Granada /
29 de junio de 2022

Relacionan el empeoramiento de la regulación cardiovascular, propia del envejecimiento de las personas, con el surgimiento de la demencia

Fotografía ilustrativa de la noticia

Un estudio de la Universidad de Granada relaciona la capacidad cardiorregulatoria con la capacidad cognitiva. Esta regulación está formada por todos los acontecimientos que permiten que el organismo suministre un flujo sanguíneo correcto a los órganos del cuerpo, también al cerebro. Detrás del empeoramiento de la regulación cardiovascular puede haber factores como la obesidad o algunas enfermedades metabólicas.

Un equipo de investigación de la Universidad de Granada ha relacionado el empeoramiento de la regulación cardiovascular, propia del envejecimiento de las personas, con el surgimiento de la demencia. Esta regulación está formada por todos los acontecimientos que permiten que el organismo suministre un flujo sanguíneo correcto a los órganos del cuerpo, también al cerebro.

Gracias a una serie de test cognitivos, los investigadores han descubierto que las personas con peores resultados en dichas pruebas cognitivas tienen también dificultades para mantener una correcta regulación cardiovascular, “lo que podría ser la antesala de una futura demencia”, explica Juan José Ramos Rodríguez, profesor del Departamento de Fisiología de la UGR en la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta e investigador principal de este estudio, en el que también trabaja la estudiante del Grado en Enfermería Himan Mohamed Mohamed.

El trabajo, en consonancia con estudios previos, ha determinado que en las personas de mayor edad se produce la hipotensión ortostática, es decir, cuando hay un cambio de postura brusco, por ejemplo al levantarse, no se produce un aporte sanguíneo correcto al cerebro, lo que puede originar pequeños mareos y pérdidas de conciencia que son más habituales conforme avanza el envejecimiento.

Relacionan el empeoramiento de la regulación cardiovascular, propia del envejecimiento de las personas, con el surgimiento de la demencia.

“Parece ser que esta hipotensión cerebral funcionaría como factor de riesgo para sufrir posteriormente una demencia”, detalla Juan José Ramos. Detrás del empeoramiento de la regulación cardiovascular puede haber factores como la obesidad o algunas enfermedades metabólicas, según la investigación.

En el futuro, el equipo de la UGR estudiará la posible relación entre el deterioro de la regulación cardiovascular de las personas y el surgimiento de la enfermedad de Alzheimer.


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