El inflamasoma es un complejo formado por múltiples proteínas que responde a estímulos tanto internos como externos, y que es capaz de desencadenar una respuesta inflamatoria que progresivamente se va expandiendo como una reacción en cascada. Un estudio del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC) ha revelado que alteraciones en su activación o en alguna de sus fases de regulación es capaz de producir una respuesta inadecuada en situaciones como en las enfermedades infecciosas.
Personal investigador del grupo de investigación de ‘Endocrinología y nutrición. Resistencia a la insulina, diabetes y metabolismo’ y del grupo de investigación ‘OncObesidad y Metabolismo’ del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), de la Universidad de Córdoba (UCO) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), han publicado en la revista Obesity (Silver Spring), un artículo sobre la importancia de la desregulación del inflamasoma en las comorbilidades asociadas con la obesidad.
El inflamasoma es un complejo formado por múltiples proteínas, que responde a estímulos tanto internos como externos, y que es capaz de desencadenar una respuesta inflamatoria que progresivamente se va expandiendo como una reacción en cascada. Es por ello que alteraciones en su activación o en alguna de sus fases de regulación es capaz de producir una respuesta inadecuada en situaciones como en las enfermedades infecciosas.
Adicionalmente, en los últimos años se ha observado como cambios o “desregulación” de la maquinaria molecular del inflamasoma puede influir en la aparición de enfermedades autoinmunes, inflamatorias o incluso en el cáncer. En este sentido, la obesidad se relaciona con numerosas enfermedades, como la hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, y que se caracteriza por la presencia de un estado crónico de inflamación leve. En la obesidad existe una acumulación excesiva del tejido adiposo, el cual favorece el almacenamiento y liberación de citoquinas que a su vez favorecen la inflamación, originando un círculo de mayor activación inflamatoria.
En este estudio se describe la importancia de la relación entre los cambios en la expresión de componentes del inflamasoma y la presencia de diferentes complicaciones relacionadas con la obesidad, entre ellas la diabetes mellitus tipo 2, resistencia a la insulina, formación de placas de ateroma (enfermedad cardiovascular), enfermedad renal (glomerulopatia asociada a obesidad), esteatosis hepática no alcohólica, síndrome de ovario poliquístico y cáncer y, sugiere que la regulación de componentes claves del inflamasoma a través de medicamentos, intervenciones nutricionales o actividad física, podría representar nuevas opciones de tratamiento o potenciar las existentes en la lucha contra la obesidad.
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