividad de poda que favorece el decaimiento del arbolado y la formación de agujeros. Además se constata que una gran proporción de los agujeros disponibles serían poco idóneos para la nidificación de aves cavernícolas de tamaño mediano concluyéndose que hay falta de sitios de potenciales para la anidación en las dehesas, y que eso podría limitar a las especies de aves que anidan en las cavidades de las encinas.

En el artículo se proponen acciones concretas dirigidas a la protección de las encinas con síntomas de decaimiento y muertas ya que proporcionan una fuente de agujeros dentro de la matriz de la dehesa, así como el establecimiento de rodales en bosques de ribera con especies forestales de crecimiento rápido y madera blanda (chopos) que puedan favorecer la intervención de especies que perforan la madera y así facilitar la persistencia de especies Cavernícolas.


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