Córdoba /
11 de abril de 2022

El control de la dosis de un fármaco inmunodepresor reduce el riesgo de desarrollar cáncer

Fotografía ilustrativa de la noticia

Un trabajo en el que participa el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) identifica en casi 2.500 pacientes trasplantados los principales factores de riesgo para la aparición de cáncer, como el sexo masculino y el consumo de alcohol y el tabaquismo. El inmunodepresor Tacrolimus, utilizado a altas dosis contra el rechazo en el trasplante de hígado, incrementa las posibilidades de padecer cáncer, por lo que es necesaria su modulación.

El cáncer es la primera causa de muerte en pacientes sometidos a trasplante hepático y varios estudios han demostrado que el riesgo de padecer un tumor es de dos a tres veces superior al esperado en personas de la misma edad y sexo. Para determinar los factores de riesgo, varios grupos del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) han impulsado un proyecto multicéntrico que ha involucrado a 16 unidades de trasplante hepático españolas, con casi 2.500 pacientes durante cinco años.

Este estudio, que ha contado con el aval de la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH) y que ha sido publicado en American Journal of Transplantation, ha sido dirigido por Manuel Luis Rodríguez-Perálvarez, investigador del IMIBIC y del  CIBEREHD y hepatólogo en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. “Solo si conocemos las causas que incrementan el riesgo de cáncer, podremos actuar para evitar su aparición”, indica.

Expertos que han trabajado en este estudio.

Se trata de un estudio del tipo “cuasi-cohorte”, el cual permite estudiar factores de exposición cambiantes a lo largo del tiempo, como ocurre con el tratamiento inmunosupresor que reciben estos pacientes para prevenir el rechazo. “Este diseño epidemiológico ha sido la clave del éxito del estudio, ya que se sospechaba que la exposición crónica a fármacos inmunosupresores podría ser responsable, en parte, del incremento de riesgo de cáncer en esta población”, indica el también primer firmante del trabajo.

En efecto, la merma en la actividad del sistema inmune provocada por estos fármacos dificultaría la tarea de detección y eliminación precoz de células cancerígenas, antes de que formen tumores, un proceso rutinario en nuestro cuerpo.

Precisamente, el hallazgo más novedoso de este estudio es la relación demostrada entre la exposición a un inmunosupresor en concreto, Tacrolimus, y el riesgo de cáncer. “Tacrolimus es un fármaco muy eficaz para evitar el rechazo del hígado y es necesario en prácticamente la totalidad de pacientes sometidos a trasplante”, explica Jordi Colmenero, investigador del CIBEREHD en el Hospital Clinic de Barcelona-IDIBAPS. “La clave que nos aporta el estudio es que, a partir de unos niveles en sangre concretos de este fármaco, el riesgo de cáncer aumenta. Por tanto, si los niveles de Tacrolimus se mantienen por debajo de este dintel de riesgo, las tasas de cáncer post-trasplante hepático podrían reducirse”, indica.

Desarrollan una herramienta para calcular el nivel de riesgo

Para ello, los autores han desarrollado una herramienta web que permite a los médicos de trasplante conocer si un paciente en particular está cerca de ese nivel de riesgo para que, en tal caso, pueda considerarse la reducción de la dosis.

En este estudio, también ha llamado la atención de los investigadores la elevada incidencia acumulada de cáncer en esta población (2,6 casos por cada 100 personas/año), y el impacto tan acusado que presenta en el pronóstico: el 40% de los pacientes diagnosticados de cáncer no pudieron recibir un tratamiento curativo y acabaron falleciendo a consecuencia del tumor tras una mediana de 9 meses desde el diagnóstico. Los hombres, particularmente con edad más avanzada en el momento del trasplante, presentaron un mayor riesgo de cáncer post-trasplante.

De forma interesante, la historia previa de consumo de alcohol y de tabaquismo fueron los factores de riesgo de cáncer de trasplante que tuvieron un mayor impacto. En concreto, la historia de tabaquismo se relacionó con el doble de riesgo de cáncer tras el trasplante, mientras que el alcoholismo lo incrementó un 53%.

Por ello, insisten los investigadores, es fundamental concienciar a los pacientes que puedan ser candidatos a trasplante que deben dejar de fumar y de beber alcohol, solicitando ayuda en las unidades de adicciones en los casos necesarios. Asimismo, recuerdan que estos mismos factores son igualmente condicionantes muy relevantes de cáncer en la población general no trasplantada.

Referencia bibliográfica: 

Cumulative exposure to tacrolimus and incidence of cancer after liver transplantation

Rodríguez-Perálvarez M, Colmenero J, González A, Gastaca M, Curell A, Caballero-Marcos A, Sánchez-Martínez A, Di Maira T, Herrero JI, Almohalla C, Lorente S, Cuadrado-Lavín A, Pascual S, López-Garrido MÁ, González-Grande R, Gómez-Orellana A, Alejandre R, Zamora J, Bernal-Bellido C; Chronic immunosuppression, cancer Spanish consortium. Am J Transplant. 2022 Mar 14. doi: 10.1111/ajt.17021. Online ahead of print. PMID: 35286761


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