Sevilla /
26 de noviembre de 2019

Ponen en marcha el primer Laboratorio de Investigación en vivo existente en Andalucía para reducir las secuelas del ictus

Fotografía ilustrativa de la noticia

En esta iniciativa del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, los nuevos espacios han sido diseñados según el modelo Living Lab, donde los investigadores y especialistas centran su estudio en el paciente, apoyándose en la innovación y trabajando bajo un escenario real de pruebas. En este laboratorio vivo de pacientes, se van a desarrollar proyectos de investigación y estudios de validación de distintas tecnologías aplicadas a la rehabilitación y a la fisioterapia neurológica.

El Hospital Universitario Virgen Macarena, de Sevilla, ha puesto en marcha en el Hospital San Lázaro el primer Laboratorio de Investigación en vivo existente en Andalucía para reducir las secuelas del ictus, la esclerosis múltiple y la ELA. Las nuevas instalaciones, dependientes del Servicio de Neurología del Hospital Virgen Macarena, han sido financiadas por la Fundación Pública Andaluza para la investigación en Salud en Sevilla (FISEVI), por valor de 98.897 euros y abarca una superficie de 140 metros cuadrados.

El laboratorio se dirige a reducir las secuelas de los pacientes neurológicas.

Este dispositivo ha sido inaugurado por la delegada de Salud, Regina Serrano, quien acompañada por el director general de Cuidados Sociosanitarios de la Consejería de Salud y Familias, José Repiso, así como del gerente del área hospitalaria Virgen Macarena, Francisco Merino, y el jefe de Servicio de Neurología del Hospital, Joan Montaner, ha visitado las instalaciones que darán cabida al proyecto denominado NeuroLab-Lázaro.

Un programa destinado a realizar proyectos de investigación, orientados principalmente a avanzar en técnicas de fisioterapia, rehabilitación y tecnología robótica, para la mejora de la calidad de vida de los pacientes con enfermedades neurológicas.

Serrano ha declarado sobre esta nueva prestación sanitaria: «Aunque en un primer momento se priorizarán proyectos de aquellas enfermedades que suponen un drama social, por sus características discapacitantes, como son el ictus, la Esclerosis Múltiple (EM) y la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA); también este espacio estará abierto a tratar cualquier otra enfermedad neurológica que lo precise».

Los proyectos previstos en el nuevo laboratorio tratarán de obtener resultados definitivos sobre los beneficios de la fisioterapia en pacientes neurológicos, a modo de ensayos clínicos médicos. Para Joan Montaner, «nuestro objetivo consistirá en realizar estudios clínicos en vida real, contando con la opinión de los pacientes y los profesionales que reciben y aplican las técnicas de fisioterapia para definir los mejores tratamientos rehabilitadores». «El laboratorio permitirá a los investigadores utilizar nuevas tecnologías y prototipos robotizados para personalizar los tratamientos de fisioterapia y comprobar los resultados en la salud de los pacientes de manera rigurosa», añade Montaner.

Neurolab-Lázaro/Living Lab

Los nuevos espacios han sido diseñados según el modelo Living Lab, donde los investigadores y especialistas centran su estudio en el paciente, apoyándose en la innovación y trabajando bajo un escenario real de pruebas. En este Living Lab o laboratorio vivo de pacientes, se van a desarrollar proyectos de investigación y estudios de validación de distintas tecnologías aplicadas a la rehabilitación y a la fisioterapia neurológica. Gracias a estos estudios y la evaluación continua de los dispositivos por parte de los pacientes y de los profesionales del Neurolab, se podrá avanzar en el ámbito de la tecnología aplicada a técnicas de fisioterapia y rehabilitación en enfermedades neurológicas.

En esta línea, uno de los objetivos principales del Living Lab consiste en unir a los ingenieros implicados en el desarrollo de tecnología sanitaria, a los pacientes, los fisioterapeutas, rehabilitadores y a los neurólogos para definir cuál es la mejor tecnología para rehabilitar a cada uno de los pacientes que padecen daño cerebral.

Se podrán, por tanto, testar distintos robots y prototipos para la rehabilitación contando con la opinión y consideraciones de los pacientes. «Desde el Neurolab y con técnicas avanzadas de tele-fisoterapia podremos relacionarnos con los pacientes que participen en distintos estudios para mejorar su recuperación» explica Montaner». «Nuestra labor principal en este proyecto, añade, es intentar conseguir que los sistemas de rehabilitación robóticos (SRR) puedan ejecutar un programa de rehabilitación prescrito por profesionales, adaptándose a las necesidades de los pacientes».

El equipo que participará en el estudio es multidisciplinar y tiene una amplia experiencia en el tratamiento de las enfermedades neurológicas en todas sus fases (ictus, EM, ELA), con conocimientos en el desarrollo de ensayos clínicos y en labor investigadora traslacional y básica. Un equipo de especialistas en neurología, enfermería, neurofisioterapia, rehabilitación, neurofisiología, administración, trabajo social y neuropsicología.

«En definitiva, añade Montaner, «se trata de que Neurolab sea un espacio, disponible para toda la comunidad científica, pacientes, empresas del sector tecnológico y asociaciones».


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